19.1.09

de estas maneras, asís

Quizás sea cierto que la coraza de cínico que se viene probando desde hace más de tres décadas busca esconder un hombre más o menos sensible. O quizás haya sido en su momento un personaje para vender un par de miles de libros -auque apuesto más a la primera línea de hipótesis-. De cualquier manera el verosímil está tan bien construido que Jorge Asís no sin esfuerzo puede ser leído como un tipo con temor a demostrar sus debilidades, y que de tanto esconderlas, debajo de toneladas de palabras bien ensambladas y de una oratoria envolvente y seductora, el personaje que se construyó se lo montó para siempre. Y hoy tenemos sin querer al Jorge Asís esclavo de sus manías y sus miedos. A lo mejor, siendo benévolos, sea cierta esta semblanza.

De cualquier manera sus inseguridades son leves a nuestro sustento cuando el tipo va de vice de Sobisch. Pero si no le importa a él, me pregunto, qué nos debería importar a nosotros.

Bueno, malas noticias, a nosotros nos importa porque es un genio, y siempre da bronca que los genios sean cínicos o acomodaticios. Cuando con algo de rebeldía podrían ser otra cosa, algo más componedor para la sociedad, da bronca. Y entonces escarbamos en Asís y entrevemos que no era otro, que sólo logró acumular más prestigio (del difuso), y que no sólo se lo creyó: juzgo su parnaso inmemorialmente merecido. Y vino un ex presidente y lo nombró embajador y se lo puso al hombro, así de simple, por qué no debería de serlo, si lo único que pedía era cariño, atención, que se le condecoren tardíamente los honores que le correspondían. Y consagrado en circuitos menores el tipo se puso del lado menos atractivo y se tiró a chanta.

Y a lo mejor sea ese el atractivo que conserva Jorge Asís todavía (porque nadie puede negar que es un interesante, un imprescindible). Un outsider, que se regodea en su solitaria manera de oponerse, compañero de fórmulas inviables, vocero de si mismo, escriba de ningún multimedios, biografista módico –como le gusta a él nomenclar a los mediopelo-, bloguer estrella.

Asís es un gran escritor y un orador fenomenal. Pero más que nada es un compadrito de barrio, el que verbaliza el error del otro y se come la trompada. Porque es un bardero pacífico, o módico, de vuelta, su propia medicina. Le huye a la dudosa honorabilidad de los puños. Boquea, sí, pero pone la cara.

Pero no quiero ensañarme con Asís por cómo se acomodó al comodísimo estatus, porque no hay nada más cómodo para el que no sabe qué quiere que la comodidad. Nosotros mismos en la década del 90 hinchábamos por Jorge Lanata y hoy, gracias a YouTube, ese mismo tape nos demuestra que nuestro pollo tenía que ser Asís, que los equivocados éramos nosotros, porque el director de Página/12 no era lo que vendía, y Asís no tenía una cohorte de adulones y un séquito de progresistas en la retaguardia. Porque iba solo y aguantaba los trapos, un dogo argentino de las peores causas. Aún en sus contradicciones Asís era y es un tipo que sólo se jode a si mismo, hace su trabajo, defiende lo que más le conviene, y se va a su casa tomar un vino acorde a sus alianzas estratégicas del momento.

Iba a ocupar este primer post serio del año en hablar de Flores robadas en los jardines de Quilmes, pero es más interesante el autor que la obra, porque su obra es él. El artista es él. El libro nos esboza un Asís que era aún el boceto del Asís que hoy conocemos, con sus mismas virtudes y un puñado menos de desavenencias públicas. Todavía era querible sin condiciones ese Asís ochentoso.

Best seller como pocos convenció a 350.000 tipos y muchachas a reservar su ejemplar, el Soriano gorila, un Fontanarrosa en falsa escuadra que no publicaba Clarín. Un tipo brillante y aún accesible. Cínico, pero sensible. Ilustrado pero popular. El Asís casi autobiográfico que no soporta estar con quien realmente ama porque Samantha, ella, se descubre mejor que él, más liviana y desprejuiciada. El Asís que descubre tempranamente que la militancia suicida conduce a la muerte, pero no puede dejar de envidiarla secretamente, envidia secretamente a quienes son capaces de creerse una causa hasta el punto de dar la vida por ella.

Él no es oligarquía, él se traviste de oligarca, y eso se nota, principalmente porque es culto, porque no es ignorante, porque tiene una mirada propia del mundo, es decir no fue educado en la santa trilogía del campo, la iglesia y las fuerzas armadas. Asís es el típico producto de la escuela pública de antaño. Se construyó a si mismo, no es lo que los padres esperaban de él. Asís, el cheronca del barrio, el engrupido, el que de tanto querer cagar más alto que su culo un día cagó desde la nuca, y desde la nuca se cagó en todos. Revancha mal entendida, lucha de clases como lo entiende la clase media, salvarse. Se vengó: de don nadie en la Argentina a plenipotenciario en Lisboa.

