15.7.05

paraguas






“Pensando en quienes ni paraguas tienen / siento que el mío para arriba tira / “No ha sido el viento, si no hay viento”, digo / Cuando de pronto mi paraguas vuela”, pinta un cuadro el tango-canción Los paraguas de Buenos Aires; letra de Horacio Ferrer, música de Ástor Piazzolla.

Con la lluvia, yo también medité mucho sobre las cosas que provoca en la gente este objeto inenarrable, que se conoce con el mote poco feliz de: paraguas.

Odio las palabras que se componen a partir de otras dos palabras de lengua castellana, como si fuese tan difícil inventar una palabra nueva que represente al nuevo objeto -creado a partir de la conjunción de dos objetos o de un objeto y una cualidad-: anteojo, tornasol, carapálida, enhorabuena, salvaguarda, sinsabor, chupamedias, parasol; estos vocablos –creo coincidirán- denotan mal gusto y empiojan nuestro rico lenguaje.

Mi mamá una vez me dijo que cuando era una niña veía los paraguas y se imaginaba que “la gente del futuro”, cuando tuviese la oportunidad de verlos en fotografías, irían a sorprenderse: “¡Qué cosa más extravagante!”. Suponía que el tiempo traería a la humanidad un objeto novedoso –práctico y revolucionario- que relegaría a los nostálgicos esa cosa rudimentaria que para agua. Mamá era positivista; la no invención de este nuevo objeto –que estimamos se llamaría con una nueva palabra- la convirtió en ese ser nihilsta con el que nos interrelacionamos hoy día. No… ¡ese soy yo!; mamá sigue siendo sorprendentemente optimista, qué va.

Volvamos a ese artefacto involucionista para precisar las anomalías que su uso trae aparejado:

- Hay gente que se resiste a usarlo incluso vistiendo un Armani en medio del huracán Dennis.

- Hay gente que tiene uno siempre en la cartera o mochila por si las gotas, allende sea un día de 40 grados.

- Hay gente que compra uno cada vez que llueve.

- Hay gente que vive de vender paraguas cuando empieza a llover; tienen timing de relojero: salen con la primera humedad a cualquier esquina o calle peatonal a berrear: “¡Paraguas!”.

- Hay gente que no se compra paraguas porque, según alegan, ya tienen uno en su casa. Algunos de estos, sin embargo, finalmente ceden y compran otro. El resultado es: tienen dos paraguas en la casa cuando están en el trabajo, o bien tienen dos paraguas en el trabajo y ninguno esa mañana de vendaval a las 9.22. “Y no quiere mermar, rayos y centellas”, rugirá cualquier maldito desdichado en esa situación. La oferta-demanda paragüística es absolutamente lógica: si uno tiene 4, 5 o 13 paraguas, los tiene, indefectiblemente, en otro lado.

- Hay gente que deja atrás todo miedo a la burbuja social, entablando conversaciones inhóspitas con portadores de paraguas grandotes, a sólo fin de adentrarse en la tela vinílica: hoy, casualmente, vi a uno de estos personajes funestos interpelando a un señor con un paraguas adornado de isologos de un banco brasileño: “¿Trabajás en el Itaú?”

- Hay gente que los odia.

- Hay gente que perjura que nunca los usará, pero, que, sin embargo, cuando no los observa su círculo íntimo, los usan.

- Hay gente que le gusta mojarse cuando llueve.

- Hay gente que colecciona paraguas. (¿Habrá?)

- Hay gente que, portándolo, se trasforma en asesina; especialmente en veredas angostas.

- Hay gente que se sugestiona con abrir un paraguas dentro de la casa.

- Hay gente que tiene normas de convivencia paragüeril. “Para andar por la calle recuerde las normas básicas: se camina por la derecha, siempre pegado a la pared; se cede la derecha a las personas mayores, coches de niños, sillas de ruedas, etcétera”, aleccionan desde una página web sobre cómo usarlos protocolarmente.

- Hay gente que usa “paraguas” para apodar cariñosamente a nuestros amigos paraguayos.

- Hay gente que usa “paraguas” como sinónimo de cobertura. Ejemplo: nada justifica mantener la invisibilidad de las mujeres, especialmente, en la esfera de lo público, bajo el paraguas de la lengua.

