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10.5.07

manoladas

¿Cuándo será el día que los músicos argentinos escriban así?

Desde Homero Expósito que no veo tanta genialidad. Y, claro, cositas de Spinetta y cositas de Flema.

Todo esto que trascribo es de un sólo disco de Manolo García, que se llama
Arena en los bolsillos y es de 1998.

Y si la vida es un sueño, como dijo algún navegante atribulado, prefiero el trapecio para verlas venir en movimiento.

Mi triste sonrisa alzada en las ramas, en los gallardetes, en las banderolas.

Quedaba mucho por hacer: arreglar la huerta, hablar con los perros, pasear por las orillas del otoño. Quedaba mucho por hacer. Quedaba mucho.

Porque de ti volví a aprender lo necesario: aprendí a sumar lo lógico y lo incierto. A poner la mesa. Aprendí a soportar sólo lo soportable.

En los vértices del tiempo anidan los sentimientos. Hoy son pájaros de barro que quieren volar.

En los talles de las mujeres te complaces. En cuadros antiguos y en herrumbrosas llaves. En el pasar sereno del cometa. En el cajón secreto de tu armario. En la luz brillante de las olas. En el oscuro abismo en que te meces.

Mándame en un sobre tu sonrisa rota. Rápido García. Yo te la compongo. Se reparan botas, bolsos de cuero y alpargatas, canastos de mimbre, diademas de borlas. Que soy zapatero, que soy zapatero remendón.

Con nieve de nardo yo te la remiendo. Con tela del aspa de un molino viejo. Con polvo del brillo de un trozo de espejo. Con el rabo blanco de un gato perplejo.

Súbeme al monte de las siete verdades o enséñame a besar como tú sólo sabes. Llévame esta noche a San Fernando, iremos un ratito a pie y otro caminando.

Llévame a ese cine, al de las sábanas blancas. O córtame el pelo. O vamos a robar naranjas.

Te espero junto a la farola. Palmeo por rumbas a James Brown. Si puedes mejor ven sola. Si me quieres pérfido soy santo. Si angelical me quieres, la rama podrida del árbol. Volveré. Volveré cuando el gallo no quiera comer.

Léeme a Polibio en el andén y así esperamos que llegue tu tren que tanto tarda. Mejor leemos a Platón. No calla. Léeme el Lecturas que tanto nos gusta. Un paralítico tren va silbando sobre la vía trazada con tiralíneas. Al Basiti, la llanura. Un mundo plano como punta del alfiler. El viento vuela tu falda. Nos salva el altavoz del andén. Y ahora gírate y anda hacia el tren que nos separará.

Llegaré con un saco cargado de agujas. Llegaré caminando sobre un alfiler.

Mi corazón es un tam-tam. Una postal desde Idaho. Un disco viejo. Una moto disparada. Un final de mes. Un túnel sin tren. Una granada. Un corazón que se desgrana. Es un avión sobre la Pampa. Hola y adiós, hasta mañana.

4.5.07

Manuel García García Pérez


En el ND Ateneo entran sentadas 657 personas. Ayer habría alrededor de 450. Entre ellos, en su mayoría, parejas de más de 35 años –y de los cuales una importante cantidad eran españoles de nacimiento-. No hubo un solo músico entre los asistentes. Algunos críticos respetables aplaudieron bastante: Alfredo Rosso y Claudio Kleiman. También estuvieron Daniel Grinbank, Osvaldo Bazán y Wálter de Okupas. A pesar de la poca convocatoria, a Manolo García se lo notó contento: salió a hacer muchos bises (muchos), se movió con gracia, se bajó entre los concurrentes como un profeta e, incluso, enfervorizado hacia el final, se trepó al superpullman y termino A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando con un fanático loco en la punta del palco, cantando a dúo. Ese fue el saldo arbitrario del show de un músico catalán en tierras porteñas, coronado por una exquisita versión “bolero mediterránea” de Nostalgias.

Fue la primera vez que me sentí parte de un ghetto en el que me gustó estar. Porque Manolo no es elitista para nada: sólo se explica que no haya ingresado en nuestro país por una impericia de marketing. Resumiendo: nada menos que 2 de sus decenas de buenas canciones entraron alguna vez en rotación. La primera, Como un burro amarrado en la puerta del baile, de su banda de entonces, los milagrosos El último de la fila, se paseó durante algunas semanas entre el puesto 25 y el 40 del ranking Los 40 principales de FM Hit, circa 1992. La segunda, Pájaros de barro, ya como solista, de Arena en los bolsillos (1998), es más conocida por la versión que le hizo la Niña Pastori en su insólitamente exitoso Joyas prestadas.

