Si va Fici, yo no voy

Revista Ñ >> 14 de abril de 2007

Ser o no ser Bafici,
esa es la cuestión*
Por Marcelo Pisarro

Las hipótesis y categorías son una manera elegante de llamar a los prejuicios y estereotipos. Sin prejuicios no habría nada interesante que demostrar o refutar. Sin estereotipos no habría forma de generalizar y sin generalizaciones no hay ciencia. (…)

Uno de [los] avisos [del Bafici] remata con el eslogan Si no es para vos, no es para vos. Nada de Si no es para vos, hacé un esfuerzo o Si no es para vos, te daremos una mano para que sí sea para vos. Bafici levanta un muro cultural.

Cuanto más exótico y aburrido sea el filme, más independiente y comprometido será.

[En] Annie Hall, un salame que está detrás de Woody Allen analiza la obra de Marshall McLuhan. Aparece McLuhan y le indica que es un salame y que no entendió nada. Por desgracia, en Bafici nunca aparece McLuhan y el salame habla que te habla.

Buena parte de los presentes, más que como espectadores, se piensan como hacedores.

La credencial bien podría llevarse en el bolsillo hasta que fuera necesario mostrarla; sin embargo, va al cuello y bien a la vista. Si el Bafici parte las aguas, la credencial vuelve a partirlas. Formar parte (…) es más importante que el contenido en sí.

(…) A los cinco minutos de proyección uno entiende que Egyetleneim es un espantoso videoclip casero y se pregunta qué hace ahí sentado si al lado pasan Las Tortugas Ninja.

* Extracto de una nota que trascribí porque me encantó, escrita por alguien que es nuevo, parece; un joven, quizás, Marcelo Pisarro. Sólo figura con otra nota en Google: Apología de la comida chatarra.
Habrá que prestarle atención; yo, al menos, lo haré.