22.9.10

portal del elegido (epílogo)



Prometo que desde este momento dejo -en este blog- de hablar mal de Perfil. Y cumplo.


Es duro. Porque es un enemigo fácil, identificable, que da con mi peso, pero al que no le entran las balas. Como Lucas, en esa canción de Silvio, que iba matando canallas con su cañón de futuro. La última vez lo vi irse entre humo y metralla, contento (sí) y desnudo (esperemos que no).


Pongamos que hago un cuadro sinóptico de Perfil.


Encuentro dos personas fuertes nomás. Ni firmas hay, todas son prestadas de otros lados. Vieron cuando dicen que el kirchnerismo son pocos. Perfil, son dos. Uno intelectual, Jorge Fontevecchia, y otro que es mano de obra, que es Darío Gallo. Y no hay más. Es decir que Perfil no es nada. O sí.


Voy a hablar bien de Darío Gallo de quien dije tantas cosas malas. Oh, entropía, en el momento que dejo de hablar de Perfil, hablo bien de Darío Gallo.


Yo lo conozco a Darío Gallo desde hace mucho, de una manera silenciosa. Lo leía en su blog cuando esperaba trabajar en los medios dados, y no, pero sí. Hice bien. Porque Darío (lo voy a llamar Darío) es un tipo inteligente. Entiende mucho mejor internet que cualquiera de nosotros, blogueros. El tenía un blog, bloc, le decía. Del periodista. La parte por el todo, sinécdoque.


Bloc del periodista.


No sé si es cierto, porque no es normal eso, pero le fue bien con el bloc.


Darío era el CEO de Noticias, hombre de confianza de Fontececchia, y con los números de venta en lo más alto convenció al otro que el futuro era internet. Y dejó su cargo para ser el editor en jefe de Perfil.com.


Tanto su manera de hacer periodismo en Noticias como en Perfil.com es despreciable, como despreciable es Fontevecchia, pero Darío entiende las nuevas tecnologías. Vieron como son las cosas...


Tiene capital, digo, tiene empleados (algunos, perjuro, porque los conozco, geniales) y otros despreciables (como los medios que mencioné antes), es decir, esos harán carrera.


Pero el mundo es más complejo que las sentencias y no alcanza con ser despreciable. Hay tipos despreciables pero buenos. Esto es un elogio. (Un día estuve a punto de mandarle un mail, menos mal que no lo hice porque el off the record le hubiera quemado en el inbox.)


Darío fue el impulsor de twitter cuando twitter no era nada. Hoy decimos twitter y todos más o menos entendemos pero Darío le daba manija a twitter cuando decir twitter era decir nada. De hecho, no me hice la cuenta en ese momento por tarado: hoy tendría un usuario mucho más amigable.


Entender Perfil es entender la lógica inasible de las balancitas de Noticias. Tanto es así que Darío permitía hacer tus balancitas, por + ó por -, antes. Cuando internet era otra cosa, cuando había portales, páginas de inicio.


Me peleó con Darío Gallo porque es un contrincante digno. Un tipo que entiende de periodismo amarillo de nueva generación, que apuesta a esbirros de amarillismo moderno, probablemente Perfil.com sea el diario online más interesante, para odiarlo, o para amarlo. Por molesto, jodido.


Con estas líneas termino de hablar de Perfil (ya dejé de hacer posts recomendando blogs) por lo que no sé cómo de seguirá el mío.


Me voy con una canción de Alejandro Sanz: Eso.



Primero, que tú has sido para mí
lo más grande de este mundo
yo que fui lo que tú digas
pero que hasta te regalo aquellas risas.

Dos, que alguna vez quisimos compartir
el breve instante que es la vida

y tres, que hoy yo vivo en las ruinas de un silencio
que va dejándome sin voz

lo que no entiendo:

Es que ahora vengas otra vez a prometerme
una vida entera, pero a tu manera
¿en qué momento de mi largo caminar
perdimos eso?

Verdad que soy difícil, pero he sido para ti
lo único profundo
también verdad que procuraba estar conmigo
cuando estaba más confuso

Tú tratando de existir
que me perdone el universo
y yo guardándome el secreto
que ya no quiero escuchar otro bolero más
tú empeñada en que querías ser feliz
y yo sentir,
lo que no entiendo:

Es que ahora vengas otra vez a prometerme
una vida entera, pero a tu manera
dime amor, ¿en qué momento de mi largo caminar
perdimos eso?

Yo te buscaba en los azules
y me enfrentaba a tempestades
y ahora no sé si tú exististe
o eres sólo un sueño que yo tuve
pero es que hay gente
que no consigues olvidar jamás?
no importa el tiempo que eso dure

Una frase resumió
lo diferente de los dos:
hoy seguro ya no hay nada
y lo que dure amor duró

No se puede ser verdad si yo

Yo te buscaba entre las nubes
y me enfrentaba a tempestades
y ahora no sé si tú exististe
o eres sólo un sueño que yo tuve
pero es que hay gente
que no consigues olvidar jamás
no importa el tiempo que eso dure

No puede ser verdad si yo

Ya no te busco en los azules
ni me enfrento a tempestades
ya no me importa si me quisiste
porque en mi sueño yo te tuve
además hay gente que no consigues olvidar jamás
no importa el tiempo que eso dure

2 comentarios:

caca dijo...

No se hace, pero que lindo tema Ale.

Eso.

"Lo que no entiendo: es que ahora vengas (otra vez) a prometerme una vida en entera, pero a tu manera."

Debería ser materia pública de canción popular con contenido.

Martín Zariello dijo...

Temazo.