Si todo sale bien mañana es mi último día laborable del año y por un tiempo no voy a postear nada, aunque quizás me arrepienta, y postié algo al pasar. De cualquiera manera, para despedirme, bien arriba, con tutti, up, vamos a hablar de Macri, porque lo tengo medio descuidado, y la verdad que ente noviembre y diciembre se mandó mocos propios de su concepción ideológica, los que juzgo menores (porque me los esperaba), y de los metodológicos, logísticos, que juzgo más fatalmente porque la única gran virtud que tenía que traer la derecha tecno-apolítica era la eficiencia.
Bueno, empecemos por la nota de acá arriba, la reciencita salida del horno capitulación acerca de su desorden burocrático que no previó el pago total de los aguinaldos de los trabajadores del estado más sufridos –junto con los trabajadores de la salud- que tenemos, porque somos un país grande en todo sentido. Viéndolo desde un punto de vista benévolo son unos inútiles, viéndolo negativamente es una especie de revancha por haberles jaqueado los días de clase a nardoski en reiteradas oportunidades, por ser demasiado políticos, los gremios, en vez de enseñar, como corresponde, que es para lo que deberían servir estos docentes, y no para andar reclamando mejores condiciones laborables, habase visto.
“Raquelita se bandeo a la política”, dijo hace nada el jefe de Gobierno, la figura política más importante del distrito más importante del país, como si la política fuera mala, casi con seducción de insulto, como si fuera sólo digna de elites, en referencia a la rectora del Mariano Acosta, que manguereó de lo lindo alumnos de quinto año en su salidera escolar, imprudente, y etérea como margarita de noviembre. De ahí voy a enunciar lo que quizás es el tema más interesante que el macrismo nos legó en su bautismo, gestión que en estos días cumplió su primera velita, su primer aniversario.
Toda medida conflictiva que tomó el macrismo, la retrotrajo al 25 de marzo, a la 125, sin cámaras, cobos, votos no positivos, ni traidores. El primer año de gestión del gobierno del Pro se caracterizó porque de 200 medidas con puja de intereses –las que importan- retrotrajo 199. La única batalla que llevó hasta las últimas consecuencias, cargándose los costos políticos, fue la de negar el aumento a los docentes, el “no hay plata” para aumentos fue la única medida conflictiva que mantuvieron exitosamente en este primer año de gobierno. Decir preocupante es decir un cachito de la verdad.
Pequeña lista, de memoria, quizás hay más, seguro hay más, de cosas que el macrismo impulsó y borró sobre sus pasos con un crol adelante y un crol atrás, tapas de diarios mediante: impedimento para que los no porteños se puedan atender en los hospitales públicos de la ciudad; expulsión de la rectora del Acosta; expulsión del director de un hospital público; desalojos varios; sistema de votación manual en la legislatura; impuestazo inmobiliario; ley para permitir extender el juego en la ciudad; eliminación de la guardia urbana –sólo le cambió el nombre y los uniformes a los chicos-; carriles exclusivos; negarse a recibir a los dirigentes de la villa 31; reducción de empleados del gobierno; inversión para extender líneas de subte; etcétera.
En un momento determinado llegué a pensar que si Macri seguía desandando sus medidas antes de fin de año terminaba gobernando Telerman.
Capaz que es un engranaje perverso este de tomar medidas y reconocer sus fallas y no implementarlas nunca: mostrase activos, ocupar agenda, y de paso, mostrarse abiertos al disenso, alejados a la soberbia del poder, constructivos y razonables, democráticos. Pero me temo que no son tan capaces.
Pero lo peor es que defraudó hasta a algunos detractores de su estilo. Porque muchos, entre los que me incluyó, pensamos que iba a hacer una buena gestión, de acuerdo a lo que los fascistas medios querían, claro, y que tenía equipos, tecnócratas, los mejores, y que con sus más y sus menos iban redondear una buena gestión, que lo catapultaría como la derecha razonable y no peronista en 2011. Pero lo peor es que ni siquiera pueden encargarse con éxito del abc de una organización mínima, como ser pagar sueldos a tiempo.
Tiene tiempo de remontarla pero creo que son unos inútiles. Y creo que Macri no tiene gente y que no tiene aliados y que no tiene ideas, que no tiene idea.
3 comentarios:
No tiene idea, agregaría, de gestionar lo público, tiene equipo, tiene ideas, para hacer negocios, para gestionar empresas. Aunque su papi es el que sabe, sobre él no estoy tan segura. Esperemos que siga así a ver si algún día se le nota la hilacha, que como decís, después de un año, ya es burdo.
Felices vacaciones!
Hoy logré agregarte al blog roll.
Yo soy tan inútil como Macri pero en materia de blogósfera. Bienvenido!
esteeee...que opinión tenes de macri amenábar? Medio inútil es, se está notando...en fin paso a saludar Feliz año!
Yo considero que alguien que no tiene claridad de la palabra, no tiene claridad de ideas. Y ya es un clásico decir que Macri habla con papas, batatas y calabazas en la boca. No se le entiende un pedo! Debo decirte, Nata, que yo estaba segura de que los propios votantes de Macri iban a arrepentirse (mi ma trabaja en el Htal de Niños Gutiérrez en donde lo votaron una millonada y ahora todos lo putean). Pero de qué sirve arrepentirse si uno no aprende... Así que, no es un buen indicio que el tipo haga cosas mal para que aprendan. Porque no aprenden, los porteños, no aprenden. Se niegan a aprender, tal vez por ello, le importa tan poco al PRO que los docentes cobren sus sueldos.
Gracias por comentarme... Ya posteo la primera parte de mi repaso por la discografía de Madonna. Préndanse!
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