22.7.05

murió un homúnculo rojito en un accidente

Sucedió en la fórmica del cuarto estante de la derecha ayer por la noche

La muerte de un hombrecito pequeño y rojo fue el mortal saldo de un accidente ocurrido ayer a las 23.15 en la intersección de Salvo el crepúsculo de Julio Cortázar y No pasó nada de Antonio Skármeta, en la fórmica beigecita del estante de la derecha, cuarto de esa formación, empezando a contar desde abajo.

El Subcomandante Marcos de telita, quien custodió con su fusilito de madera el cuerpecito hasta tanto se hicieron presentes los peritos parapoliciales, informó que el señorcito cruzó la fórmica sin mirar cuando un motociclista para armar de Kindersorpresa lo atropelló en el anteriormente mencionado cruce literario.

Un duendecito que portaba una gorreta bordó acompañaba al motoquero en su periplo. El ser imaginario no quiso dar la cara a los fotógrafos y alegó en su defensa: “Reservaré mi identidad fantástica hasta tanto se expida al respecto mi abogado”.

Sin embargo, otra versión cobró fuerza más tarde en el estante: un Playmobil momiesco amarillo y una jirafa de plástico del periodo infantil, quienes dijeron haber estado en El libro de arena de Jorge Luis Borges durante el accidente, informaron a fuentes revolucionarias muy confiables que un Pitufo Fortachón pisó al homúnculo colorado con una carretilla naranja a la altura de Mantra de Rodrigo Fresán. Marcos, el Sub, por su parte, estimó que no es confiable esta pista “porque la jirafa es muy alta y no tiene movilidad natural en el cuello mientras que el Playmobil tenía ligeramente hacia atrás su cabeza en el momento del accidente”.

Marcos agregó a este medio que esperará los resultados de la pericia, que se realizará durante el día de hoy, para sacar las conclusiones finales.

3 comentarios:

Apollonia dijo...

Para mí que fue el pitufo: siempre tuvieron fama de reaccionarios.

Le molestó el color del homúnculo y lo mató.

caca dijo...

Los pitufos tienen un rol asignado para cada individualidad en la sociedad y veneran a los ancianos y cojen todos con la misma mina. Cargan al filósofo y al tontín. Adoran al fortachón y al genio. Y se mofan del vanidoso.

No sé qué significa eso... pero pasa.

Anónimo dijo...

Milenitalou:
Definitivamente creo que murió por ese tsunami de literatura. Basta!!! de empujar hasta la muerte a seres indefensos. Ese hombrecio se merecía seguir leyendo "Un caño".