14.3.11

monsanto

Subjetividad K. Una muestra de ese precipitado de identificaciones que resulta el kirchnerismo militante es un texto de la sección de Radio Nacional llamada “Sabés qué...” que escuché el jueves pasado. Decía: “El 11 de marzo de 2008 el ministro de Economía Martín Lousteau anunció la Resolución 125, que inició un enfrentamiento entre el Gobierno y cuatro entidades rurales. El conflicto duró 128 días y terminó con el voto no positivo de Julio Cobos. El gran ausente en todo el debate fue la multinacional Monsanto. Monsanto, que es el principal productor de semillas transgénicas del mundo, vende en conjunto la semilla de soja y el Roundup, pesticida que contiene glifosato. El glifosato se utiliza para matar la maleza en los cultivos de soja y lleva a las primeras etapas del cáncer. En Argentina se consumen 150 millones de litros de glifosato al año. En Google, Monsanto aparece seis millones de veces. En Clarín, durante los meses del conflicto con el campo, Monsanto sólo apareció nombrado 13 veces y en ninguna con relación al conflicto por las retenciones móviles. Investigación nacional, periodismo sin ruidos, encontramos lo oculto”.

Tras la desaparición de Julio Ramos y el retiro de la gráfica de Héctor Ricardo García, no quedan otros medios desde donde haga tanto tiempo que se critique la ambición totalitarista de Clarín como en las publicaciones de Editorial Perfil. Pero comparar las menciones de Google, que recopila decenas de miles de medios de todo el mundo a lo largo de décadas, con las de Clarín durante tres meses es tan desproporcionado como hablar del cancerígeno glifosato sin decir que es el Gobierno y no Clarín quien permite su uso o que sin el glifosato no se podría producir la cantidad de exportaciones de soja que anualmente sustenta la economía argentina.

Jorge Fontevecchia



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