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26.2.11

si los Estados se pelean, los devoran los de afuera

Es conocido que Argentina es uno de los países más antinorteamericanos del mundo. De América, el que más. Y eso es una buena noticia, porque para generar mística de país lo mejor es entender rápido el enemigo. Y Estados Unidos es un gran enemigo de todo lo que no encierre su división política, hablando en mapas. Qué exista una denominación escolar de los países, cartográficamente hablando, que se llame división política, es otra genialidad del cinismo del planeta.

Divisiones políticas aparte, Estados Unidos es un gran país. Todo lo que somos tiene mucho que ver con la cultura yanqui. Todo. Si quieren lo enumeramos, pera entender que nadie está exento de esa gran cultura occidental total que es Norteamérica, sin recurrir a las chicanas del biempensante. Decía: El Agente 86, Volver al Futuro, Los Ramones,
El Padrino, Madonna, el hipismo, Alf, Andy Warhol, Los Autos Locos, Woody Allen, el automóvil, V Invasión Extraterrestre, la Guerra Fría, Tori Amos, el videojuego, Coca-Cola, Los Simpson, la publicidad, Smashing Pumpkins, el supermercado, Robert De Niro, Mc Donalds, la propiedad privada, Pixar, Michael Jackson, el cine, las guerras mundiales, las agencias de noticias, Tim Burton, Cuba y la llegada del hombre a la luna.

Todo es una gran construcción yankee, todo lo que hemos visto o sospechado tiene un germen en las mentes de ese país imperialista, generoso y mezquino.

Si es cierta esa máxima que reza que uno juega como vive, la Argentina no vive como Estados Unidos. A los norteamericanos les gusta jugar a otras cosas: al béisbol, al fútbol americano, Xtreme games, hochey sobre hielo, póker, apuestas deportivas. De alguna manera Argentina se ha mantenido ajena, por suerte, a esta dominación subrepticia. El básquet, deporte universal, como el fútbol, no entra en esta enumeración.

Pero en lo que es la otra recreación, el entretenimiento, la televisión, la música y el cine, mierda que han hecho estragos. Han determinado la #victoriacultural global con argumentos de peso.

Por esas cosas no termino de odiar a Estados Unidos, aunque los odio profundamente, esa disociación insalvable es precisamente su salvoconducto a la conservación de la dominación de el hombre por el hombre, su mística.

Alguna vez Timerman padre dijo que un diario (un negocio) tenía que ser políticamente de centro, económicamente de derecha y culturalmente de izquierda. Siempre me pareció una genialidad, porque servía para explicar algo. Ahora lo entiendo, explica el mundo.

Estados Unidos es el diario del mundo, y maneja esa agenda.

29.9.10

Parábola de Günter Parche



Hubo una vez una gran deportista, más que eso, de elite, Stefanie Maria Graf, alemana.


Steffi Graf era la mejor tenista en una época de grandes tenistas. Grande entre las grandes, Steffi fue número 1 del circuito cuando monstruas como nuestra Gabriela Sabatini le querían arrebatar el cetro sin suerte. Estaban las geniales Arantxa Sánchez, española, Mary Joe Fernández, dominicana (norteamericana) y, en su ocaso, la grandísima checa (norteamericana) Martina Navratilova.


Era número uno Steffi, tranquila, hasta que una yugoslava, Monica Seles, con sólo 15 años, arrumbó el court: ganó seis grand slam y se entronó número 1.


Por supuesto, Günter Parche, no lo soportó.


Muchas veces Steffi Graf me hace acordar al Grupo Clarín y Mónica Seles a Cristina Fernández de Kirchner.


Günter Parche era fanático -en el sentido literal- de Steffi Graf.


Ingresó de improviso en la cancha y le clavó a Monica Seles un cuchillo en la espalda.


Parche dijo que no quería matarla, quería sacarla de la cancha, del juego, esperaba que no compita más, para que todo siga igual, para que nada cambie.


La justicia exprés, los jueces cautelares, los empleados del multimedio y los legisladores clarín; eso, son un parche.


Los logros de Seles durante su carrera la convierten en una de las mejores jugadoras de tenis de todos los tiempos. Sin embargo, siempre estará la pregunta de cuánto más hubiera podido lograr si no hubiera sucedido el lamentable suceso del año 1993.


Seles actualmente está soltera y vive en Florida.

7.11.08

McCain, te banco "a muerte"

El sistema invisible tendrá su precio,

su frontera y tamaño, su analogía.

Dios le llaman algunos, otros Comercio,

mas para mi es el Reino de Todavía.

