14.8.07

10 hits instantáneos

A continuación, en orden clasificatorio, las 10 canciones que me resultaron las melodías más pegajosas que escuché. Esas canciones que cuando las oí creí que ya las conocía de antes y que con sólo una oída ya podía cantar su melodía de memoria (y sus respectivas largas reseñas).

Nota: son canciones que escuché sin que medie mi voluntad, fuera de un disco, pura acción de terceros.

knorr hits

  1. Mariposa Technicolor

Trabajaba con mi viejo en una oficina bien gris del microcentro y escuchaba la radio, mucho, mientras llenaba formularios de Faecys e Ingresos Brutos. Veníamos del excelente El amor después del amor y se ansiaba lo nuevo de Fito Páez. Sonó en Rock & Pop la melodía épica de este tema. Música helena. Y ese comienzo enumeratorio suturante de recuerdos. Quizás sea la canción perfecta. Y como suele suceder con las canciones perfectas de tanto escucharlas terminan por hartarnos. Todas las canciones de esta lista terminaron hartándome en mayor o menor medida. Hasta recuerdo cantar en la popular de Boca esta canción, es la melodía popular por excelencia. Cuando empezó a sonar en la radio nos estábamos yendo junto a Padre y le dije que espere, la radio estaba en el piso, y me tiré al lado del bodoque ese que se hacía llamar minicomponente para escucharla toda. Canción fenomenológica.

  1. Morrisey

Escuchaba en esos años una radio imposible: FM Supernova. Leo García venía de hacer Avant Press, y yo era uno de los 14 que tenía el disco de la banda. Cuando empieza ese arpegio de guitarra entré en trance. Y el electroestribillo se me adhirió al cerebelo por décadas. Era tan rara Supernova que ese tema estaba inamovible en el número 1 durante casi toda la existencia de la radio. El cd single diseñado por Ros es una reliquia ancestral, con la cejita cortada y el primer minicidi que vi en mi vida. Y después se vino esa discusión bizantina sobre la letra de Pablo Schanton, de si era para una chico, una chica, un perro o su majestad Sir Paul McCartney.

  1. Besandoté

Era un boliche de esos a los que uno va en la costa, no recuerdo bien cuál. A diferencia de los dos temas anteriores no fue el primer single del disco. Ya había sonado No puedo. Y no me acuerdo si también El dinero no es todo. Esa melodía se instalo en mi costado izquierdo. En la misma línea argumental Serrana de Loco (tu forma de ser), Corazón y Un osito de peluche de Taiwán. Pero Besandoté me parece una canción que merece ser destacada porque es un dulce y sutil tema bailable. Como con Los Simpson y las papas fritas, no conozco nadie que no haya cantado esta canción.

  1. Lamento boliviano

Me quieren agitar, me incitan a gritar. Era un impúber, todavía no tenía preconceptos musicales, pero ya Los Enanitos Verdes se insinuaban como la banda que no debería gustarte. Pioneros en eso de la vergüenza musical. Sin embargo, esta canción, es irresistible. Cuando Marciano Cantero inmola ese “idiota” advertía en mi interior una sensación de rebeldía insumisa. Eso de nena no te peines en la cama que los viajantes se van a atrasar me sonaba a poesía contemporánea de vanguardia pop. Por esta canción merecen ser salvados de la ignominia de la música grasa.

  1. Lo mejor del amor

No sabía ni quién era Rodrigo ni qué era el cuarteto. Veníamos de Sombras, de matar a los dioses de la vieja cumbia: a Miguel Conejito Alejandro, Alcides, Ricky Maravilla, Adrián y sus dados negros. El parricidio cumbiero encolumnado detrás de la figura de Daniel Agostini impulsó a la mejor camada de música popular bailantera de nuestra historia, con bandas como La Nueva Luna. Sombras era una gran banda. Ese disco de La Ventanita y Te voy comer la boca a besos con muchos besos con muchos besos. Tanta movida hizo que por aquellos días estuviera de moda un disco de hits de la movida tropical que se llamaba algo así como 20 hits de cumbia. Entre esos temas estaba este cuartetazo imprescindible de Rodrigo. Estábamos en una carpa en Villa Gesell con el Borracho un verano extraño y toda la noche desde el baúl abierto de algún Fiat 147 no paraba de impregnarse lo agreste con tu-tu-tu-tu se va: tarararáta ta ta.

  1. El mono relojero

Duhalde había sacado una extraña ley en la provincia de Buenos Aires que decía que había que irse a dormir antes de las 3 de la mañana. Los Caballeros de la Quema habían hecho un solemne tema sobre la novedad con un línea de inusitada destreza: chumban perreras en Buenos Auschwitz. Por su parte, Kananga zarpó un tema de esos para abrazarse y cantar en círculos –algún sociólogo debería analizar esta práctica-. Andate a dormir vos. Te dopa el miscrocosmos del alma este estribillo de cancha. El dejate de joder, si estás más duro que una mesa, se la pude considerar una gran metáfora arrabalera sin dudas.

  1. Tumbas de la gloria

La canción más hermosa del rock en español es este hit torrencial -llueve en esta canción-, tiene la melodía de una tarde lluviosa. Mi vieja se reía, no sé por qué, cuando llegaba la parte de bajo una misma piel y en la misma ceremonia. Cambia tantas veces de ritmo esta canción, que parece que no arranca, hasta que explota de lirismo, baja cuatro decibeles, y Fito susurra eso de Algo de vos llega hasta mí, cuando era pibe tuve un jardín. Genial, Páez en su cima poética y musical en el disco más perfecto de la música en español de todos los tiempos. Si Páez fuese Rulfo y este disco fuese su Llano en llamas estaríamos hablando hoy sobre Fito como el músico más importante de este país. Dan ganas de agarrar una guitarra.

