4.8.10

duró su guerra lo que un pedo en el aire

El 6 de noviembre de 2006 recordaba, fundido a negro:

(...) Yo sé que Ricardo Iorio es odioso. Sin embargo no dejan de gustarme sus discos ni de caerme simpático él. (...) Recién vi escrito el nombre de Víctor Hugo Ghitta [ex editor de la Rolling Stone] por ahí y recordé una editorial de Rolling Stone sobre una nota de un número anterior que hicieron –y que sí publicaron, con los destacados bien destacados-.

(...) Como no le gustó lo que Iorio dijo, Ghitta, de penitencia, aclarada en la editorial, mandó a no criticar el disco de Almafuerte –le hizo doblemente bien: le hizo publicidad y justo ese disco era (y es) malísimo (Piedra libre, 2001)-.

La cosa es que por esa época elegían como artista de la década a Eminem y le publicaban notas en las que decía que había que matar a las mujeres fáciles, a su propia madre, a las mujeres difíciles, a alguna prima lejana (qué fuerte te pusiste, yo no sé qué comiste), y a las que quedaban; por turras, parecía que había que matarlas. Y además, con los puchitos de su odio, mandaba a matar demás etnias y grupos sociales.

Ahora pasa que.



3 comentarios:

Kluivert dijo...

Oh, mi corazón ricardista palpita de emoción. Sábado en Flores, tapa de Rolling Stone (?) Me enteré que una de sus reflexiones en el reportaje es que la selección no salió campeón porque los jugadores escuchan mucha cumbia.

Anónimo dijo...

Y bue... No se de que te asombras ????

Abrazo Nata



Wally

Martín Zariello dijo...

También dice que los satélites hacen que los chicos tengan tendencias homosexuales y que quiere hacer un disco de versiones de Robie Williams(?). Aguante Bonavena, tragaleches!