Vi en directo el primer debate entre Obama y McCain, traducción en simultaneo. McCain lo chicaneaba. Obama respondía “Coincido con el senador, pero…”. Un águila feroz que coronaba a los candidatos, que representaba a los Estados Unidos, se morfaba despacito una cinta que decía algo que no recuerdo pero que hablaba de la unidad, la libertad y otras sandeces del imperio. No vi los otros debates.

Me cuesta creer la bola que le dieron los medios de todo el mundo, primero a las primarias, las internas abiertas, y después a toda la campaña presidencial de Estados Unidos. Y me sorprendió que además los diarios de todo el mundo se hicieran eco también, siguiendo las elecciones como si fueran propias. Esa es la gran batalla comunicacional que los Estados Unidos ganaron e impusieron. Que lo que les pasa a ellos es trascendente para todos. Que si gana Obama o McCain es decisivo porque le va a cambiar la vida a un zapatero de Honduras. Y sabemos que no es así, pero como no lo pensamos creemos que es así.

El mundo ya como escenario cipayo del imperio norteamericano, repitiendo como loros los mensajes de dos partidos políticos que se prestan el poder del mundo, que son socios. La idea que subyace es quién querés que te meta la pija: ¿Clint Eastwood o Brad Pitt?

Pero si podemos entender que es sólo una elección de un país enemigo de América Latina desde siempre, no me interesa quién va a ser el que me coja, porque ya nos vienen cogiendo desde antes de Braden, cuando Perón se lo cogió. Oh Bendito! La pija de Perón. Oh Dichosa! In Perón We Trust.

Pero menos que menos me voy a poner contento porque un tipo que es negro y que parece bueno haya ganado. Cómo es que hay argentinos se ponen contentos porque ganó Obama. No lo entiendo. No entiendo qué cambia para nosotros. Quizás le vaya mejor a los estadounidenses, pero eso contrariamente a alegrarme, me entristece. Si le va mejor a los norteamericanos nos va a ir peor a nosotros. Lo ideal sería que ese país tenga una guerra civil, otra guerra de secesión, por algún tema que no me interesará en lo más mínimo, pero que servirá para que se maten entre ellos en vez de darle la ciudadanía a negros y latinos para que vayan a Medio Oriente a matar población civil por petróleo.

No me importa que los latinos les vaya mejor en Estados Unidos, ojalá les vaya mal por haberse ido a vivir a ese país que cagó sus papás y a sus abuelos. No me importa nada que les vaya mejor a la clase media, que pierdan sus casas, que pierdan el crédito. Nada me importa.

Si cuando me importó, ocasionalmente, por ejemplo, a ellos no se les movió un dedo: Katrina pasó por Nueva Órleans y los estadounidenses lo vieron por la tele. La sociedad civil no fue capaz de organizarse ni para mandarle colchones.

Tienen un país pobrísimo como Haití a media hora de barco y no son capaces de darle ni siquiera ayuda humanitaria. No firmaron el protocolo e Kyoto para reducir la emisión de gases, son el único país del mundo que sigue votando a favor del bloqueo a Cuba, pero tienen la posibilidad de abastecer a Guantánamo de ricas viandas para los detenidos desaparecidos.

Un país que mantiene las derechas en Latinoamérica, que apoyó las dictaduras de todos lados, que tomó bélicamente el canal de panamá porque era un negoción, que pone una bocha de guita para que Uribe mantenga una política de terror en Colombia, que apoya desde su Departamento de Estado a medios de comunicación del subdesarrollo para que debiliten gobiernos –cuando desclasifiquen dentro de 30 años la guita que están poniendo hoy quizás salte Fontevecchia y Lanata, como en el documental sobre El Mercurio que pasaron en Canal 7 el otro día, que demostró de qué manera los servicios yankees pusieron guita en ese diario chileno para favorecer al régimen pinochetista y de paso voltear a Allende-.

Es innumerable la cantidad de cosas que hicieron con la complicidad de las elites sudamericanas ante el fantasma del comunismo que nunca existió en nuestra región pero que las elites tomaron del discurso del miedo que los norteamericanos usaron en su propio país para instaurar la idea de un Otro amenazador, un archienemigo del superhéroe que es América. Lex Luthor, Dr. Octopus, El Pingüino.

Actualmente tenemos el caso de Antonini, la Cuata Flota, la base militar que quieren poner en Perú, el juez Griessa reteniendo fondos para sumar controversia a la estatización de las jubilaciones, Maradona que no puede entrar a ese bendito país porque una vez (varias) se drogó, Francis Ford Copolla que vino a hacer un experimento social con actores argentinos y un día se volvió sin que nadie supiera bien qué hizo ni para qué, o las células de Bin Laden que se pasean en la Triple Frontera tan campantes que merece que en cualquier momento nos invadan, por nuestro bien.