  1. Viva Satana!

No había escuchado con pasión ni Pasto ni Trance Zomba aún. Salía Dopádromo. Empezó a sonar de corte esta canción: Tura Satana anda buscando su sombrero allá: allá en Las Vegas. Siempre la canto como si mi cabeza fuese el autito del Out Run. Como si mi mirada estuviera fluctuando sobre un ruta provincial de Arkansas: es una aventura de cowboys, una historieta de Hugo Pratt esta canción. Acá les dijeron a toda la escena que eran los músicos más ingeniosos de nuestro rock. Todo empezó con esta canción, para mí. Como si fuera poco contiene un trabalenguas factoría babasónica de exportación: porno-fronteras, prosti-dimensiones, pussy-power-cat. Grosos.

  1. Jardín de gente

La mejor letra de la música argentina contemporánea encorsetada en una melodía atípicamente pop para el Flaco. Si fuera de Eric Clapton este tema estaría dedicado a un hijo muerto, tal su nivel lírico. Alguien debió conservar y cuidar este jardín de gente, a Dios nunca se le ocurrirá es para ir a buscarlo a la casa y cagarlo a trompadas a Spinetta por hijo de re mil putas. No podés escribir eso en un producto de consumo masivo, quién te crees que sos. Y esa parte de cómo harás para ver y aliviar este jardín de gente, algún acuerdo en tu alma tendrás a medida que vas desengañándote con el mundo va cobrando más importancia, proporcionalmente.

  1. Serenata

Para cerrar, una extraña, una que no es tan conocida. Que la pongo en el dale play para que la puedan escuchar, bajar, archivar y olvidar. Tiene una gran historia esta canción. Escuchaba, ya lo dije, Supernova. En la trasnoche pasaban entre la 1 y las 6 canciones de rock nacional indie imposibles de considerar en una radio. Además muchas veces no decían ni de quiénes eran. Muchas veces ni locutores había. Ni publicidades. Ni separadores. Eran horas y horas de música rara y linda sin post-it´s informativos. Y pasaban esta canción que no supe su nombre ni quién la cantaba hasta años después. Me quedaba despierto para escuchar si algún día decían de quién era el tema, muchas noches. Fue la última canción que grabé en un casette. Nunca dijeron de quién era. Era un bolero al mejor estilo Cipollatti. Le hablaba a Nolugareña de esta canción. No podíamos sacar quiénes podrían ser. Era una canción de amor con ribetes tragicómicos que decía así:

Que te nombro y no te encuentro
que te culpo y te condeno
que te ordeno que te vistas de una vez.
Que te beso y luego escupo
tu pintura para labios
que reviento los granitos de tu acné.

Que te amo y te embalsamo
que financio tus excesos
que otra vez viniste sin ropa interior.
Que no entiendo tu mirada
de repartir estampitas
que me pides que te escriba una canción.

Y te aprovechaste de mí
sin compasión
Es que no puedo evitar
ponerle fin a este mal
porque en mi vida,
en mi vida mando yo.

Que te pelo y te cocino
que dices que no eres de esas
que te inyecto una mielcita de limón.
Que aborrezco tus patadas
y también tus sutilezas
que empalagas mis oídos con tu voz.

Y te aprovechaste de mí
me rompiste el corazón.
Eres más bella que Miss Universo
y eres más brillante que el sol
pero en mi vida
en mi vida mando yo.

Años después compré un disco de Sometidos por Morgan barato por ahí en alguna disquería perdida y no les quiero enunciar la alegría que sentí al encontrar Serenata.

  • ¿cuál fue tu hit instantáneo?

3 comentarios:

Apollonia dijo...

Un top ten con dos canciones de Rodolfo Páez es como para pensar, eh...

Martín Zariello dijo...

Hay que ser valiente para mandar dos temas de Paez en un conteo personal en tiempos donde Paez es denostado por todos. Es verdad que Mariposa Tecknicolor tiene uno de los mejores inicios del rock en castellano, también que Tumbas de la gloria es un tema del carajo porque Paez deja de ser el hermanito menor de García y se manda un tema que Charly no podría haber compuesto nunca.
Mi lista de hits instantáneos no es instantánea porque la mayoría de los temas sonaban desde mucho antes de que yo naciera: Aguas de marzo- Tom Jobim and Elis Regina, Amandote- Jaime, Qué clase de amor tendrás- Litto, Perfume casino- Babasonicos, Happiness is a warm gun- The Beatles, todos los temas de Libertango, Nuevos trapos, etc.

Anónimo dijo...

Te tiro 3 al pasar (me hago cargo que las canté y mucho)
-Te quiero asi (Chichi Peralta): Cumpleaños y fiestas varias
-Provocame (Chayane) con pasito incluído en la época barilochense
-Y una semi actual que no puedo dejar de cantar ni de ver el video cada vez que lo engancho: Te lo agradezco pero no. (de Shakira y Alejandro Sanz)

De las tuyas hay una que hubiera estado en mi lista que es Lamento Boliviano.

Besos,
Marie