21.2.08

demoledor

I. Le huyó al confort por alguna razón no inspeccionada a fondo. Siempre pensé que es un agravio contra alguien -al que no sé distinguir- el que yo pueda comer afuera, comprar por delivery y –hasta hay veces- usar un control remoto.

II. Renunció Fidel y eso me pone contento. Porque todavía no se murió. Hay cuándo te mueras viejo vas a salpicar de tristeza a más de un desprevenido.

III. Fernando Niembro es alguien que no termina de caerme mal. Más allá de que sea un diplomado en operaciones de prensa y que cada dos cosas que diga una sea una publicidad le encuentro una virtud fenomenal: es un artista de la conversación. Alguna vez entreviste a Marcelo Benedetto, quien me decía:

Él agarra un vaso de agua y te arma El dilema del vaso de agua. Es capaz de decirte que es negro. Le gusta el ejercicio de la discusión. Y vos tenés que discutirle que no es negro, que el vaso es de vidrio, transparente. Lo bueno es que no podés ganarle. Decís: ¿De dónde saca los argumentos?

Niembro tiene una muletilla que no por usual deja de ser menos seductora. Cuando un equipo de fútbol ataca y no puede convertir, ni armar juego, propone: “Hay que poner al equipo de costado”.

IV. Pongamos el equipo de costado.

V. Leyendo La Barbarie me topé con un comentarista que recomendó un artículo del diario español Público. Me pareció trascendente su opinión. Es explicativa, racional, pone las cosas en su sitio, nos hace pensar cosas que al poder no le conviene que pensemos. El poder es mucho más que un mal mayor, una nube innombrable de pesares. Es la educación recibida, los malos ejemplos, la familia, lo que debemos admirar, qué espejo usar para mirarnos, qué queremos ser de grandes, esas cosas, y muchas veces nosotros somos el poder, por añadidura.

Dice el texto:

Si nuestros sistemas políticos fueran lo que dicen ser, en todos los parlamentos se estaría discutiendo ahora una gráfica elaborada por Mathis Wackernagel, investigador del Global Footprint Network (California).

(…) El eje vertical representa el Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por Naciones Unidas para medir las condiciones de vida de los ciudadanos tomando como indicadores la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo y el PIB per cápita.

(…) En el eje horizontal se mide la cantidad de planetas Tierra que sería preciso utilizar en el caso de que se generalizara a todo el mundo el nivel de consumo de un país dado.

Wackernagel y su equipo hicieron los cálculos para 93 países entre 1975 y 2003. Los resultados son estremecedores y sorprendentes. Si, por ejemplo, se llegara a generalizar el estilo de vida de Burundi, nos sobraría aún más de la mitad del planeta. Pero Burundi está muy por debajo del nivel satisfactorio de desarrollo (0’3 de IDH). En cambio, Reino Unido, por ejemplo, tiene un excelente IDH. El problema es que, para conseguirlo, necesita consumir tantos recursos que, si su estilo de vida se generalizase, nos harían falta tres planetas Tierra. EEUU tiene también buena nota en desarrollo humano; pero su “huella ecológica” es tal que harían falta más de cinco planetas para generalizar su estilo de vida.

(…) Hay un solo país en el mundo que –por ahora al menos– tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba. (…) La cosa, por supuesto, da mucho que pensar. Para empezar porque es fácil advertir que la mayor parte de los balseros cubanos huyeron y huyen del país buscando ese otro nivel de consumo que no puede ser generalizado sin destruir el planeta, es decir, reivindicando su derecho a ser tan globalmente irresponsables, criminales y suicidas como lo somos los consumidores estadounidenses o europeos. (…) En términos de desarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máximamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más.

(…) No podemos permitir que nuestros ministros de Economía nos sigan convenciendo de que “crecer” por debajo del 2 ó 3% es catastrófico, y no podemos permitir que nuestros políticos sigan proponiendo como solución a los países pobres que imiten a los ricos. Es materialmente imposible. El planeta no da para tanto. Cuando proponen ese modelo saben que, en realidad, están defendiendo algo muy distinto: que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional.

Carlos Fernández Liria
Profesor titular de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid


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4 comentarios:

Matías dijo...

Natanael: La opinión que transcribís al final es lo mejor que leí. No. Muy bueno. Lo archivaré en mi caja de argumentos contra fachos fututos. Yo también siempre pensé lo mismo: "es un agravio contra alguien -al que no sé distinguir- el que yo pueda comer afuera, comprar por delivery y –hasta hay veces- usar un control remoto"

Saludos.

Matías dijo...

Nos comentamos al mismo tiempo. Cuando vos estabas comentando en mi blog yo te estaba comentando a vos. Gracias por el dato del libro de Sasturain.

Un Abrazo.

Horacio dijo...

qué bueno lo de niembro

a mí me pasa algo peor con pagani

lo leí y lo odié siempre, toda la vida, pero intensamente, visceralmente

desde que empezó a hacer papelones por la tele y su personaje simpático en radio mitre, le estoy agarrando un poco de simpatía, y no quiero que me pase, porque es un menotista hijo de puta, pero no lo puedo evitar

wallychoo dijo...

Puaj Niembro para Wallyzz es PUAJ..

y otro tanto el Colorado(metocounhuevomientraslonombro)Libermann...

y Feinnmam y Bussshhhh y SanFilippo y el Gordo Muñoz y Hadad y el canal de la mujer y Mirtha Legrand y Moria casan e Hilda Molina y un monton mas que seguramente me vengan a la cabeza cuando termine de comentar

Abrazo