4.10.06

huido bro

Hubo dos publicidades con complejo de Edipo por estos días; ambas de celulares. La de Movistar del día de la madre tiene una canción linda (Rufus Wainwright - 14th Street) y el protagonista se parece a mí, cuando era más pequeño, aunque nadie coincide con esto y me responde que “yo soy (era) más lindo”.

La otra es de Personal y es más linda y el protagonista es gordito y simpaticón. El conflicto surge cuando la madre le profiere zalamerías a una planta opulenta en tono susurral. El niño entreoye, se siente desengañado, anda en motoneta lloriqueando y después intenta fugarse de su casa. El remate es un “Me llevás” a la madre por parte del niño, que denota de qué manera uno muta de enojo a olvido, en esos años, con facilidad.

Me dio sonrisa y dos anécdotas parecidas vinieron a mi cabeza. Creo que todos tenemos algún intento de fuga entre tierno y patético en la niñez.

La huida de Nolugareña

Se había enojado con Madre por cuestiones trascendentales, entonces Nolugareña se dijo a sí misma “Así no, con Don Cámara, no”. Y se decidió a emanciparse cuanto antes. Aprovechando que Madre subió a tender a la terraza oteó el pasaplatos y le robó plata. Una suma suculenta que la ayudaría a sobrepasar el crudo invierno a la intemperie con sus 9 octubres. Sin el fantasma del paco -el único paco peligroso era el tío carpintero-, hurtó un billete de dos pesos y se aventuró a la aventura de la sobrevivencia. Habiendo caminado 2 cuadras, parece ser que cambió de opinión y empezó a dudar sobre si recular. Transitada la tercera calle llegó a Murguiondo y Santander -para esa edad era una mundo lejano Murguiondo y Santander, como Villa Pueyrredón o Antioquia-. La aventura estaba terminada. Entonces se compró un Tofi blanco en el kiosco de la esquina y volvió rápido antes de que mi mamá hubiera bajado de la terraza y antes de que empiecen Los Pitufos.

La casi huida de Natanael

No sé qué había pasado –pero seguro le habían dado la razón a alguno de mis hermanos ante algo, o eso creí yo, que es lo mismo- pero me enojé mucho y refrendé –con el dedito a lo Rocamora- que me iba de casa, lejos, a buscar mi destino, lejos ya de la injusticia del amor fratrial. La disyuntiva encontró su lugar –como tutor al tallo- ante la decisión de qué escoger para emprender la huida: no me podía llevar todo. Alienado con la idea del exiliado de los dibujitos no se me ocurrió mejor idea que buscar un palo de escoba y un pañuelo lo bastante grande como para anudarle a uno de sus vértices, a modo de bolsito. El primer inconveniente fue que el único pañuelo grande que recordaba era de mi mamá y tuve que sigilosamente ir a la cómoda –porque ella no iba a venir, porque, se sabe, es cómoda- y robárselo. Ya sentía culpa. De todo lo demás que me quería llevar lo único que quería preferentemente era las bolitas. Debía ser una de esas épocas en las que se jugaba a las bolitas, en mi infancia era cíclico ese tema; a veces se jugaba, a veces no, en la cancha de tierra del colegio-. Las acumulaba en un adorno que era una representación de una plancha de planchar de madera que se abría como una boca de pelícano por uno de sus costados y dejaba ver una concavidad en la que las bolitas dormían el sueño de los justos. La cosa es que justo que había abierto el pañuelo sobre el piso y quería verter las bolitas sobre el lienzo verde y negro de seda de Madre, Madre abre la puerta de la pieza. El escozor me empujó a acelerar el proceso para que no descubriera qué estaba haciendo, con tanto ímpetu que las bolitas dieron saltitos por la pieza –con su ruido característico- y Madre no entendía. Tuve que explicarle que me iba a ir de casa, que el pañuelo era para el palo, que lo único que me iba a llevar eran las bolitas: le exigía con los ojos que me pidiese que me quede. Menos mal que me lo pidió. Después tuve que juntar una por una cada bolita, que fueron a parar a confines tales como el priorato de Sión, debajo de la cama, Estambul o adentro de una zapatilla.

