17.10.07

Bertold

Estaba solo y aunque no creo en los espectros -no soy adepto a los juegos esotéricos ni a los escolásticos (aunque esto último no viene a cuento de este relato)- aquella vez, seguramente más por aburrimiento que por curiosidad, se me ocurrió abrir la tabla ouija y convocar con la copa algún espíritu de esos que por malos siguen dando vuelta entre los mortales. No puedo evitar cada vez que abro la tabla ouija decir “uija”, de boludo que soy.

Cuando le pregunté mediante la copa el nombre al primer fantasma que se me emancipó sobre mi torpe convocatoria, la copa, de manera espasmódica, fue formando el nombre B e r t o l t. “¿Viviste en esta casa?”, me esforcé por preguntar, con ese sinsentido de la formación de palabras por letras típico de este juego, que no sé por qué se llama juego. “No”, me señaló, porque también hay un “sí” y un “no” además de cada letra. “¿Dónde naciste?” “En Berthold Brecht” “¿Cómo el poeta?” “Yo soy el poeta”, me contestó, ralentadamente. Aburrido empecé a pensar en quién estaría en Tiene la palabra: era viernes a la 1, ya sábado, y a esa hora repiten el programa.

“¿Sos Berthold Brecht entonces?” Si lo hubiera dicho no se hubiera notado pero como se lo pregunté con la tabla me corrigió que su nombre no tiene h intermedia y que las casualidades de la vida hicieron que la ciudad donde hubo nacido se llamase igual que él. “Mirá vos”, le escribí mientras me imaginaba la reunión de producción de Tiene la palabra.

¿Y ahora a quién invitamos?
¿A Laura Ufbal?
¿Te parece?
Y sí, la
invitamos y la gorda viene seguro…
Eso es obvio, que viene, pero se van a
dar cuenta de que somos unos ladris.
Y bueno, la mentira en algún momento va
a madurar.
¿Por qué hablás así? ¡Las mentiras no maduran!
Y a Estela
Raval.
Estela Raval re da.
Obvio, la vieja viene seguro y quedamos
mejor, parece que producimos la nota.
Okey, y a la gorda la ponemos como
presidenta de mesa.
Ja ja, claro, cierra todo.
Llamá a un periodista de
Crónica, uno de Radio Rivadavia y un estudiante de periodismo de Eter y listo.
Joya.

Al rato, me di cuenta que lo tenía a Brecht, y me dije a ver si sigue flotando por la casa. “¿Bertold?” “Sí.” “¿Así que creaste el teatro épico vos?” “Aprovecho que estás acá”, me dijo en correcto deletreo del castellano, Bertoldo, y agregó “hacé una cosa, grabame y pasame en fast forward porque tengo que decirte algo largo y estás letritas me la tienen al plato”. “¡A la copa!”, le dije, pero tarde tanto en escribirlo, con la copa, precisamente, que el chiste perdió efecto y Bertoldo me terminó preguntando “¿Qué?” y le dije, “Nada” y agregué “Te paso mi número de ICQ y chateamos". Me dijo que qué buena onda chatear y empezó a contarme. Trascribo.

LaBrujaBert dice…
En realidad no hice nunca nada, soy hijo de pastores protestantes, papá murió joven y mamá, que era alfarera, paraba la olla. Escribí un par de poemas exitosos en aquella época y por gracia del destino me fueron adjudicando buenas frases de los demás a mí. Soy un tipo afortunado. La cosa es que hay gente desconocida que dice buenas frases... ¿Viste que los chicos que no tienen apellido y van a parar al orfanato le ponen a todos Espósito o Expósito?

Natanael dice…
Sí, pero no sabía que tenías tanto conocimiento de la Argentina.

LaBrujaBert dice…
En Alemania también ponen Espósito pero en Alemán.

Natanael dice...
;)

LaBrujaBert dice…
Sigo.

Natanael dice...
Dale…

LaBrujaBert dice…
Bueno, yo soy el Espósito de los escritores. Escribí esos poemas y después, como no daba para comer, me dediqué a ayudar a mi vieja en la alfarería que tenía en Berlín “El alfarero remendón”. La cosa es que la fortuna hace que me empiecen a adjudicar todo el tiempo frases de gente ignota. Como esa de Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después, sarasá, y ahora están tocando a mi puerta.

Natanael dice…
Si sabía que esa no era tuya.

LaBrujaBert dice…
Sí esa se sabe un poco más, pero dudá de todo lo que digan que es mío porque tengo sólo una treintena de poemas malos y todo lo demás vino por la generosidad de la imposibilidad de la gente de poner anónimo, o refrán popular, ponen Bertold Brecht de frente march.

Natanael dice…
Grosso.

LaBrujaBert dice…
Sí grosso. Bueno me voy, a ver si me adjudican esa de que Borges volvería a comer más helados y o esa carta apócrifa que García Márquez escribió, que me las merezco.

Natanael dice…
Está Estela Raval en Tiene la palabra, te dejo.

LaBrujaBert dice…
Me quedo con vos, me encanta Estela, cerrá la ventana que si entra correntada me vuelo.

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