Pájaros de barro es una de las mejores canciones que se han escrito en este idioma, está claro, y ya fue dicho antes, para que no me juzguen de oportunista. La banda atacó de sorpresa –al galope sus caballos- con dos guitarristas eléctricos, un guitarrista español (que se convertía en eléctrico de a ratos; ¡temas con tres guitarras eléctricas!); un batero (que parecía argentino: al final se tomó en cuero una lata de quilmes, todo tatuado y fumándose un pucho, donde no se podía); una violinista sensual; un tecladista talentoso, un bajo joven y un percusionista –mezcla perfecta de Omar Mollo y Joaquín Cortés- que de a ratos se le animaba al cajón flamenco.

Manolo García se llama en verdad Manuel García García Pérez. Es artista plástico, diseñador gráfico, y músico: tocó con tres bandas (Los Rápidos –con la que fue telonero de los Ramones-; Los Burros; y la mencionada El último de la fila). Hace canciones, con lo difícil que eso es, sino pregúntenle a sus homónimos Charly, Leo y Érica. Dentro de este amplio espectro que es la canción, se puede hacer reduccionismo así: una inteligente mezcla de música pop, canción flamenca, sonidos de Ceuta y Melilla –la España árabe; el Magreb europeo- y un ajustado sonido rock, que cuando da rienda suelta a sus dotes, suena a esa banda de rocanrol que España nunca tuvo.

Nunca había tocado en la Argentina. Reconoció haber venido tres veces de vacaciones. Dijo que estuvo por el Tigre y que no escuchó pajaritos y que eso es un mal que no excluye a otros países. Se mueve medio torpe en el escenario pero despierta simpatía porque disfruta lo que hace. Tiene una voz que no se puede definir con palabras: como de pito, melódica, aflamencada y única. Es, físicamente, un batido perfecto de Al Pacino y Dady Brieva. Mantiene bajísimo perfil sobre su vida privada, sin que se llegue a saber demasiado sobre sus parejas. Enjuició a Operación Triunfo por manejo irresponsable de una canción suya. Vendió de a millones cada disco que sacó, menos acá, que ni se lo edita. Yo me enteré de casualidad con un afiche de vía pública caminando por la calle que tocaba, que vi un lunes para un show que fue el jueves siguiente. Menos mal.

Update: Me olvidé de decir que sus letras son muy buenas, además, como surrealistas y llenas de imágenes raras, con animales y refranes nunca dichos por ninguna abuela.


El último de la Fila - Remando sobre el polvo

Manolo García - Pájaros de barro

30.4.07

hermana duda

Jorge Drexler tocó el mismo día que Jaime Roos, el viernes.
Drexler hizo 3 fechas en el Gran Rex; Jaime sólo un Luna Park.
No sé que significa pero seguramente nada bueno.

El jueves que viene, sin que medie publicidad entre el suceso y el público, casi por casualidad, tocará Manolo García, ex líder de El último de la fila.

Hará sólo un ND Ateneo, mientras, por ejemplo, Fabiana Cantilo, va por el cuarto.
No sé que significa pero seguramente algo malo.

21.4.06

niña

Nuevo disco de Niña Pastori en el aire, Joyas prestadas. Flamenco pop de exportación, si tal cosa es posible, como si el flamenco podría ser exportable. Ja ja ja. Háganme reír, tal cosa es imposible. Nadie quiere llorar, la gente se acerca a preguntarme quién es esa que llora, y la respuesta es seca y sin matices: “Una cantante flamenca (sic).” Si venís con esa expresión no te va a gustar así que para qué matarme explicando que es una voz de excelencia: es al pedo, se me ocurre.

Joyas prestadas es un disco del tipo Otras canciones de Attaque 77.; o sea, 10 grandes canciones populares de todos los tiempos -estas, de habla castellana, cantadas por una de las mejores voces vivas-: para regalar, empaquetar, sorber y escuchar.

Ya había hecho antes la Niña covers. Hay una versión de Rayando el sol de Maná dando vueltas por ahí, que es para poner en un marquito. Hay una versión de Contigo en el disco de tributo de mujeres para Sabina, que sino es la mejor del disco pega en el palo. Hay una gran canción con Alejandro Sanz que se llama Caí (léase: Cádiz), que Dios andaluz me proteja, que cantan a dúo, un must del nuevo flamenco.