Para más información, dirigirse a la Asociación Civil Paraguas Club, Palpa 2517 (C1426DOE) Buenos Aires, Argentina. Teléfono: 054 11 4786-1975 buscados@paraguasclub.org.ar

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Promesa cumplida: he visitado tu natanael. Aclaración: sólo leí un escrito, el de los paraguas. Y tb me remitió a muchas cosas.

1- Yo soy una fanática de los paraguas, y como tengo muchos, dejo uno en cada una de las casas que frecuento: tengo paraguas en la casa de mi madre, la de mi padre y la de Pepe. Pero me di cuenta que la lluvia me agarra siemrpe desprevenida. Yéndome un poco por las ramas, tengo un piloto preferido tb, el verde que vos conocés, super entallado, estilo años ´20, una prenda fetiche... es lindo usar piloto!

2- me acordé de un cuento MUY bueno de Roald Dahl, un escritor de mi agrado, bastante conocido en la literatura para niños, que cuenta la historia de un sr. que es miterioso, y que vende paraguas en las calles de Londres, decime si los londinenses no van a necesitar paraguas! Lindos los que son del estilo Bulberry´s, no? Este Sr. vendia los paraguas en la calle, buenos paraguas, probablemente muchos de esa marca, a un par de libras.. y al fianl te terminás dando cuenta por qué y para qué... Y eso es Dahl!

3- Tb he perdido muchos paraguas en taxis y colectvios... R.I.P!

4- El paraguas más lindo que vi y que tuve en mi vida es uno que era trasnparente... si viste Perdidos en Tokyo (Los in translation), Charlotte lleva uno de esos..porque así son los paraguas en Japón... entonces vos vas caminando por la calle bajo la lluvia y si estás bajo ese paraguas y mirás para arriba, ves las gotas amenazantes que vienen sobre tu cabeza pero que mueren en el paraguas. Y el que yo tenía se rompió y tuve que tirarlo...

5- En palermo fashion hay un negocio que se llama Seco (rainwear) donde hacen una oda a la lluvia y te venden todo tipo de productos y vestimenta para celebrar esos días... Vos que sos curioso, pegate una vuelta (Armenia 1646 - http://www.mirabaires.com/mirabaires/datoutil.php?id=51 ) y de paso, podés pasar por Amor Latino que queda por ahí... !

6- Clásico musical lluvioso: Rain, de Madonna... otras canciones relacionadas con la lluvia: It´s raining men, Lluvia (by enrique iglesias...qué grasa que soy!),

7- expresiones inglesas para referirse a la lluvia: "It´s raining cats & dogs!"--> muy típica "pelting down", ambas para referirse a que llueve mucho...

qué tengas un lindo día mati!

m*

Anónimo dijo...

Sabes que soy tu admiradora número uno, por esto no creo que sea objetiva, pero bueno, ¿hay algo objetivo?

Leyendo "Paraguas" se me vino a la cabeza una obra de teatro que hice hace mucho tiempo atrás, más precisamente, cuando todavía era una nena de colegio primario. Sí, soy de esas que en cada acto del colegio algún papelito tenía, esta vez me toco el protágonico. La obra se llamaba "El paraguas rojo", y yo no tanía ni una sola línea de texto, es más había un locutor que leía todo lo que supuestamente pensaba el paraguas rojo, o sea yo. Mi vestimenta era un par de medias can-can rojas(que antiguedad. Bueno che! se dice así), una malla entera roja, mejillas pintadas rojas, una capa roja y el accesorio principal: Un paraguas rojo!!
La verdad que no me acuerdo que decía el texto, pero yo tenía que pasearme por el escenario toda la obra, moviendo el paraguas y saltando. En fin, detalles de mí infancia como actriz.
Querido Natanael me encantan tus reflexiones!!! seguí deleitándonos!!!. Gracias,Gracias!!!
Tu amiga Milena (Milena-Lou)

caca dijo...

Parece una paso de comedia: Male y Mile te comentan tu blog.
Muy lindas cosas surgieron a partir de los paraguas, no lo hubiera dicho nunca.

m*: hiciste brainstorming (cuac!); todo muy interesante. Cuando te devuelva la maldita fiesta del Chivo, prestame a Dahl.

M*: no tenés límites en cuestiones de anécdotas; sos mi Mercedes Ninci.