7.7.09

gativideo

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Retomo la problemática del videoclub, porque me parece importante. Tenemos una calle, Murguiondo, un tramo, el que va de Crisóstomo Álvarez a Zuviría, con el pasaje en el medio (Málaga o Logroño) que muere sobre Murguiondo, que es la muerte misma, con una Cochería inclusive. Una Cochería donde no se vela a nadie. Murguiondo además se pronuncia MurióHondo. Sitio ajeno al movimiento del mundo, la avenida menos transitada del universo, en esta cuadra Murguiondo potencia la ausencia de actividad a exasperantes extremos. Supuesta zona comercial, en este tramo del país los árboles se autopodan, el sol pega fuerte, los kioscos no venden cigarrillos, no corre el viento, las pizzerías fracasan, los locales no se alquilan, las mercerías no tienen cinta bebé, el hombre gato no trepa, las loterías no premian, las ferreterías no abren, los colectivos no pasan, los taxis no circulan, las tiendas de mascotas venden animales de granja.


El videoclub abre una hora por la mañana (de 9.15 a 10.15) y no cumple su horario en horas de la tarde.


Si habré esperado al Pelado del Videoclub Murguiondo que abría a las 16.30 desde las 16.05, al pedo, pero temprano, verlo desmontar la persiana, ayudarlo incluso con los candados, entrar antes que prenda la luz, apurado, recorrer los mismos 200 videocasetes. Alquilando siempre los mismos, Cuentos Asombrosos I, II, III, IV, V, VI, D, CL, VHS, MMMM, APO.


El videoclub imposible Murguiondo con sus limitaciones cubrió toda la línea de tiempo de existencia del VHS hasta su ocaso. Y murió con el DVD. Curiosísimo caso de videoclub que no supo reinventarse. Sobrevivió a la competencia pero no al salto tecnológico. Ningún otro videoclub le hizo sombra al Murguiondo en este lado del mundo. Éramos los socios 203. Se anotaba en fichas.


En el barrio había otros dos videoclubes grossos, uno sobre Chilavert y José León Suárez y otro, el Lugano, sobre Riestra y alguna. El Lugano era El Videoclub. Venían gentes de otros barrios, había cola, traían 15 unidades de los estrenos, había que anotarse para ver Las Tortugas Ninjas desde enero para abril. Era más fácil que La primera alborada te adjudicara por sorteo un Fiat Uno en la cuota 16 que la posibilidad de que se te habilite Volver al Futuro III un sábado.


To be continued.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que groso!

Siento cierta angustia cuándo veo los videoclubes, cada vez mas chicos, cada vez vendiendo mas cosas que no tienen nada que ver con el cine. No falta mucho tiempo para que sean un recuerdo, y la verdad es un poco triste. Yo frecuentaba los videos por dos razones: por las películas (esas y muchas otras, ¡hasta capítulos de la pantera rosa! ¿quien alquilaría capitulos de la pantera rosa hoy?) y también por los videojuegos. Los de family primero, después los de s.nintendo. En fin...

¡Salutes!

Charlie Boyle dijo...

Es así ahora. El gran Leopoldo Marechal bien muerto que está, si no hubiese muerto de un síncope frente al videoclub.
Esas almas sensibles que asocian el soporte al contenido no tienen ya lugar sobre este mundo. Las que se enamoraron de los vendedores de barras de hielo tuvieron el mismo destino cuando inventaron la heladera.
Morir en un salto tecnológico, es morir de amor. No se olvide de eso Ud. Emo. Deberíamos respetar mas a esta gente

Mauri Kurcbard dijo...

Solo te falta escribir sobre CAMEA

caca dijo...

morir de un salto tecnológico es morir de amor, por amor tengo el alma herida, por amor, no quiero más vida que su vida: melancolía!

Oh, la heterodoxia.

En CAMEA no pasa nada Mauri. Al menos en Murguiondo está la UOM.

Martín, nunca jugué jueguitos. Yo mataba el tiempo esperando al pelado del videoclub.

Contradicto de San Telmo dijo...

Volvió el emo que todos queríamos, carajo!