Entonces, claro, odio a Estados Unidos, por lo que ellos nos hacen, no por envidia. Desde sus ciudadanos progresistas que desconfían de la política y hay que obligarlos para que vayan a votar hasta los campesinos belicosos e ignorantes, aunque a estos los entiendo más porque son incultos y olvidados en un país tan desigual en el acceso a la cultura como puede ser cualquiera de nuestros países sanmartinianos.

Por todo eso esperaba que gane McCain, para que les siga yendo peor, terminen de quebrar, se metan en otras guerras pelotudas, hasta que un día, finalmente, los europeos de cansen de los Yankees y se junten con China, Japón, India y Brasil y le saquen todos la plata junta, y se fundan, y que finalmente los angloamericanos sean tan lúmpenes como los latinoamericanos, como dicen las sagradas escrituras.

27.8.07

leve acento sureño

calexico
Con total liviandad el estudiante de geología alemán señaló la tierra y diagnosticó: las conchillas que estamos pisando dicen que alguna vez todo esto fue mar.

No sería tan llamativo sino fuera que estaba en una visita guiada en las afueras de Malargüe, el departamento más grande de Mendoza, cerca de Las Leñas a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar, con una cordillera que nos separaba del océano más cercano, el Pacífico, del otro lado de Los Andes, trasandino. Después explicó de manera didáctica que eso pasó hace miles de millones de años, incluso antes que dos placas subterráneas colisionen lentamente formando estas montañas monstruosas y algún que otro terremoto. Suena a ciencia ficción.

El sur de los Estados Unidos siempre se me ocurrió como una especie de mar que fue vaciado por un movimiento social a fines del siglo anterior al pasado por unos sajones locos e imperialistas –muy parecidos a un terremoto- que coparon tierras ganadas al mar de lo mexicano, y que las conchillas vendrían a ser esos latinos nombres de las ciudades al norte inmediato del Río Bravo que aún persisten orgullosos. Desde los célebres Los Ángeles o San Antonio hasta los más ignotos Reno o El Paso. Pasando por Orlando, el estado de Nevada, San Diego, Colorado, Las Cruces, Sacramento, San Francisco, y siguen los topónimos.

Siguiendo con la metáfora marina, en el océano del inglés yo me mantengo a flote al estilo perrito. Leyendo traducciones de literatura norteamericana (o viendo series o leyendo historietas o mirando películas) siempre me sorprendió la referencia y el dejo de discriminación que tienen los estadounidenses para con el tristemente reputado “leve acento sureño”. No conozco mucho de la historia norteamericana, es un tema pendiente en mi vida.

En mi idea de lo sureño diferencio las costas de lo mediterráneo. Obviamente. Cuando se habla del leve acento sureño –tan odioso y ralentado como parece ser que es- no se está hablando de Hollywood ni de Miami sino de esa zona donde pulula el country, los westerns y los caballos; donde la ley que impera es la del Talión, donde Clint Eastwood es Dios y donde el paisaje más habitual es una gasolinera semiabandonada sobre un ruta interestatal ladeada de aridez y porfiado viento que no encuentra salida del continente desde siglos ha. Esa Norteamérica profunda que vota a los republicanos, toma Jack Daniels en chupitos y sin hielo y que tapona los retretes durante el entretiempo del súper tazón con cacona exclusivamente hecha de palomitas de maíz, cacahuate y cerveza Mill´s procesada en las primeras 15 yardas de la corrida de los zoquetes rojos a puerta.

No puedo menos que sorprenderme cuando advierto que las conchillas del mar de la conquista mantienen sus nombres hispánicos a pesar del paso del tiempo. Como una huella ancestral de civilización imborrable.

Y no puedo evitar sentimientos antagónicos como ser cierto orgullo y una lejana bronca, broncas que no debieran incumbirme y orgullos que no me pertenecen.

30.5.07

téster de violencia

La consultora Economist Intelligence Unit hizo un mapita con el llamado Global Peace Index, señalando con colores cálidos los que más nivel de violencia tienen y con azules los países más pacíficos.

Como se puede apreciar la Argentina está en amarillo: su puesto en el índice global de la paz es el 52. Estados Unidos está en el puesto 96º y le tocó en suerte un naranjín violentoso.

planisferio belicoso

Sin embargo, el informe consular de Estados Unidos para los ciudadanos norteamericanos que viajen a la Argentina advierte cosas como estas:

La mayoría de los ciudadanos norteamericanos visitan la Argentina sin problemas. Sin embargo, el crimen callejero en las ciudades más grandes, especialmente en el Gran Buenos Aires y Mendoza, es un problema para residentes y visitantes por igual.

