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21.10.08

el grandísimo mariscal dice

Por Roberto Perfumo

No quiero ser amigo de ustedes". Honestidad brutal y, al mismo tiempo, de una enorme sabiduría. Un monumento al realismo lo que dijo Riquelme en la reunión de vestuario con sus compañeros, luego de los dimes y diretes provocados por las ya famosas declaraciones del paraguayo Cáceres.

El central cometió el error de ventilar en su país las diferencias de la interna boquense. Gilada conocida de quienes no pueden sujetar la lengua. En el fondo, una reacción de cholulo que vuelve a su pueblo y es preguntado sobre sus compañeros, ídolos y famosos. No aguantan un secreto de vestuario y después dicen que no dijeron tal cosa, o que fueron mal interpretados. Lo cierto es que quedó como un pelotudo; y que Riquelme, con su impecable definición, puso las cosas en su lugar. Los argentinos vivimos en permanente conflicto cuando abordamos el tema del trabajo grupal. No tenemos idea de lo que es trabajar en equipo. Por ignorar esto, idealizamos: "Tenemos que amarnos entre todos para que las cosas salgan bien". Después vendrá el golpe de la realidad. Cuando Román dice "no quiero ser amigo...", empezamos a acercarnos a la esencia de la condición humana. No hace falta ser amigo del otro para jugar en equipo, sino tener la certeza de que en la cancha --igual que en un campo de batalla-- hay que ser más que amigo para jugarse por el que lucha por la misma causa.

En todos los grupos que integré tuve más compañeros que amigos. En el Racing de José empezamos todos pobres. Cuando ganamos todo surgieron las diferencias. Pero teníamos códigos sagrados. Ya no era igual "el afuera"; la fama, la guita, marcaban actitudes distintas. Pero adentro no se claudicaba. Nadie pensaba en jugar mal para cagar a otro, para perder a propósito.

En Cruzeiro, al principio, como extranjero y recién llegado la viví de afuera. Pero un año después, ya hablando portugués, me ocupé de hacerles la cabeza a los que tenían menos fama. Hicimos una huelga. Cuando me retiré del club, el presidente me dijo: "Usted fue el único jugador que le hizo una huelga a Cruzeiro". De aquellos pibes no tengo amigos. Sólo lo son Tostao y Dirceu Lopes, no huelguistas.

En el River de Labruna manejaba el vestuario por edad y experiencia. No se buscaba la amistad. Sí la colaboración. En los grupos de trabajo es mejor no esperanzarse en conseguir amistades sino en afianzar la cooperación que permita repartir el esfuerzo y las responsabilidades.

Por eso, la expresión de Riquelme barre con aquella idealización de "amémonos, seamos todos amigos para trabajar en equipo". No es así. Basta con ser solidario y buena gente.

+ Elogio de Perfumo / + Elogio de Riquelme.

24.6.08

elogio de perfumo

Roberto_Perfumo - Share on Ovi

Ayer estuvo Alejandro Dolina en el programa de Roberto Perfumo y Víctor Hugo Morales. Tendrían que haber visto cómo se reía Perfumo. Se reía con los chistes de Dolina con toda la cara de buen tipo que tiene. Se mataba de risa como un nene al que le hacen cosquillitas. Creo que ya lo hice como veintitrés veces pero ninguna por escrito, quiero explicar por qué quiero mucho a Perfumo.

Perfumo fue un notable defensor central de Racing y la Selección, que alguna vez fue técnico. Hoy es periodista. Muchos dicen que fue el mejor argentino en su puesto de todos los tiempos, y mi mamá dice que de joven “estaba un montón” o que “era un papurri”, según la ocasión. Nada de todo eso quedó muy documentado por lo que no es cuestión de andar negando nada.

Pero lo que a mi me gusta de Perfumo es su lenguaje gestual. Obsérvenlo. Perumo en su programa Hablemos de fútbol, con Víctor Hugo, entrevista a una o dos personas, cada lunes. Y los escucha. Lo bueno que tiene este programa es, además del gran Víctor Hugo, que se habla del juego, de estilos, de fútbol. Y que los análisis además tienen mucha profundidad. Inusual para una de las profesiones más chatas desde la caída de zarismo ruso: el periodismo deportivo.

