En buena hora todos se ocupan de analizar a Alejandro
Fantino. O tardíamente, no sé. Lo cierto es que Fantino y la medianoche son
amigos desde hace rato. Veamos el primer recuerdo, Fantino reemplaza a Pancho
Caldiero y se queda con Leto. Le inventa la cortina del New York New York en el
comentario entre partido. Lujambio tiraba data desde una caja sepia. Mancuso
dio 37 pases. Lujambio era @misterchip2010.
Fantino había convencido a no sé qué ejecutivo relatando un partido desde la tele, sin audio. A él no le gustaba el fútbol, le gustaba el tenis. Y relató con nombres de tenistas. Eso dice él. Quedó. McEnroe se la pasa a Ivan Lendl. Fantino estaba hecho para grandes cosas, según dicen nunca fue hincha de Boca si no de Colón y a nadie nos importó demasiado. Pero empezó a mechar con Mar de Fondo y le tiró más el showbizz que el relato y se quedó unos años haciendo trasnoche en cable con momentos memorables. Ever Ludueña, Recondo, Maradona, Turco García, Palacios, uno hincha de river que cayó en desgracia, la vida, la trasnoche, el todo puede pasar, el “decime, vos, cuando eras pibe, en cinco saltos, y andabas en patas, en el río… ¿encarnabas con lombriz?”. La complicidad con el entrevistado, que fue pergeñando, perfeccionando, naturalizando. Fue haciendo de su forma de ser un estilo de conducción y de entrevistador. Fantino no es un extraterrestre que entrevista a Massa, es Fantino entrevistando al Loco Dalla Libera. Es lo mismo.
Fantino había convencido a no sé qué ejecutivo relatando un partido desde la tele, sin audio. A él no le gustaba el fútbol, le gustaba el tenis. Y relató con nombres de tenistas. Eso dice él. Quedó. McEnroe se la pasa a Ivan Lendl. Fantino estaba hecho para grandes cosas, según dicen nunca fue hincha de Boca si no de Colón y a nadie nos importó demasiado. Pero empezó a mechar con Mar de Fondo y le tiró más el showbizz que el relato y se quedó unos años haciendo trasnoche en cable con momentos memorables. Ever Ludueña, Recondo, Maradona, Turco García, Palacios, uno hincha de river que cayó en desgracia, la vida, la trasnoche, el todo puede pasar, el “decime, vos, cuando eras pibe, en cinco saltos, y andabas en patas, en el río… ¿encarnabas con lombriz?”. La complicidad con el entrevistado, que fue pergeñando, perfeccionando, naturalizando. Fue haciendo de su forma de ser un estilo de conducción y de entrevistador. Fantino no es un extraterrestre que entrevista a Massa, es Fantino entrevistando al Loco Dalla Libera. Es lo mismo.
Sin Recondo, su adlter, su alter ego, su villano favorito,
su némesis, su archienemigo, anduvo por ahí haciendo cosas. Condujo un ESPN
Estudio maravilloso, que es de lo mejor que se hizo en producción para temas
deportivos en las últimas dos décadas. Hizo un late night génesis de animales
sueltos por lo coral pero más ahincado en lo ideológico donde hablaba de las
virtudes de Cuba. Produjo con Dalí, su productora, a José Pablo Feinmann en Encuentro. Todo de
memoria, sin chequearte wikipedia, igual capaz que no hay nada. Hasta,
efectivamente, Animales Sueltos, es decir, hasta Coco Sily. Fanta ahí tienes a
tu Coco, Coco ahí tienes a tu Fanta. Coco y Fanta corporation. Su descanso, su
remo, su llenador, su cable a tierra, su hombre común.
De esto pasó un gobierno largo de Cristina, fue probando,
deshaciendo, armando grupos, desarmándolos. Nada quedó salvo Coco Sily. El
programa del año pasado estaba bien, la compañera Virginia Gallardo era
perfecta, estaba inmodificable; Coco, como siempre; Fanta. 2012 mechó vip
de esperanto y living de TN.
El living surgió sobre la marcha, entrevistas personales,
nada nuevo, nada que funcione mejor. Fue todo el team de campaña de Daniel
Osvaldo Scioli. Valeria Lynch, Pimpinela, Palito Ortega, Cacho Castaña, Karina.
Después fue Maravilla Martínez. Tiró algunas de más. Le funcionó Tomás Bulat y
lo fichó. Le pagaba con los cedines de los followers. Fichó a Luis Novaresio. Le
anduvo muy bien Gabriel Rolón. Lo fichó. Le funcionó varias veces más. Este año
hay elecciones, entrevista políticos, Urribarri, Insaurralde, Massa, De
Narváez.
La que le hace a Francisco De Narváez, dueño del canal, la
que le hace confesar, la que pasó, la que nadie le dio bola. ¡Mamá! Cómo echó a
los empleados, cómo trataba a sus empleados, cómo se quiso matar. Vuelvan a
verlo, háganme ese favor.
Hoy, la ausencia de Tinelli, la guerra de trincheras, la
ausencia de espacios neutrales, una televisión abierta apolítica, redimensiona
un espacio que no estaba pensado para eso y que como Fantino tiene una antena
satelital sabe aprovechar.
De cualquier manera, el cierre de campaña de cualquier tipo
que quiera ganar las elecciones es Sin Codificar.
@mc__ me acuerdo la primera vez que dijo que quería participar en política. Nos cagamos de risa. Cada año, suena menos gracioso
— Javier Berra (@JavierSinTierra) July 19, 2013
3 comentarios:
yo te di fav hace un rato
Fantino es sobre todas las cosas un gran partenaire. Brilla haciendo brillar al otro, el que sea. Por eso Anita Martínez, Luis Rubio o el propio Coco Silly nunca fueron más graciosos que con él. Eso y su versatilidad son sus grandes virtudes: sea en una noche de quilombo de fútbol o de gatos o en la intensa calma de una entrevista intimista.
hermoso Isa, hacete un blog que te lo remo
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