Hoy que el ascenso social está imperializado en lo material el arrojo de Asís de escalar de clase siendo un hombre de letras, lo resignifica. Partir de Arlt y llegar a Mujica Láinez.

Quizás la culpa de la mediana cobardía de no haberse jugado nunca por nada hizo de Jorge Asís este personaje actual tibio, insalvable, que en vez de escribir novelas que captaron mejor que nadie el pulso de los sectores medios despolitizados, es levadura para agrandar la masa de una valija o un supuesto resentimiento presidencial. Poco esfuerzo intelectual, flojera, guita fácil, al servicio de nadie.

Dejó pasar la oportunidad de vender buenos libros honestos por vender libros deshonestos, narrados con la misma destreza.

Pero como es uno de los mejores, y porque no hay tantos, se lo perdonamos, esperando el equilibrio que deparará la sabiduría de su pronta senectud.

17 comentarios:

AGUANTEJAURETCHE dijo...

Querido Emo, aquí le habla un antiguo fan de Asís, que lo descubrió bajo el seudónimo de Oberdán Rocamora en crónicas imperdibles de un rally mucho más largo que este del Dakar (Vuelta a la América del Sur), adonde fue de copiloto mandado por El Diario De La Argentina -al que también supo retratar, aunque sus antiguos compañeros aún hoy lo odian por el gran deschave del que fueron objeto-.
Lo que nunca me cerró de Asís es su coqueteo con los servicios, y luego su menemismo explícito.
Se podría haber redimido si hubiera renunciado a su sueldo de embajador que aún hoy sigue cobrando.
Pero 6 lucas verdes x mes para un paisano de Villa Domínico es una jugosa jubilación anticipada que el antiguo vendedor de retratos a los canguros de las villas no va a desdeñar jamás.
Aún así, luego de Jauretche, no hay epiteteador más brillante que el Paisano.

Ahí llegó el Químico... dijo...

Muy bueno...

Anónimo dijo...

Te gustó ese libro? Fue uno de los pocos que dejé por la mitad. Empieza bien; pero después se pierde y no vuelve más.

Pero yo soy sólo un anónimo más.

saludos.

El Conurbano dijo...

el post es brillante. Muchas de las (buenas) cosas que decís del Turco las comparto. Pero coincido con Aguante Jauretche: su relación con los servicios es, por lo menos, resbalosa (igual todo bien, muchos escritores "progres" tienen allí sus fuentes), y lo otro, lo de la guita: para un pibe como yo, eso es imperdonable. Entendería que cualquiera de sus ex compañeros en la escuela nª66 agarraran esa guita, pero a él no. Porque además nunca aprovechó esa guita para un retiro creador, sino que se la gasta en putas y escribe libros de mierda, como, digamos, los que escribió en los últimos 15 años.

AGUANTEJAURETCHE dijo...

De cualquier modo, si hay algo que redime al paisano, es esa vocación de levantarse minas.
El entre que le hace a Samantha (en los 60s, cuando a las minas tenías que hacerles un verso muy fino para llevártelas a la cama, todo un anacronismo en estos tiempos), a mí me sirvió varios años después y de manera bastante exitosa para el mismo objetivo.
Ese entre, o recitar el poema de Girondo ("No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo...", etc, etc.) fueron mis caballitos de batalla en mis cacerías nocturnas años ha.
Sólo por eso al fin del camino el Turco Asís recibe mi perdón.

Martín Zariello dijo...

Notable, Emo, verdaderamente notable. Una fluidez en la prosa como pocas veces he leído. Muy bueno de verdad.

Anónimo dijo...

¿El Soriano Gorila?
No entiendo. Soriano es gorila (o fue, bah)

Mer Antoinette dijo...

Entiendo perfectamente tu punto. Me han dicho algun vez exactamente lo que estás diciendo vos en este post. Yo, por mi parte, nunca he leido nada de este autor controversial, pero experimento un sentimiento similar con el facho hijo de re mil p... de Varga Llosas... Hay la ideología...
Esta semana, otro disco de Madonga!!!

Trefo dijo...

