13.6.10

Una compu y una tele, para poder twittear

Hay matrimonios que funcionan: la menta y el chocolate, el morral y el estudiante de Ciencias de la Comunicación o, sólo por poner algunos ejemplos, Artaza y Cherutti. Eso que los críticos gastronómicos llaman “maridaje”, la sociedad que potencia las partes. Bueno, la televisión y las redes sociales, andan muy bien de la mano, y son un hábito cultural cada vez más extendido. Cierto es que Facebook en nuestro país es la red más usada. Pero no le otorga al televidente participativo la posibilidad de la instantaneidad. En ese espacio vacante entró Twitter, vertiginoso y fugaz. Al revés de Facebook, que es tan popular como inenarrable, Twitter tiene una lógica, rara, sí, pero con el beneficio de ser unívoca. Hay 140 caracteres para decir algo. Un pensamiento, un chiste, un comentario. A su vez, se tiene que seguir otros twitteros mientras se es seguido por tantos otros, sin necesidad de reciprocidad. Por lo que un cholulo inhábil puede followiar a 522 famosos y ser seguido sólo por su hermano. O viceversa, se puede ser el entrenador del Corinthians, como efectivamente pasa, no seguir a nadie, y que te sigan 1.400.000 personas.

Para ser amigo de alguien en Facebook, sea éste primo, músico o efectivamente amigo, el otro te tiene que aceptar. En Twitter no, uno puede seguir vida y obra de Flavia Palmiero sin que la diva lo sepa, cada usuario acepta que sus emisiones (tweets) sean semipúblicos –y el semi es decorativo, siendo que ya Twitter se toma en los medios como una fuente–.
El soporte internet, sea desde una blackberry, un celular 3G o una notebook, delante de la TV, permite la instantaneidad de compartir con seres afines lo que estás viendo en vivo.
También se da el caso inverso con resultados dispares, programas de TV que usan el éxito de estas plataformas ya sea como espacio de comunión o para la búsqueda de una audiencia generadora de contenidos. En ambos casos nuestro país se destaca haciendo punta. 678 Facebook es una experiencia disruptiva que se salió de la web tomando patrones afines a las representaciones políticas y asamblearias. En Un Mundo Perfecto Pettinato lee en vivo el Muro del programa de esa misma red social, logrando el récord nacional de adhesiones, cercanas a las 760 mil, a las que “les gusta eso”.

Las redes sociales son como ese río en el que uno no se puede bañar dos veces, porque el río ya no es el mismo, y porque uno mismo tampoco ya lo es. Y mientras tratamos de entender “¿Qué pasa?”, como te inquiere Twitter a modo de bienvenida, convivimos con la buena noticia de saber que ya nunca más estaremos solos de madrugada viendo qué tanto puede hacer una Philips Juicer.

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3 comentarios:

MarianoMundo dijo...

buen posteo Emo.
Lo efímero de la cosa es lo que sobresale.
Cómo no me gusta eso.

Horacio dijo...

che, ayer me metí en el sitio de niapalos y no estaba la entrevista a estebitan

CENSURAAAAA!!!!

laconicalambada dijo...

ehhhhhhh q bardeás a los estudiantes de comunicaciónnn?