-¿Tené mbaum? -No, no me quedó

Ahora que se terminó la semana TXT, puedo hablar de algo que tenía atragantado en la traquea: Ernesto Tenembaum.

Hace tiempo publiqué una frase de Arturo Jauretche sobre Mariano Grondona. No sé cómo hizo para pintar tan bien al Doctor medio siglo atrás pero Jauretche lo hizo, lo que indica que Grondona no cambió su estilo, lo que habla de alguien coherente en su maldad.

Decía: El silogismo de Grondona está perfectamente construido, pero es simplemente un sofisma. Toda la habilidad consiste en partir de una premisa falsa cuya falsedad se disimula.

El silogismo de Tenembaum no sé si está perfectamente construido, pero es simplemente un sofisma, de todas maneras. Toda la habilidad consiste en partir de una anécdota menor, cierta, y cuya certeza subraya.

La idea sería esta: El padre de un compañerito le dijo a Tenembaum en el campo de deportes del colegio mientras esperaban que los chicos jugaran un partido de handball: “Trato de comprender a Kirchner pero no me sale”. Tenembaum retoma esa anécdota de supuesto sentido común y a partir de ahí empieza a hipotetizar usando su sentido común, que es un poco más especial que el sentido común medio -digamos que el sentido común de Tenembaum está entrenado y bucea con un poquito más de profundidad que el sentido común de cualquier padre de familia- porque trabaja de eso, está claro.

Tenembaum sólo opina. Es un tipo que construyó toda una carrera a partir de su opinión.

Y de usar frases.

Cortas.

Con punto.

Y a parte.

Hasta hace tres meses me gustaba Tenembaum, aunque me enojara ese sofisma. Pero se lo perdonaba. ¿No podía al menos hacer lo que hace Sandra Russo? Buscar una cita más ilustre. La Russo hace lo mismo que él pero en vez de arrancar desde lo que le dijo la madre del musicalizador en Radio Mitre mientras esperaba que el baño se desocupe, parte de Barthes o de Foucault. La otra cosa que tiene a favor Sandra es que es más honesta y no le pone una veleta a su concepción del mundo para que cualquier viento le modifique el sur.

Capaz es porque es más capaz, capaz que es por eso.

Ya sabía que había mucha gente enojada con Tenembaum porque me muevo en ese espacio que lo quería y que ya no lo quiere. No hay nada peor que no te quiera alguien que antes te quería mucho. Que ya no te respete alguien que antes te respetaba.

Me puse muy contento cuando empezaron con Palabras más, palabras menos. Me puse súper contento cuando para analizar el primer cacerolazo los sentaron en Telenoche a él y a Zloto. No podía creer lo que dijeron ese día. Me dieron ganas de llorar. Estaba casi llorando antes al escuchar la clase media que tenemos batiendo cacerolas a favor del campo ¡en Almagro! Iluso creí al principio que estos tipos, desde adentro del Grupo Clarín, podían llegar a ser algo así como la pata progresista del multimedio. Hasta les vi futuro en eso de ser la centroizquierda del Grupo Clarín.

El problema no es que no defienden al Gobierno, el problema es que defiendan a Miguens. Miraron la Argentina con la perspectiva que dan las anteojeras de los grupos concertados de poder. Me empecé a levantar más temprano para escucharlo en Radio Mitre para escuchar si en ese espacio decía otra cosa. Peor era. Cada editorial era vergonzosa. Le llegaban mails de oyentes enojados pero ni bola. Los contestaba con una seguridad de sí asombrosa.

Tanto les cuesta mirarse un poco, tener un poco de autocrítica. Tanto les cuesta pensar que todos los tipos que se siente defraudados no lo hacen desde la violencia sino de la pena de perder a 2 de los únicos tipos que más o menos interpretaban el mundo desde nuestro lado.

Ahí tienen el blog nuevo lleno de comentarios lapidarios que ellos se toman con un humor cínico incomprensible. Es como si un día viniese un amigo y te dijera “me defraudaste loco”, y vos le contestaras, “ja ja ja, ¿qué críticas salame?”.