Joyas incluye: 1. Burbujas de amor, quién no se acuerda de un púber Juan Luis Guerra metiendo su nariz en tu pecera oh oh oh –que investigando para este post me vengo a enterar que estuvo inspirada en Rayuela de Cortázar y me ca… igo y me levanto-; 2. Vivir sin aire, y si alguien puede volver el tiempo atrás de que Maná sea inescuchable se acordará que cuando surgió esa canción la banda mejicana prometía, y que esa es una excelente canción-; 3. Lo eres todo, una canción que hiciera famosa Luz Casal; 4. María de la O, un estándar flamenco que llegó a comedia musical; 5. Angelitos negros, y recordar eso de pintor, porque pintas angelitos blancos, píntalos de negro, y dan ganas de llorar, porque; 6. viene Mediterráneo, una de los pocas canciones musicalmente lindas de Serrat, zarpada de grosura por esta mujer de voz de Chabela y cara de Bettina O´conell después de las corticoides y el embarazo y el programa de Utilísima; 7. alapucharelli, si, si, si, si, la mejor canción de todos los tiempos, la que cuando voy por la calle con mi emepetrésman no puedo dejar de cantar vergonzosamente en voz alta, la mejor canción de todos los tiempos, Pájaros de barro, del solista Manolo García –ex último de la fila- y ahora quiero sentir, ca-mi-nar, ahora quiero pintar… ¡y la canta la Niña! Es como si me dijeran a mí qué canción querés que cante alguien que te gusta, es como si me dieran la posibilidad de pedir que Goyeneche cante Imágenes paganas; además, 8. Cuando nadie me ve, esa canción de amor desesperado de Alejandro Sanz que junto a ¿Y si fuera ella? marcan la diferencia estilística y conceptual de Sanz, que se escapa a 10 cuerpos de cualquier competidor por el podio de cantante latino; 9, Todavía, un bolero armandomanzaneriano, y cuántos tiene este señor, que es tan grosso que no tengo ni ganas de explicar por qué lo considero como un gran grosso; para terminar, 10. Hoy igual que ayer, de Los Chichos, o mejor dicho el antepasado directo anterior de Estopa, buena señal, mejor canción.

Cuando podré regresar a encerrarme / contigo en un patio / dejar que el viento entre las macetas / silbe por tangos / por fin veré a mi gente / por fin te veré / Caí del mentidero / muero por él, yo quiero volver // Caí por la madrugá / como me huele a sal mi Caí / y pa nosotros dos / tengo a mi Caí, con perdón / ay de los que preguntan / qué es lo que tiene ese rincón / Niña / Caí se bebe el sol / Caí es la brisa marinera / que remienda tu corazón / con la sonrisa más morena.

15.12.05

anuario

Hoy es el primer día en mucho tiempo que tengo un rato libre como para postear algo y -al mejor estilo corviniano- voy a intentar hacer un resumen de lo que el año trajo a mis orillas, en todos los ámbitos. Un resumen, un inventario.

Me recibí de periodista, comenzamos una revista, Bipolar, y me mudé a un-dos ambientes luminoso y correntoso: tengo deudas -cosa que nunca me sucedió- y sigo solo -cosa que siempre me sucedió-.

Entrevisté a Gabo Ferro, Eleonora Wexler, Francisco Solano López, Ariel Minimal, Facundo Arana, Celeste Carballo, Carlos Belloso, Cachito Vigil y el padre Farinello, entro otros.

Los mejores del año fueron, como dudarlo, Babasónicos. Otra vez. Son los mejores de todos. Claro que hubo perlas, pero nada tan adhesivo y tan cerradito como los muchachotes de Lanús. Entre las perlas se confunde lo que uno descubrió en 2005 y lo que verdaderamente surgió en 2005. Por ejemplo descubrí una canción de Paul McCartney de Band on the run -un domingo que Boca le ganaba a Gimnasia 2 a 0 en La Plata- que es de la década del 70. Eso no cuenta, ¡pero cómo cuenta! Se llama: Let me roll it.

Vi películas nuevas: El Padrino, La naranja mecánica, Scarface, El extraño mundo de Jack, Looking for Mr. Goodbar y El aura.

Compré pocos discos pero escuché muchos: no voy a dar mis preferidos porque ahí se cae en subjetivismos, voy a hacer un top ten de los discos que más escuché, que es un poco más realista, porque si un disco te gustó pero no lo escuchaste nunca, dudo que haya gustadote mucho:

1- ¿La calle es tuya?, Estopa. (1024 escuchadas completas).
2- Anoche, Babasónicos (704 ec).
3- Canciones que un hombre no debería cantar, Gabo Ferro (694 ec).
4- Alivio de luto, Joaquín Sabina (693 ec.)
5- Astronomía razonable, El último de la fila (504 ec).
6- Eco, Jorge Drexler (451 ec).
7- El viaje a ninguna parte, Bunbury (421 ec).
8- El sol detrás del sol, Pez (421 ec).
9- Para las almas sensibles, Pez (420 ec).
10- En vivo en Buenos Aires, Cacho Castaña (409 ec).

Las mejores canciones del año (nuevas y estrictamente 2005) fueron:

1- Para las almas sensibles, Pez.
2- Sobre madera rosa, Gabo Ferro.
3- El peor dragón, Adicta.
4- Fuego, Intoxicados.
5- Pobre duende, Babasónicos.
6- Al otro lado del río, Jorge Drexler.
7- Don, Miranda!
8- Placita Cazón, Flavio y la Mandinga.
9- Con lo que eso duele, Joaquín Sabina.
10- Tampoco el mundo hace las cosas demasiado bien, Iván Noble.