Hugh Williams reposa placidamente en su sillón, es un martes de otoño [boreal] y a lo lejos las primeras luces de California se encienden. Está inclinado sobre una ponchera y un viejo tocadiscos. Al verme, se despereza y me acerca sus cinco flacos dedos hasta estrecharlos débilmente contra mi mano. “¡El viejo Hugh!”, digo, “¿cómo has estado?”. “Oh, Nath, el tiempo ha sido buen lanzador en tu juego, ja”, me replica con su marcado acento de Tucson. Se sienta nuevamente en el sillón y platicamos.
- Desde Dust & Storm de 1997 que no mencionas con tanta frecuencia el suicidio, Hugh, ¿qué te ha dado por recorrer nuevamente esos caminos polvorientos?
-Bueno, tú conoces mi trabajo, he pasado por algunos buenos momentos, pero eso ha sido transitorio, como se dice en Arkansas, el viento ha soplado ya demás, y en la tormenta se anuncia la antigua compañera.
- Esa es una buena frase.
- Sí, lo es. Me he inspirado mucho en ese sitio, he viajado incluso para recorrer la preparatoria, he ido a la tienda a comer los mismos bocadillos y otros sitios donde he pasado los viejos buenos tiempos.
- Sin embargo tu primer show ha sido en Ohio, si mal no recuerdo.
- En aquella época decíamos, si quieres sacudirte bien tienes que tomar la interestatal y…
- …acelerar a fondo.
- Ja, Nath, tú sabes de qué se trata todo esto.
- Lo sé, apropósito, en la canción El apostadero del sur dices algo inquietante: Ya no te compliques más, nena, la suerte ya fue echada a doble o sencillo.
- Es inquietante en verdad. Había estado comiendo un pollo al estilo de Kentucky y tomando unas cervezas en la cantina de Mick con el guitarrista Crowly. Jugando una partida de black jack nos asaltó la frase.
- Como dice Warren Zevon, sólo puedes salirte de este juego cuando hayas apostado hasta la sudadera.
- Bueno con Warren compartimos mucho más que un pasado alocado.
- Sí, ¡el agente!
- Ja, si pero me refería a que hemos leído a Thompson y a Mann y a…
- …años alocados, realmente.
- Wow, tú lo has dicho Nath.
- He encontrado varias cosas en común entre Dust & Storm y A long, long ride de 1972.
- Exactamente a qué te refieres…
- A tu insistencia sobre el viejo roble y aquellas largas caminatas al pie del río Segal, por un lado, y además por la atmósfera cerrada y fría de la grabación.
- No lo había visto de esa manera, pero ahora que lo dices en aquella época estaba experimentando con drogas y actualmente intento limpiarme, tu sabes, pasar la hipoteca al viejo arcón del granero ja.
- ¿Y encuentras en esa paradoja una obsesión común, Hugh?
- No lo había visto así hasta que pusiste la herradura en su sitio. Bueno, las verdades de las drogas son patrañas de fregadero.
- El sucio Bob siempre ha sido el mejor de todos nosotros, ha dado más de un jonrón.
- Mira Nath, lo digo muy bien en La fogata de Sue: Nada es suficiente si no has visto al menos una vez las estrellas en la tempestad.
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