Eso... volver a las fuentes...

Imaga dijo...

Que lindo compartir el mismo pasado.
Y hacer loas al videoclú "lugano" de Riestra.

siempre lo miré con recelo, yo estaba del otro lado de la general paz...

Besos!

Anónimo dijo...

Por qué "desde las 16.05"?

Todo muy rico, saludos

El súbito dijo...

Nosotros (hermana y yo) eramos clientes más bien esporádicos del murhiondo, pero si al resto le perdonaba el retraso en la devolución como a nosotros, puede que haya sido una causa del fracaso económico.
De hecho creo que en algún momento el pelado debe haber puesto plata de su bolsillo para mantener el localcito, nada más porque le gustaba la charla de alquiler:
'Mirá, así de drama tenés ésta, la vi ayer, muy muy buena, trabaja De Niro, Robin Williams...'

Le agradezco el recuerdo de estas cosas, Natanael, que mi memoria prefiere esconderme.

caca dijo...

Súbito, ¿es málaga o logroño?

porque en verano no había nada qué hacer, anónimo.

Apollonia dijo...

Igual ojo porque yo iba a alquilar dvds al de Murguiondo, como bien dice el súbito (mi hermano).

Lo curioso de esto era que el tipo no modificaba la exposición de los vhs (todos, muchísimos, ordenados en prolijos exhibidores) y si querías un dvd, el pelado te subía varias cajas de cartón con dvds truchos para que eligieras.

Como que te alquilaba dvds pero a disgusto... los tenía escondidos.

Ahí alquilé Entre Copas, y estuvo muy bien.

La niña santa dijo...

Explicanos la foto

nanolefou dijo...

Alta crónica. Lo he visto en otros lados: monstruosos video clú convertidos en localuchos derrotados por el fucking DVD.

Anónimo dijo...

Che, loco, pará que en esa cochería velaron a casi todos mis familiares, incluida mi VIEJA!!! como que no velan a nadie!
Y el Video Club Lugano de Riestra y Cafayate, sería groso pero el flaco era re mala onda!!

Horacio dijo...

qué buen post

cuando yo iba a la secundaria, en strangford y murguiondo había un comité del pi

El súbito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

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Estimado Natanael:

Viví casi 30 años (de 1979 a 2008) en la calle Oliden, entre Málaga y Crisóstomo Álvarez. Oliden es la paralela inmediata a Murguiondo. El videoclub estaba sobre Murguiondo, entre Málaga y Crisóstomo Álvarez.

Es cierto todo lo que decís. Pero la verdadera causa de la decadencia de este videoclub (conocido comunmente como "lo de Piazza", pues así se llamaba el pelado, quien tenía una hijo sordo y una hija que estaba fuerte) no fue el salto tecnológico. La razón por la que dejó caer el local y por la cual atendía en horarios ilógicos es porque se dedicó a ser prestamista (léase usurero). En sociedad con el de la inmobiliaria de la otra cuadra (Sosa e Hijos) y varios impresentables mas de la zona. Le chuparon la sangre a medio barrio y luego uno de los socios (el hijo de Sosa, si si, el "e Hijos") estafó a todos ellos y se fue del país.

Es una historia conocida en el barrio y tiene la gracia de portar sabiduría popular:

"El que le roba a un ladron..."

Saludos, HP

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miguel dijo...

fui un video cluista,el dueño de un video que quedaba en castañares y corvalan,el video como tal tiende a desaparecer,cuando yo me inicie en el año 1996 todavia la computacion no estaba tan desarrollada como en la actualidad,internet estaba bastante limitada en ese entonces y la play station solo la tenian los chicos de las clases acomodadas,de ese tiempo a esta parte cambiaron mucho las cosas y la tendencia es multiplicadora,, es como muchos años atras por ejemplo la gente iba a la iglesia pues no habia muchas cosas para hacer,,ahora tiene la tele, la compu,el cantry,la play,etc etc, le queda poca vida al video y es inevitable, realmente una lastima pues es el unico espectaculo que empieza y termina donde y cuando uno quiere,es realmente una pena