Quienes visiten Buenos y otros destinos turísticos populares deberían estar alertas a los atracadores, carteristas y estafadores en las calles, lobbies de hoteles, estaciones de trenes y colectivos, y puertos.

Los criminales emplean una variedad de ardides para distraer y victimizar a los visitantes desprevenidos, como los mostaceros, que ensucian a la víctima y un carterista se ofrece a limpiarla.

Los manifestantes bloquean calles y autopistas, y causan embotellamientos y demoras en la circulación. Usualmente no son violentos, pero a veces se reúnen frente a la embajada de los Estados Unidos o ante sucursales de locales de origen norteamericano, por lo que se recomienda usar el sentido común y evitar en esos casos las multitudes reunidas para protestar.

Los accidentes de tránsito son la primera amenaza a la vida. Los peatones y conductores (norteamericanos) deben ser cautos, pues los locales ignoran las leyes de tránsito y los vehículos viajan a menudo a velocidad excesiva.

Las huelgas, la sobreventa de pasajes y los problemas técnicos en aeropuertos, que a veces derivan en demoras o en la pérdida de conexiones.

18.4.07

La pausa son 5 minutos y la Virginia es el Tech


Ni el coreanito,
ni su cañón,

a los virginios
los mató la corrupción
Un re-fana de Callejeros, al pasar, cantó esto el otro día en el Quilmes Rock. (No pasó, ¿eh?, digo, por las dudas, de pronto, me parece.) Diga 33. ¿Por que Bush fue allá y no acá? ¿Virginia Tech es algo así como la Universidad de San Andrés?

11.8.06

internacionales

Primera parada: Israel

Ayer vi el programa de Andy Kustnezoff, Argentinos por su nombre: triste.

Es lo mismo que el otro que le levantaron por mal rating, pero con peores panelistas. ¡Van a dejar de darle oportunidades a Martín Ciccioli alguna vez! Es el Verónica Lozano masculino. ¿Y a la impresentable Carla Czudnowsky? Ayer se hacía la gata con Roly Serrano, que la debe haber violado más tarde. Ahora que lo pienso la ecuación es la misma que Kaos pero sin los dos mejores, Castro -y su autorreferencialidad insoportable y querible- y el grosso de Ronnie Arias. El informe prometía, el chabón desde Israel, desde la guerra. ¿la guerra? Eso fue, precisamente, lo insoportable, no sólo no explicó qué es esa guerra sino que además daba a entender que le parecía divertida. Incluso en más de una oportunidad hizo chistes banales y superficiales con los entrevistados. Más allá de que me parece un tipo sin talento y con una fuerte tendencia hacia el mal trato sofovichiano tuvo un acierto: mostró unos chicos argentinos de 19 años que estaban enrolados en el ejército israelí aunque no querían estar ahí y cuyos padres se fueron de la Argentina por la inseguridad (risas) pero les parece bien que sus hijos den sus vidas por un país extranjero. Todo eso rociado –claro, es Kustnezoff- con chistes, tales como si siendo argentinos se levantaban minas por Erreway. Nunca editorializó nada. Patético. Andy te suelto a muerte.

Segunda parada: Londres

Alguien se creyó que hayan desbaratado 4 ¡cuatro! planes a la vez para atacar Pakistán, Estados Unidos e Inglaterra exitosamente justo que Estados Unidos y Francia se pelean a muerte por imponer la paz en cercano oriente cuando Bush le dijo a Tony Blair –hace nada menos que dos semanas- que Israel lo que debía hacer es atacar Siria, unos días antes todavía de que “el Estado de” finalmente masacre el Líbano. Es necesario que todos los medios de comunicación reproduzcan información de la policía londinense como fidedigna tras todas las irregularidades ocurridas –brasilero acribillado en el underground mediante- sin cuestionar -o poner en duda al menos- la verdad. Al menos que no le den tanta prensa. Es una vergüenza que todo esto suceda sin que haya un periodismo crítico. Nuestros medios no son la Fox, tapada de compromisos tácitos o no tanto, ¡Grupo Clarín no podés informar! Ah no, si con todos los tipos entendidos que hay en nuestro país en internacionales tus hombres son Andrés Repetto y Gustavo Sierra, claro, estamos al horno. No, claro, si tus dos incorporaciones para acompañar a los aliens Catalina Dlugi y Bebe Contepomi son nada más y nada menos que Diego Valenzuela y el Cholo Gómez Castañón.