Ahora me dejen tranquilo.En dale stop. tenemos a Ella baila sola y su montaña rusa vocal denominada Lo echamos a suerte.
Ahora se acostumbren sin mí.
Yo voy a cerrar los ojos
Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raíces preferidas.
Una es el amor sin fin.
No es serio un país que tenga un presidente que se llame Lula; no es serio un país que su selección de fútbol esté dirigida por un tal Dunga; no sos serio Brasil, por eso sos el mejor país del mundo.
Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.
Acabo de hacer dos actualizaciones en Postales; una es sobre Vaginas y otra es sobre Freaks Multiétnicos Felices. A la derecha ahora tengo una especie de postalera, cuando vean postales nuevas, se actualizó. Pueden pasar, sentarse y esperar que vuelvan los viejos buenos tiempos.
Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.
También acabo de hacer una Cuediva, mi Cuediva, la Cuediva Hawaiana, pueden pasar acá y ver muchas Cuedivas en lo que es el mejor Cuedivario del país -mejor incluso que el del zoológico porteño-.
En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.
Aprovecho para recordarles que el domingo a las 20 hs. en Plasma, Juan y Pinchame van a leer fragmentos de su libro ineditado Vamos a rockearla, en el marco del Festival Rocanpoetry.
La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.
Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.
Ahora si quieren se vayan.
He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra;
mi corazón fue interminable.
Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.
Sucede que soy y que sigo.
No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.
Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.
Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.
Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.
Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.
Pablo Neruda
1 comentario:
Esa!!! gracias por la publicidá!!!
Recién me despierto de una larga siesta, estoy un poco arruinau por los preparativos y todo eso...
Salud!
Publicar un comentario