Quería agradecerte José María Aguilar, con esta sentida misiva de despedida, por haber sido el tipo que supo convencernos de que el progresismo dirigencial en el fútbol nuestro era posible. Florida y docta verba, en partes iguales, que allá lejos, dos períodos presidenciales atrás, nos deslumbró. Oratoria que nos hizo ilusionar con un mundo mejor, e, incluso, envidiar, ay, de vuelta, a River Plate, por tener un dirigente a la altura de las ideologías, nosotros, con Mauricio Macri haciéndose patrón de la Casa Amarilla.
Quería agradecerte José María Aguilar porque supiste convencer a los socios futboleros más educados de este país de incluso lograr la reelección, a pesar de los ya entonces magros resultados deportivos, postergando 4 años más tu reinado. Es cierto, cada vez con menos exposición pública, pero, a cuentagotas, con declaraciones que argumentaban con capacidad y elocuencia las negativas de Francescoli a todo, los ídolos históricos jugando en San Lorenzo, la contratación de Paniagua, los barras empleados por el club que mataban hinchas, la enésima gambeta contractual de Ramón, los sobres a Recondo.
Quería agradecerte José María Aguilar porque supiste encarnar como nadie el ladriprogresismo de época, pero trasladado a la pelota. Quién hubiera dicho que eso pudiese ser posible en el club más aristocrático de este país, los Millonarios votando al más progre. Porque tras el orgullo del colegio propio, lograste que en los quinchos no se precise para el asado de ninguna chispa para encender el fuego, conseguiste que no existiera la necesidad de celebrar ninguna alegría para que vuelen los corchazos en fin de año. Por la llegada de tantas bandas internacionales, por el show de Jonas Brothers.
Quería agradecerte José María Aguilar especialmente por la política de compra venta de jugadores. Cuando joven miraba con odio y envidia insana las inferiores de tu club, que como continente recién descubierto ofrecía materia prima valiosa, pero barata y en cantidad. De 3 a 7 jugadores de nivel internacional por año, que se quedaban sus buenos campeonatos, ganándolos. Con qué alegría veía llegar centrales que no serían titulares en los Pumas de la UNAM: Paco Gerlo, Talamonti, Ameli, Nico Sánchez, Cabral.
Quería agradecerte José María Aguilar también por lograr cosas impensadas en mi remota infancia, que River pudiera perder de local con cualquiera, que no encuentre la pelota en 90 minutos, que los hinchas tuvieran de ídolo a un tipo, Fabbiani, que aún no había jugado un solo minuto con la casaca de la banda. ¡Que los más grandes hayan en un campeonato salido últimos, lejos! Pequeñas alegrías que sé no se repetirán nunca más y que agradezco haber presenciado, para poder contar en mi vejez a ocasionales e incrédulos jóvenes.
Quería agradecerte José María Aguilar por generar una política interna riverplatense con un nivel de rosca que reduce a los legisladores de la oposición del congreso nacional a la estatura de pichis, de aprendices. Tenés que ir a dirigir un posgrado sobre Conducción Política a la Universidad de San Andrés, grosso.
Por vender todos los mejores jugadores rápido, en paquete, y por dos pesos. Por haber logrado que los únicos pases que se triangularon con final feliz no hayan sido para manejar la pelota en el medio campo, sino para evadir impuestos. Por generar un River contrito, que puede fallar, humano. Eso iguala al fútbol, es la distribución de la grandeza; necios, los que lo niegan.
No voy a decir nada malo de José María Aguilar, porque -como dijo Alejandro Fabbri en alguna tribuna universitaria hace poco- en este blog no sé puede hablar mal del presidente de River, es un verdad tácita, que nos bajan desde arriba.
Por todo ello, estarás eternamente en mi recuerdo José María Aguilar, amigo.
17 comentarios:
emo: Por que no te vas a la fjdskigfisdghbvksbgksdbgksdbgksdnlsgm
Hay tanto para agradecerle...
El colorado Lussenhorf, San Martín, Abelaidas, perder con Racing, perder cn el rojo luego de 13 años, mirar la tabla del descenso...
Y perder definitivamente un estilo de juego.
No entendí lo de Alejandro Fabri. El post es genial, casi tanto como el currículum mortae de abajo (los currículum mortae me parecen un hallazgo periodístico, tienen más gracias e ingenio que toda la carrera de Mario Mactas).
Creo que ya me hablaron mis únicos tres lectores de River.
A esto me refería Corvi:
http://www.youtube.com/watch?v=tddv_uDRP24
Otro de sus logros: quemar jugadores en River y regalárselos a otros clubes en donde, aunque no la rompieran en la mayoría de los partidos, si lo hacían MUY ESPECIALMENTE cuando nos enfrentaban.
Gracias, JMA
Yo soy gallina y marplatense como Il Corvino, che.
Perdone Casta! Seguramente hay más, pero los tres primeros son militantes de la gallinez.
Soy gallina y me da una tristeza tan grande ver a River en la situación actual que ni siquiera me sale una buena puteada para este forro.
Lo único que queda es la espranza de un futuro diferente. Y mejor por supuesto.
Fuera Aguilar!!!!
Buenísima la apología del hombre de la cara con airbag. Lástima que ya vuelva el m*n*mismo a CARP: Caselli Jr., Santilli Jr., Carlos Vicente Ávila, Marianito Merca Figueroa...
Yo también soy de River...
Qué tristeza que me dio este post, ja.
Saludos!
Miremos el lado positivo el innombrable éste no gana mas una elección ni implementando una asignación universal por hincha.
En cambio ¡menudo favor le hicieron ustedes, bosteros, a la sociedad argentina!
Una sola palabra:
¡¡¡TA-LA-MON-TI!!!
excelente post
la verdad que aguilar es mas ladriprogresista que artemio
(y casi tan inutil)
Un ultimo servicio de José María, que vaya a asesorar a Cobos y Carrio; ellos se lo merecen.
Un abrazo plumífero
Los bosteros le deben mucho más a Josema que a cualquier presidente que hayan tenido en toda su historia.
Yo me uno palabra por palabra al "homenaje" a Aguilar. Se lo merece íntegro. Eso sí, me duele acá recordar que la primera vez que vi jugar a nuestro amado River fue en 1947 (1-0 contra Vélez) con aquella delantera de Muñoz, Moreno, Di Stefano, Labruna y Lousteau. Salimo' campeone' ese año, salimo'.
Jajaja, me hiciste cagar de risa, y eso que soy de River. Lo de ladriprogresismo le calza justo al gordo ladrón.
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