A través de un diálogo entre el cuerpo y el alma el autor contrapone los impulsos juveniles y la inexperiencia a la sabiduría. Esta particular confrontación le permite reflexionar acerca del ser, el cómo ser, la diferencia entre la esencia y la identidad, la relación con el tiempo, la elección entre el vértigo y la vorágine, y las cuestiones metafísicas fundamentales, el arte, la ciencia, la política y el amor.
Por esos desfiladeros se deslizan: los sueños, la imaginación y la fantasía, la razón y los impulsos, el encanto y el desencanto, las utopías, los deseos y las culpas, el apego y el aburrimiento, la amistad y el amor, la felicidad y el dolce far niente, a través de una escritura que recurre a imágenes y lenguaje poético.
En este libro se nos abre sin ningún pudor, partiendo de su propia esencia: la poesía, poniendo en palabras lo que su accionar viene expresando desde siempre, su convicción de que el cielo no tiene techo.
Visto en el escritor portátil.
Por esos desfiladeros se deslizan: los sueños, la imaginación y la fantasía, la razón y los impulsos, el encanto y el desencanto, las utopías, los deseos y las culpas, el apego y el aburrimiento, la amistad y el amor, la felicidad y el dolce far niente, a través de una escritura que recurre a imágenes y lenguaje poético.
En este libro se nos abre sin ningún pudor, partiendo de su propia esencia: la poesía, poniendo en palabras lo que su accionar viene expresando desde siempre, su convicción de que el cielo no tiene techo.
Visto en el escritor portátil.
1 comentario:
Recomendáselo a Mengolini el libro, a ver que dice.jejej.Abrazo.
PASA POR MI BLOG.Es medio monto,pero bue.
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