En ese libro está el fragmento donde Asis se le caga de risa a un Borges viejo e indefenso. ¿Quería irreverencia?
En ese mismo tono le chantó a Gerardo Romano "en la mesa de los transgresores vos no podés ni servir el café".
Tenía con que guapear Asis.

caca dijo...

ja ja, excelente, le tiró esa, y "trasgrasor módico". Romano le imitaba los tics y quedaba como un pelafustán. Tristísimo. Todo desgarbado, tanto que casi se invertebra sobre la mesa, haciéndose el lúdico, el docontracté, el casual tursday. Y el otro lo sobraba desde un pedestal.

Gracias a todos por pasar y dejar sus denuncias y sus vitores para el genial Asís. Especialmente al Corvino, por quien viene.

Pero ojo que en Jardines el ya se vanagloriaba de coimear camiones. Se reía de la militancia diciendo que el era un deshonesto crónico.

Esa es la virtud, nunca se vendió impoluto, el personaje que se armó ya venía con fallas de fábrica.

En estos días dijo que la oposición es "el delarruismo sin de la rúa". Tremenda definición.

De Carrió dijo "Es una empresa de demoliciones que no sabe que hace con los escombros que genera".

Anónimo dijo...

Y también definió a la CC como "Coalición Rivotril" y dijo que la UCR se ha convertido en una ONG.
Hay otra cosa que quiero reconocerle y de la que me enteré hace pocos días cuando leí La marroquinería política: Asís fue uno de los pocos que criticó en su momento la prórroga por 10 años de las licencias de radio y TV que decretó Kirchner en 2005. Prórroga cuyas consecuencias él mismo predijo claramente: "Cuando los empresarios de los medios (...) ya no tengan más ventajitas imaginables que sacarle, al primer atributo de vacilación y certificación de patética desnudez, no tendrán otra alternativa que convertirlo en charqui, hacer jirones de sus innumerables flancos de debilidad y ponerlo a secar al sol."
Saludos

Carlos Tofla dijo...

Hola a todos... Es mi primer comentario en este blog, a pesar de que lo leo desde hace un tiempo...
Sólo quería resaltar la genialidad del título del post, no sé por qué nadie lo había mencionado antes, pero es brillante...
Respecto de Asís, es el típico personaje con el que no podés -en una primera aproximación- no sentir un asco profundo, pero que al tiempo debés reconocer que su inteligencia te cautiva. Si alguno leyó a Tulio Halperín Donghi sabe bien de lo que estoy hablando...
Saludos.
CT.

Luciano dijo...

Brillante posteo, Natanael. Coincido casi en absoluto con la semblanza que hacés del Turco.
Para mí es un escritor clave de la literatura nacional, aunque el canon lo ninguneé.
Asís no es hipócrita, y esa es una virtud que la progresía bienpensante, en general, no puede ostentar. Defendió a Menem porque era indefendible, y tiene huevo para bancarse cualquier debate.
Además, el tipo tira definiciones políticas memorables, aunque uno pueda no compartirlas.
Cuando dice que el nucleo duro del kirchnerismo entra en una van porque son doce personas, yo me cago de risa, porque no le falta razón, y más vale que ciertas cosas de la cocina política se digan así y no de otro modo.
Pero la definición de la oposición como "delarruismo sin De La Rúa" es colosal, porque en una frase deja marcado el grotesco que es hoy la oposición.

Un Abrazo, Natanael.

PD: Si no lo leíste, te recomiendo Los Reventados, para mí uno de los mejores libros del Turco (aunque todos son buenos).

caca dijo...

Ok, Luciano, gracias por el dato, no sabía por dónde seguir. Está toda su producción reeditada a 10 mangos.

Cresto dijo...

Más allá de la bronca que genera sus posturas políticas y ese coqueteo con servicios y con la derecha de la derecha... no puede negarse que el tipo es un escritor emblemàtico.

Digo lo que siempre digo: Jorge Asís es a los años '70, lo que Roberto Arlt es a los años '30.

Efectivamente hay un ninguneo en el canon literarios, pero me parece que eso se està revirtiendo... En Puàn (quizàs uno de los centros del canon) se lo està empezando a leer.

Muy bueno el post...

Horacio dijo...

qué post espectacular, no sólo porque estoy de acuerdo en un 90%, sino porque la mayoría de los que estamos de acuerdo no somos capaces de expresarlo de esta manera (bah, yo por lo menos no soy capaz de expresarlo de ninguna manera)

a modo de humildísimo aporte, pego acá la dirección de un post que hice hace algún tiempo luego de leer flores robadas

http://compartiendoboludeces.blogspot.com/2008/03/detalles-de-un-libro-que-me-gust.html

Anónimo dijo...

Hola Nata, ¿para cuándo el homenaje a García Lupo? (Como no tengo blog para hacerlo yo mismo, molesto a los que sí trabajan, je, je). Saludos, Lito.