14 comentarios:

Martín Zariello dijo...

Natanel: tu fuga es una adopcion argentina de la famosa huida del chavo ("no te vayas chavo"). Esto que contaste de la infancia me dio ganas de comer criollitas con manteca (las comia de pequeño): perdon que no pongo acentos pero no lo encuentro (igual no se poner acentos). No se si sabias que Huidobro, el poeta chileno, huyo de su terruño con una puber de la mano y esa huida lo enfrento (metaforicamente) con la huida comprometida de Neruda que se va de Chile con los manuscritos de su nuevo libro comprometido, etc. Gracias. Saludos.

Anónimo dijo...

Me rei mucho (pero mucho!) con la anecdota de las bolitas.

Te leo, Mati, pero no siempre te escribo.
Y despues cuando nos vemos nos decimos "pero que ech@ mierda que estas!" ..jejejeje

amigos son los amigos.
BESOTES!

Anónimo dijo...

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caca dijo...

Qué tema el de Neruda. No le encuentro la comprometidez en ningún lado, pero algo será... en general no me gusta, aunque me gusta la poesía, pero no me cierra. Hay tres poemas sin embargo que me parecen muy buenos.

Acá van, antes, lalalaround, jamás diré que estás hecha mierda, en todo caso lo dirás vos de mí ;) Y ese señor que escriba en castellano que no se lo entiende nada.

____________1

HEMOS PERDIDO AUN ESTE CREPÚSCULO

Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

____________2

Oda a la critica

Yo escribí cinco versos
uno verde,
otro era un pan redondo,
el tercero, una casa levantándose,
el cuarto era un anillo,
el quinto verso
era corto como un relampago
y al escribirlo
me dejó en la razón su quemadura,
y bien los hombres,
las mujeres,
vinieron y tomaron la sencilla materia,
brizna, viento, fulgor, barro, madera,
y con tan poca cosa, construyeron paredes,
pisos, sueños.
En una línea de mi poesia
secaron ropa al viento,
comieron mis palabras,
las guardaron junto a la cabecera,
vivieron con un verso,
con la luz que salió de mi costado,
entonces llego un crítico, mudo
y otro lleno de lenguas,
y otros,
otros llegaron ciegos
o llenos de ojos,
elegantes algunos,
como claveles con zapatos rojos,
otros estrictamente vestidos de cadáveres,
algunos partidarios del rey
y su elevada monarquía,
otros se habían enredado en
la frente de Marx
y pataleaban en su barba,
otros eran ingleses,
sencillamente ingleses,
y entre todos,
se lanzaron con dientes y cuchillos,
con diccionarios y otras armas negras,
con citas respetables,
se lanzaron,
a disputar mi pobre poesía,
a las sencillas gentes que la amaban.
Y la hicieron embudos, la enrollaron,
la sujetaron con cien alfileres,
la cubrieron con polvo de esqueleto,
la llenaron de tinta,
la escupieron,
con suave beningnidad de gatos,
la destinaron a envolver relojes,
la protegieron,
y la condenaron,
le arrimaron petróleo,
le dedicaron húmedos tratados,
la cocieron con leche,
le agregaron pequeñas piedrecitas,
fueron borrándole vocales,
fueron matándole sílabas y suspiros,
la arrugaron e hicieron un pequeño paquete,
que destinaron cuidadosamente a sus desvanes,
a sus cementerios,
luego se retiraron,
uno a uno,
enfurecidos hasta la locura
porque no fui bastante popular
para ellos,
o indignados de dulce menosprecio,
por mi ordinaria falta de tinieblas.
Se retiraron, todos,
y entonces, otra vez,
junto a mi poesía,
volvieron a vivir mujeres y hombres,
de nuevo hicieron fuego,
construyeron casas,
comieron pan,
se repartieron la luz,
y en el amor,
unieron relámpago y anillo.
Y ahora perdonadme señores
que interrumpa
este cuento que les estoy contando,
y me vaya a vivir para siempre con la gente sencilla.

