16.5.11

El Puntero


Se estrenó El Puntero, ficción seria de Pol-Ka para este 2011, año electoral, sobre un militante barrial del Conurbano, interpretado por el enorme Julio Chávez. Y generó mucho ruido en las redes sociales, se vio bastante, fue lo más conversado de la tarde noche de ayer en twitter, día del superclásico y el comienzo del fin de la era Palermo en Boca, que no representaba un tema menor de charla, por cierto.

Y las repercusiones fueron variadas. Gustó mucho en una audiencia amplia y generó bronca en la twittósfera nac&pop. Malestar entre los militantes, entre los que miran con buenos a ojos la militancia y entre los exégetas de cinchar por la política en esa líquida discusión política vs. antipolítica.

Entre las cosas a favor destacan las actuaciones, cosas del guión y un supuesto halo de realidad que lograron plasmar que se parece “tanto a la realidad”, según dicen, lo que se ve en los noticieros. Determinada clase media que dice que la realidad es lo que los noticieros dicen que es la realidad. Ir a confirmar lo que se piensa, nadie debería ser condenado a prisión por comodidad intelectual. En líneas generales la serie entregó lo que se esperaba de ella.

Hablaba con un amigo el día sábado de El Puntero, nos esperanzaba la complejidad de los actores escogidos (De la Serna, Luque, el mismo Chávez) y que el sólo hecho de hablar de un tipo de personaje tan malhadado como un puntero sólo sería beneficioso, porque abundaría en una profundidad, una humanización del demonio del ser político de base.

Por su parte los libros son de Mario Segade, un tipo que viene de hacer Lo que el tiempo nos dejó y que tiene en su haber Resistiré, es un hiato a la confianza.

El tema de los estereotipos fue subrayado a su vez, que los personajes hacen lo que se espera que hagan y dicen lo que se espera que digan, y está bien la crítica desde una esperanza de arte, pero El Puntero busca ser un programa popular, visto, no un segmento de prestigio, por lo que un poco de “estereotipamiento” no sólo es lógico sino necesario, al menos, al principio.

Y un puntero no es un militante romántico, no es el Padre Mujica. Es un tipo con ambición, rosquero, pillo, muchas veces sórdido. No se puede edificar la autoridad en una villa sin una dosis de violencia, verbal, y también física. Criticar eso en términos de la política en tanto cosa prístina es no entender el funcionamiento de una autoridad barrial. A pesar de estar difusos los límites zonales, no sabemos quién podría ser el intendente Hugo Iñiguez ni cuál sería ese municipio raro, por momentos demasiado Villa Urquiza. El Gitano (Chávez) habla con su ex por webcam (?) y rosquea por Blackberry (contra la lógica organizativa total del Nextel), un gesto pop que lo pinta como un valiente al Gitano.

Sus salieris son Luis Luque (Levante) y Rodrigo de la Serna (Lombardo), dos estereotipos, a su vez, el abnegado militante bienintencionado, y el pibito ambicioso malhablado y violento, que representan también dos estilos de conducción y de lealtad. Esas dinámicas se desarrollarán más adelante, en los avances del próximo capítulo, pero El Gitano como buen dirigente mantiene ambas subconducciones porque le proporcionan distintas cosas a su estructura. La ausencia, su privación temporaria de la libertad, posicionará los diferentes estilos de conducción de sus subalternos. Luque es el héroe del militante sensible (portaba un Nesternauta en la dorsal, es abnegado y compañero) mientras que De la Serna es un héroe del whisky, más.

Volvamos al comienzo, está bueno que se hable masivamente de política, y Chávez es el protagonista, el puntero, y el protagonista de una serie popular es siempre querido por su audiencia, el lado luminoso del puntero invariablemente se verá y humanizará al rosquero barrial. Se debatirá el tema. Excederá la miniserie. Los dirigentes barriales asistirán a programas de televisión, carne y hueso, a contar verdades, sus experiencias.

9 comentarios:

MarianoMundo dijo...

en serio es un iñíguez? No la ví, vale la pena, en definitiva?

Andrés dijo...

"Y un puntero no es un militante romántico, no es el Padre Mujica. Es un tipo con ambición, rosquero, pillo, muchas veces sórdido. No se puede edificar la autoridad en una villa sin una dosis de violencia, verbal, y también física. "

¿Así se hace política en un barrio?
lamentable.

caca dijo...

no, si vas a hablar en plan paolo el rockero con el tipo que vende frula, ¡buena onda!

caca dijo...

no es la gran cosa iñiguez, tampoco lo peor. puede mejorar

Matias dijo...

El debate esta bueno, creo que esta bien que muestren lo peor y lo mejor de esa instancia de la politica.

Estaria bueno que hagamos tambien, en vez de Sr. Y Sra Camas por ejemplo. Algo que hable de los medios, el poder, la patria financiera, los milicos, etc.

Aplaudiria tanto uno como otro, mostrar lo peor de la sociedad, con machazas actuaciones y tan buena produccion sirve de disparador, destruir para construir.

Saludos

MarianoMundo dijo...

Es cierto que el hecho de hacer una ficción con temáticas políticas, tal como lo vienen haciendo en Telefe desde hace algunos años, es todo una hazaña para la TV actual (que dicen que copia a la realidad). El desafío será no reducir el personaje a un estereotipo clasemediero. Es cierto que todos nosotros, al escuchar el concepto "puntero" tenemos la idea que claramente Matías describió acá. Estaría bueno que con el tiempo se puedan romper esos límites y enriquecer el imaginario con otras sutilezas.
Qué Chávez esté en la tira es, al menos, un buen comienzo.

Horacio Gris dijo...

Es interesante. Veremos cómo se va desarrollando.
A priori hay que decir que es una serie producto del kirchnerismo, por el cual se da una resignificación social de la política. La política toma un lugar central desde el 2003 para acá, dejando atrás el sontodoslomismo. ¿Alguien hubiera imaginado posible una serie con esta temática en el 2001?

saludos!

Demian Paredes dijo...

Dejo el link de mi crítica a la serie, y a los crìticos (por derecha e "izquierda") que hay:

http://artemuros.wordpress.com/2011/05/19/el-puntero-un-engranaje-de-la-politica-capitalista/

DP

uno dijo...

Interesante. La verdad viniendo de canal 13 pensaba ignorarla complemtante, pero le voy a dar una oportunidad.

En 2001 el unitario paradigmático fue Okupas, excelente reflejo de lo que pasaba esos años. Como la cultura de lo marginal ascendía a las clases más altas en ese contexto de destrucción. Esa serie marcó a una generación.