4.9.09

los gráficos

Antes que nada, prestar atención a lo que dice el Diego sobre la droga y el fútbol, haciendo referencia a este servicio de El Gráfico con todas las tapas de su larga y fecunda historia dirigida por mostros como Cherquis Bialo y seres como Aldo Proietto, de los que recuerdo.



En esta primera oportunidad vemos a un Diego a "esto" de la sobredosis de versace. Un Diego que sin titubiar le dijo a Macri, "sin embromar, Cartonero, esto es Boca, no es Sevel". Tremendo, como se dice ahora, falso de toda falsedad.

Abajo lo vemos a Carlitos.



Qué pancho -piensa Carlos y se lleva una mano a la frente-. Te acordás cuando la clase alta se cultivaba, aprendía idiomas, francés. Yo aprendí francés... ¡y era futbolista! Jugaba más o menos, algún gol hice. Y este tipo no sabe ni siquiera hablar inglés y estudió en un colegio bilingüe, el newman o algo así. Antes la oligarquía te cagaba más que ahora pero al menos te daba un Borges, un Pepe Bianco, un Bioy Casares, un Mujica Láinez... ¡No se calla! Ma sí...

Tenés que dar una explicación, la gente de Boca lo merece -supone Macri-. Si te vas por razones personales quiero que lo digas y si lo hacés por otros motivos, también quiero que se conozcan.

Dije que no iba a hablar -dice Carlos, se para y se va.

Después Borocotó seguiría ese mismo derrotero pero con toda la prensa en contra.

Quedémosnos con el recuerdo de El Gráfico de Il Corvino.
(...) Por esa época era tan fanático del fútbol que me conmovía oler la fragancia del papel en que se imprimía El Gráfico. Lamentablemente además de fanático del fútbol era muy pobre –aún más que ahora- así que mi padre, que precisamente no tenía 28 yates como el padre de uno de mis cuentos, compraba El Gráfico muy de vez en cuando. Cuando llegaba con El Gráfico –se lo ponía adentro de su campera para darme la sorpresa- para mí era, como dice un personaje de Saer en Cicatrices, la locura. La vida es injusta: cuando tuvimos un poco más de plata tomé conciencia de que El Gráfico era pura mierda y no me lo compré más. Eso sí: me los guardé todos y puedo asegurar que El Gráfico fue uno de los medios más fervientemente menemistas de los 90’. (...)
Archivo, ojo que es droga.

6 comentarios:

Horacio dijo...

PRIIIIIIIIII

Horacio dijo...

vamos carajooooo!!!!

pero pará, cuántas libertadores ganó borocotó?

Ariel dijo...

¡qué arranque! ¡cómo lo disfruté! Macri había interrumpido, se le plantificó al lado, lo pegajoseó, lo intimó... Pero él arranco y se fue. Y lo dejó de garpe. Punto final.

Locales, Libertadores, Intercontinentales... Y dejarlo pagando al Delfín de Franco. En cierta medida, como el Diego: hay cosas que sólo él las hizo.

G-Fer dijo...

Como laburante en El Gráfico, debo hacer cierto descargo...

Fervientemente menemista eran sus dueños, los Vigil (Ed. Atlántida) primero y Carlos Ávila (TyC) después, y el impresentable Aldo Proietto. Convengamos que muchos periodistas deportivos lo eran, empezando por el anunciador de indultos Niembro y otro impresentable, Lázaro "Marcelo Araujo" Silberman (ahora que labura para la TV Pública, se definirá como "menemista portador sano"?), el mismo Cherquis Bialo, Julio Ricardo, y siguen las firmas...

Igualmente, el declive de El Gráfico comenzó mucho antes, bajo la dirección de Carlos Fontanarrosa, creador y mucho tiempo conductor de "Polémica en el Fútbol", programa en donde el 90% de la "tribuna" eran claque, como uno que se presentaba como hincha de San Lorenzo y hoy es conocido por conducir -hace años- un programa de cable sobre educación juvenil. Fontanarrosa transformó a la revista en una especia de Radiolandia del deporte, donde era más común encontrar notas de chismes sobre deportistas que artículos sobre el deporte en sí.

Después de la nefasta gestión de Proietto, apareció Mariano Hamilton, ex-Clarín y Olé, quien prometió "democratizar la redacción". Lo primero que hizo fue cargarse a toda la segunda línea y poner tropa propia (la misma que hoy labura en la reborn again "Un Caño": Llonto, Caravario, Mauri). Luego, gastarse un palo verde en un rediseño hecho por una empresa amiga, que a pesar de dar como el culo en los estudios de marketing, terminó siendo el que salió en el relanzamiento de la revista. Y cuando el fracaso fue estrepitoso, llamar a una asamblea para que los que cobrábamos $1500 nos bajáramos el sueldo para que no lo echaran a él (que cobraba US$ 16000) y sus mariscales (que no bajaban de US$ 10000).

Hoy estamos remando en dulce de leche, tratando de devolverle la dignidad a la revista, a pesar de las presiones de Torneos para que nos sumemos a sus operaciones. Y no es un laburo fácil, cuando la empresa nos chantajea con números -muy cuestionables- negativos.

Paladino dijo...

Esa revista muchas veces me dio de comer, mi viejo las vendia como antiguedades en la feria de San Telmo. Tengo un pilon muy grande, si queres para tu cumpleaños te regalo algunas.

natanael dijo...

Buenísimo el comentario G-Fer, una clase.

Viejo, no cualquiera, pero alguna puede andar, por qué no...

Saludos a todos