____________3

PIDO SILENCIO

AHORA me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos

Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raices preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.

nolugareña dijo...

Jajaja! Me Mató! Don Camara, el tofi blanco, el pañuelo verde y negro (que hoy en día yo uso, Rocamora... La interactividad de tus post estan tomando un vuelo impensado.

Muy bueno, me hiciste reir y llorar en un mismo post. Sos el Luis Sandrini de la Blogosfera.

nolugareña dijo...

Era Luis Sandrini o Pepe Biondi? Nunca me acuerdo!

Anónimo dijo...

Ya que vos comentaste las propagandas de Personal y Movistar he encontrado el lugar para manifestar mi estupor al ver la propaganda alusiva al día de la madre de CTI.
Les resumo para el que no la vio que la propaganda se basa en hechos impoortantes, trascendentes , heróicos si se quiere de un hijo que su madre cuenta por teléfono a alguien al final del comercial. Y remata con algo asi como "nadie va a hablar mejor de vos que tu mamá".
Lo peor del caso es que uno de los últimos "logros del nene" es alzando a upa a un nene negro (puesto como ejemplo en el mismo lugar como apagar un incendio o que te aumenten el sueldo). Si tu mamá se pone orgullosa porque alzas a upa a un negro como mínimo es RACISTA y no merece ningun regalo para el día de la madre.
Pido perdón si omito u olvido algo, pero la indignación no me permite escribirlo de otra manera.

Leon-a

Anónimo dijo...

Me emocione hasta las lagrimas. Mati muy tierna tu historia, Maro nunca te habrías perdonado si te perdías el cap. de los Pitufos.

Yo siempre quería huir, ponía todos mis ositos en una mochila y emprendía viajes frustrados a lo de mi abuela.

Vivi

caca dijo...

NL: Es Sandrini, Biondi sólo hacía reír y reír en la misma película.
Spirit, gracias por tu invalorable aporte.
Leon-a, la vi ayer por eso no dije nada en el post de esa, igual el hijo ya está grande... es raro lo del racismo porque en realidad no hacen carga peyorativa pero la suma: celular+madre+mercancia+mediomasivodecomunicación da racismo, yo pensé lo mismo.
Vivi contá más de tus periplos a lo de tu abuela con los ositos! Es lejos de tu casa lo de tu abuela? Como se abortaban esos impulsos? Fueron muchos?

No sé por qué emociona tanto este post pero es una capacidad mía seguramente, soy un talentoso de la palabra, ja ja!

Ah me olvidé de decir que una bolita quedó en la verguenza de la necesidad de padres aún, la incapacidad para la emancipación que luego subsidié con bonos de u2 con una tasa de 2 por ciento anual atada al índice de la inflación.

reinita neurótica dijo...

AAAAAAHHHHHH QUÉ LINDO POST POR DIOOOOOOOOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Lo más lejos que llegué yo fue la puerta del garage, pero me había armado un re bolso de viaje, tenía 11 años...
Una grossa tu hna, comprarse el tofi blanco...
Saludos Natanis siga escribiendo preciosorrrrrrr como siempre

wallychoo dijo...

SU-BLI-ME !!!! este post.
Yo a los 7 años me fui de mi casa , a lo de un tio, me buscaron como media hora, hasta que me delato mi perro (colita) cuando empezo a mover la cola como loco cuando me encontro en lo de mi tio....."Que vivia al fondo de casa"...... Un atrevido vio....ya me zarpaba de niño...je je je

Anónimo dijo...

Villa Pueyrredón no es un mundo lejano Natanael!!! Jeje...
Hermoso post Nene, lindísimo...

La Momia dijo...

Nunca quise irme de casa hasta los 25 años,era todo taaan rico en casa...hasta que mi hermano tuvo novia y las persianas fueron demasiado delgadas para soportarlos...igual los quiero eh?

Martín Zariello dijo...

Que mentira!!! Desde los 15 años que venías diciendo de irte!! Por eso nos das la coca cola sin gas??? Maldita momia te vamos a dar una marsu-corvino paliza.