Que la gente no es buena, que los argentinos no somos solidarios, que Dios quizás existe, que el amor es una necesidad, que el tango está bueno, que los extraterrestres quizás no existen, que el rock puede representar a un argentino aunque lo rock no sea culturalmente propio, que los animales no piensan, que se puede tener intuición y que ésta puede tener razón y todo.
Que me gusta lo latinoamericano. Que lo latinoamericano cuando es culto pierde interés para mí. Que se puede ser latinoamericano y culto pero no hacer cosas latinoamericanas, como Borges. Que no se puede ser latinoamericano y vivir en París y querer seguir siendo latinoamericano. Que menos que menos se puede ser latinoamericano si se es nativo de Europa. Que Manu Chao es la personificación de eso. Que ningún personaje culto latinoamericano vive en una capital de Latinoamérica, y si vive en una no vive en su propia ciudad latinoamericana, y si vive en la propia, muere en Europa, de todas maneras. Que los que nacen en Latinoamérica y son cultos y viven toda su vida en Latinoamérica son modelos copiados al extranjero que sólo pueden tener éxito acá o en Bogotá o en México DF o en Montevideo. Que la excepción vuelve a ser Calamaro.
Que no puedo ser puto. Que las mujeres son más inteligentes que los hombres. Que yo sólo puedo querer a alguien que en algún punto –o en muchos; o en todos- sea mejor que yo. Que los hombres difícilmente lo sean. Que las mujeres son menos prácticas que los hombres porque tienen un cuerpo más heterogéneo en cuestiones de puntos de placer. Que los hombres son más prácticos porque sólo tienen una pija. Que los hombres lograron dominar al mundo porque son más prácticos porque sólo tienen una pija, o una buena pija. Que las mujeres son imposibles –como la poesía, como un sueño, como el amor- porque son más heterogéneas. Que por ser heterogéneas son más lindas y más interesantes. Que no sé por qué las mujeres no dan un paso hacia adelante en el universo de las ideas del lesbianismo y se hacen todas lesbianas de una vez. Que es por la pija, que sé, que sí. Que una pija puede mucho. Que no se puede suplantar un pija por un consolador, aunque se parezcan muchísimo, porque los consoladores no son calentitos, ni hinchan las cabeza al final, ni emanan leche tibia, más adelante. Que si alguna diseñadora industrial lograse este objeto se harían todas lesbianas y se acabaría la humanidad. Que los dinosaurios se extinguieron porque alguna dinosauria sabia inventó un consolador así.
Que hacer un blog es un ejercicio de ego gigante. Que si se toma en serio el acto de postear se llega a un punto en el que todo pareciera que fuera digno de comentarse. Que toda visión propia del mundo sobre un evento se transforma en una lectura interesante de contar. Que eso es alienante. Y adictivo.
Que odio los sahumerios, los tejidos hippies, los redonditos de ricota, la hipocresía, el doble discurso que esconde interés -no el doble discurso de la incoherencia-, los policías, los militares, los tipos que portan armas, los que practican tiro, el tiro, los guardias de seguridad, los perros policías, el poder armado, los líderes sin ideología, los rugbiers, las drogas legales, los nuevos ricos menemistas, los menemistas, los tanques de hollywood, U2, las viejas que critican a los jóvenes porque son jóvenes y no entienden su mundo y son reaccionarias en su crítica, la ignorancia de los que no pueden entender que al discriminar están replicando como genes una conducta de clase dirigente que les impone pequeñas discriminaciones para dividirlos, la discriminación entre los discriminados, los pusilánimes, los garcas, los alcahuetes, los buches, los que leen libros de autoayuda, una especie de monos que tiene la cola roja, los que dicen “estás generalizando”, “esa es tu opinión”, “con los militares no pasaba” o “es su trabajo”. Y ver a pibes en la calle aspirando poxirán –aunque sea un lugar común, me sigue partiendo en dos-. Los intolerantes de la intolerancia.
8 comentarios:
Lo de las pijas y las mujeres es en parte cierto, aunque un consolador no puede abrazarte y acariciarte el pelo, y que por eso la humanidad no se extingue
Lo de buen tipo dejame que lo ponga en duda.
no se si tendra mucho que ver, pero se que:si hay un cambio en la argentina, ese cambio no puede estar dirigido por el nazi de bloomberg, desde ningun punto de vista.lo del blog y el ego es verdad. y las mujeres, si, son mas inteligentes que los hombres,
budka: a eso de . yo le agregaría ;.
apollonia: la mayoría de los hombres tampoco abrazan ni acarician el pelo, como los consoladores. Y lo de buen tipo es lo que yo sé. No lo que saben los demás.
corvino: creo que Bloomberg se inscribe en eso de líder sin ideología. Por tanto, lo odio.
Y no sé, esa es tu jurisdicción. ¿Tendré que reconocer que los hombre acarician el pelo? Bueno... no es tan malo ceder en eso.
Ya se sabe que las mujeres son más inteligentes, lo que no se encuentra mucho son hombres que lo reconocen, quizás sea por eso.
Pulita:
Porque será que de un texto tan largo, todos se agarrarón de donde dice: "las mujeres son más intelegientes que los hombre"
Algo de eso finalmente sucedió:
http://www.clarin.com/diario/2005/08/02/conexiones/t-1025314.htm
Adhiero a lo de los latinoamericanos.
Yo además, odio las preguntas simples sin respuesta: ¿por qué las facturas se llaman facturas? Si cuando vas a comprar una docena de facturas tenés que especificar cómo querés que se componga la docena... "...2 vigilantes,3 bolas de fraile, 1 medialuna, 2 tortitas negras, 4 churros..." Entonces, reformulo: si cada una tiene nombre propio, el conjunto de ellas se llama facturas porque.... están hechas, y de facere viene fato y lo fato mal adaptado es una factura?...o porque están manufacturadas? no, muchas cosas manufacturadas hay que no se llaman facturas.... porque hacen una masa grande y la facturan...? no... muchas cosas se hacen a partir de una masa grande que se fracciona....
en fin, podría seguir... no tiene solución... y es simple la pregunta...
Se llaman facturas por la impresionante cantidad de mitas que tiene esos pastelillos.
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