10.12.08

lesa humanidad

Argentine Navy and AF pilots interned in Montevedio
after unsuccessful revolt against Peron, groups in barracks.
Location: Uruguay | Date taken: June 1955
| Photographer: Hank Walker
El 16 de junio de 1955, la Aviación Naval bombardeó Plaza de Mayo, partes de Barrio Norte y barrios obreros al sur. Nunca se contaron ni identificaron esos muertos. Un nuevo libro relata su historia y una comisión de investigación ya contó 321, para homenajearlos con un monumento.

Choreado del Escriba
jpf

11 comentarios:

theguru dijo...

A veces hay daños colaterales, pero a ese populitas de mierda habia que voltearlo sea como fuere. Demagogo cuanto mal nos hiciste. Hasta todavia después de muerto

Verboamérica dijo...

Queda alguno vivo?
Pregunto de ignorante... pero si es así, no merece una cita con la Justicia?

Anónimo dijo...

Espero que estén todos vivos, y que sean juzgados por genocidio como corresponde.

NI UN PASO ATRÁS, COMPAÑEROS.

Mario Paulela dijo...

El agregado de la sangre es el toque.
Todo un editorial, Nata.
Fijate que se te metió un bicho en el blog.
Saludos

Mario Paulela dijo...

Quedan varios vivos. Impunes y respetados por sus similares. Uno de los pilotos asesinos, paradojas de nuestra historia, era el hermano de Rodolfo Walsh. Alucinante.

Anónimo dijo...

Se que no tiene que ver directamente con esto, pero quiero despejar una duda, alguno sabe cuanto hay de cierto en esto:

http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=15281&pagina=4

Saludos.

Primo Louis dijo...

Mi abuelo estuvo ahi.
Era oficial de fuerza aérea. Según la tradición familiar "se salvó de que lo envenenaran inyectándole algo en el hospital porque la enfermera lo vio muy jóven y le dio cosa, pero los peronistas mataron muchos oficiales despues del fracaso".
Vengo de una familia de gorilas, de los que se tomaban muy en serio su gorilismo.

Por suerte después llegue yo.

nanolefou dijo...

Uno de los episodio mas aberrantes de nuestra historia: impune, aun reivindicado por algunos canallas.

El ingenio popular pudo con aquel dolor y siguió su lucha: la cruz sobre la V, pintada en las paredes (cristo vence) se convirtió en una P sobre una V: perón vuelve.

La niña santa dijo...

El lunes pasado, feriado, aproveché la iniciativa del Gobierno y me fui a conocer la Casa Rosada, por dentro. Además de lo imponente que es verla del otro lado (imperdible la sensación que a uno le genera SALIR por la puerta grande de la Casa y tener la mejor e inigualable vista de la Plaza de Mayo de frente), conocer sus pasillos, patios internos, salones, ver el tan promocionado busto de Alfonsín junto con el de todos los otros (los centrales son el de Perón y el de Yrigoyen), los olvidados y los recordados por canallas (por suerte aún no están el de Menem ni el de De la Rúa ni el de toda la saga del "que se vayan todos") decía que además de todo eso, hay una exposición de obras de arte en torno a los 25 años de la Democracia con firmas como la de Marta Minujín, Santoro y Al Azem o como sea (la esposa de Petinatto, bah)
Pero cuando salí me invadió el deseo de recordar LA OTRA HISTORIA. Quería las dos campanas, tener el mapa conceptual enterito. Así que me fui a caminar por todo alrededor de la Casa Rosada, en busca de los balazos infernales del 55 que todavía persisten en los esqueletos de los edificios que encarnan la democracia. Están muy nítidas aún las marcas en el mármol del Ministerio de Economía, y hay una plaqueta en conmemoración, aunque no dice mucho y en esa ausencia de culpables le resta importancia al atentado. Pero persisten las balas, las bombas, que a veces explotan tan fuerte como la memoria.

La Casa Rosada seguirá abierta por este fin de semana más, de 10 a 20 hs. Sería bueno que ESE lugar no lo copen los turistas, que vayan los compañeros y la sientan y hagan suya.

Anónimo dijo...

Yo conocí al mas jóven de todos, que aún no era alferez cuando tuvo su bautismo de sangre inocente.
Era salteño, llegó a vicecomodoro, fue senador provincial por la Unión Provincial (el viejo partido de la oligarquía salteña) en los '70. Murió de enfermedad, en su cama, viejo y rodeado de sus afectos, el tipo de muerte que les negó a tantos que estaban en el centro porteño en aquel junio.
No le escuché un comentario de arrepentimiento.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Muy bueno !