Y, decía, Perfumo escucha. Y aprende. Aprende a su edad todo el tiempo. Siempre se sorprende de lo que el otro dice, siempre le dice “está bueno eso que decís”, como si no lo hubiera nunca pensado antes, aunque el entrevistado diga “dos cabezazos en el área es gol”. Y además siempre está afirmando con la cabeza. Siempre hace sentir cómodo al invitado. Es un gran anfitrión Perfumo.

Perfumo también cuenta anécdotas de cuándo era jugador y siempre se ríe de lo duro que fue como defensor. Dice que antes no tenía los mismos modales que ahora. Pero los que lo vieron dicen que era un caballero, un señor del área.

Además, Roberto, es un tipo que siempre está contento. Perfumo es un señor feliz que hace lo que gusta, no caga a nadie, no cambia de opinión y siempre está dispuesto a compartir un momento agradable.

Hay algo que repite siempre que es un gesto muy hermoso. Situémonos. Víctor Hugo, a la izquierda de la pantalla de frente; Roberto, a la derecha de frente; un invitado a la derecha de Víctor Hugo y otro a la izquierda de Perfumo, ambos de perfil a la cámara. Cuando está hablando el más lejano a Perfumo y Roberto quiere cambiar de alocutor, le apoya suavemente, siempre, la palma de su mano izquierda sobre la mano derecha apoyada sobre la mesa del invitado como diciéndole, “seguís vos”. Es un gesto muy cariñoso. Pero además inusual. Inusual para la tele. También repite ese gesto cuando alguien le dice algo con lo que él coincide, con su voz ronca le pone la palma izquierda y dice “¡tal cuál!” logrando índices de complicidad muy altos.

Ayer Dolina para explicar algo del fútbol usaba una metáfora de otro universo y Perfumo cuando captaba el chiste se moría de risa. Dolina explicaba que lo lindo del fútbol es que al no ser un deporte tan preciso no hay tantas diferencias entre el futbolista y el espectador como en otros deportes. Contaba que en, por ejemplo, el básquet, un tipo tira 10 triples, y emboca 10, o 9. Perfumo le contesta, ‘claro, la precisión en algunos deportes es más importante que en otros’. Y Dolina le completa, ‘como en el lanzamiento de cuchillos’. Cuando Roberto cayó se empezó a reír de lo lindo, después Dolina agregó: ‘Imaginátelo diciendo, ‘yo practico poco, una vez por semana’’ Creo que Perfumo todavía se sigue riendo.

Para terminar quiero contar una anécdota que lo pinta entero, con el perdón de la frase. La vi en el programa de Fantino, ESPN Estudio, cuando lo homenajearon. Al final Fantino le dice ‘como siempre hago con mis invitados, te pido una frase, un consejo que te haya acompañado en tu carrera, algo para recomendarle a los jóvenes’. Perfumo piensa un segundo y dice -ya lo conté alguna vez pero no en mi blog- ‘tengo dos frases’.

La primera es 'ser honesto siempre paga', que se la decía el viejo, y que él aprueba. La segunda es 'uno nunca sabe'. Las dos frases por separado son consejos raros, pero juntas cobran una relevancia fantástica, dan un significado muy lindo que vamos a resumir acá: no importa qué hagas en tu vida depende de uno ser feliz, y es más probable que estés contento con vos mismo si sos honesto, sino lastimás, ni le robás a nadie; lo demás viene solo.

Aprendido esto, de grande se puede ser correcto y caballero, saber escuchar, ser cariñoso, buen conversador, amistoso y querido por todo el mundo.

Yo de viejito quisiera ser como Perfumo, el Mariscal.

4.12.07

terminando de hablar de fútbol

Víctor Hugo Morales: - Qué bueno que en un fútbol tan contaminado -por cosas que no vienen al caso- uno abra la ventana y entre Lanús.
Roberto Perfumo: -Abrazo de gol.
Víctor Hugo Morales: - Hoy de Lanús.
Roberto Perfumo: - Abrazo de gol granate.