Mostrando las entradas con la etiqueta El Gordo Triste. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta El Gordo Triste. Mostrar todas las entradas

7.3.10

responsabilidad social periodística


Miren qué tipo serio es Dario Gallo, director de perfil.com, uno de los portales de Noticias más importantes de este país:

(...) había rumores de golpe de Estado en la Argentina. La tranquilicé a la amiga diciéndole que en todo caso podría ser un autogolpe (?).

Se quedó re tranquila...

Luego de la lectura entrecruzada de panoramas políticos (?) y otras yerbas (?), me surgió la imagen de una Cristina azelayizada (lluvia de (?)).

¿Busca el gobierno una salida a lo Zelaya?

No lo sé, pero a ambos le quedan de maravillas los sombreros aludos -finaliza el gordo boludo.

Mientras tanto, dararararará

Mariano Grondona asevera desde la tribuna de doctrina:

Al denunciar una y otra vez que corren el peligro de caer como cayó el reeleccionista Manuel Zelaya en Honduras, ¿no es este destino -al que agregan la esperanza de que el fracaso de sus sucesores ante el atribulado país que les dejan aminore su culpa y les reabra el futuro- el que en el fondo desean los Kirchner?

4.8.08

Tittarelli not dead

Uno da vueltas
buscando el momento de dar el paso
No hay nada que no daría
por estar dentro de tu abrazo

Amar es eso
dos corazones bebiendo de un mismo vaso

Uno, Jorge Drexler

Tittarelli Malbec Label - Share on Ovi

Algún tiempo atrás investigue con éxito dispar las desavenencias de Cab Titarelli & su Sacacorchos Peronista. La experiencia historiográfica pereció antes de tomar forma definitiva –y aún perdura en algún cache de google, el inconciente de internet-. Lo que intentaba ser un homenaje al vino peronista por excelencia escondía un sentido orgullo, la empresa vitivinícola que mejor supo congeniar precio con calidad en las mesas de los asalariados y los descamisados.

Hasta la prensa internacional se hacía eco de tamaño milagro de la industria del vino, con estas palabras:

Titarelli - Share on Ovi

El orgullo nativo encumbró a la saga de varietales Tittarelli a marca argentina como lo son Aerolíneas Argentinas, YPF o Vauquita. Ya ninguno de todos estos emblemas son nuestros. Así como en el axioma yupanquiano -las penas son de nosotros; los viñedos, son ajenjos- ahora descubrimos que el capital apátrida no sólo se quedó con esta empresa henchida de patria sino que malaconsejado por un dudoso equipo de marketing de jóvenes imberbes renombran a Tittarelli con total impunidad, como quiso hacer Repsol con nuestros Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Veamos:

uno - Share on Ovi

Qué impunidad. Qué desazón. Qué tristeza infinita, porque no tiene fin.

Mientras se me ocurre alguna especie de presión viral para intentar evitar que nos roben quizás la última marca que orgullosamente nos representa como argentinos y peronistas, los dejo con una imagen que trasunta melancolía y arbitrio.

DSC01955_redimensionar - Share on Ovi

Oh, Suave, Oh, Tittarelli,

No te olvidaremos.

16.5.07

polaco


A 25 años de que Roberto "Polaco" Goyeneche cantara
junto a Ástor Piazzolla y su Quintento en el teatro Regina.
Fue editado como disco bajo el nombre de Noches del Regina.
Incluye estos temas: Tristezas de un doble A; La muerte del angel; Chiquilin de Bachin; El gordo triste; Cambalache; La ultima curda; y Balada para un loco.

Update: algunas canciones de ese show las tengo en una edición de 4 discos de Piazzolla que sacó Página/12 años atrás. En el disco 3 de Piazzolla Revolucionario.

piazzolla revolucionario
Entre estos temas, está El Gordo Triste, cantada por el Polaco Goyeneche, con letra de Horacio Ferrer y música de Ástor Piazzolla, y dedicada a Aníbal Troilo (¡qué cuatro!).

El Gordo Triste
Letra: Horacio Ferrer /
Musica: Astor Piazzolla

Por su pinta poeta
de gorrión con gomina;
por su voz que es un gato
sobre ocultos platillos,
los enigmas del vino
le acarician los ojos,
y un dolor le perfuma
la solapa y los astros.

Grita el águila taura
que se posa en sus dedos
convocando a los hijos
en la cresta del sueño:
a llorar como el viento,
con las lágrimas altas!
a cantar como el pueblo,
por milonga y por llanto!

Del brazo de un arcángel y un malandra,
se va con sus anteojos de dos charcos
a ver por quién se nublan las glicinas.
Pichuco de los puentes en silencio.

Por gracia de morir todas las noches,
jamás le viene justa muerte alguna.
Jamás le quedan flojas las estrellas...
Pichuco de la misa en los mercados.

¿De qué Shakespeare lunfardo
se ha escapado este hombre
que en un fósforo ha visto
la tormenta crecida;
que camina derecho
por atriles torcidos,
que organiza glorietas
para perros sin luna?

No habrá nunca un porteño
tan baqueano del alba,
con sus árboles tristes
que se caen de parado.
¿Quién repite esta raza?
Esta raza de uno.
¿Pero, quién la repite
con trabajos y todo?

Por un aristocracia arrabalera,
tan solo ha sido flaco con él mismo;
también el tiempo es gordo, y no parece...
Pichuco de las manos como patios.

Y ahora que las aguas van más calmas
y adentro de su fueye canta un pibe,
recuerde, sueñe y viva, Gordo lindo,
amado por nosotros, por nosotros.