26.4.07

pucha, qué lástima

“Recuerdo que un día estaba borracho en el Bar Británico, muy paranoico. La Negra Poli y el Indio estaban sentados en una mesa y no sé por qué motivo, una sonrisa tal vez, me lo tomé como una provocación personal a mi condición de desgraciado. Pasé al lado de la mesa y los miré mal, me fui indignado. A la vuelta estaba Enrique Symms y le conté lo que sucedió. Sacó una navaja, me la dio y me dijo: ‘Esta es tu oportunidad. Andá y matalo’. Salí con la navaja, y la verdad es que lo que menos quería era matar al Indio Solari. Me acerqué hasta el lugar y no supe ni siquiera lo que les estaba diciendo. Sólo hubo un momento medio de tensión, que yo pensé como el punto inicial de una matanza o de una pelea, mientras que ellos se lo tomaron con extrañeza. No sabían qué mierda le estaba pasando a ese señor que ni conocían. En realidad sí me conocían, pero estaba desdibujado. Y me fui con la anécdota encima, por cierto muy graciosa...”

Palabras de Gustavo Cordera. Extractado del libro Verborrea. Conversaciones con Bersuit Vergarabat, de Yumber Vera Rojas, que acaba de ser publicado por Zona de Música.

2 comentarios:

La Momia dijo...

Gustavo Cordera merece mi total repudio.
DETESTABLE y HORIBLE.

wallychoo dijo...

Recuerdo una cola bajo la llovizna en el, Samobar de Rasputin , y un cordera Tirado en el cordon de la vereda sobre un vomito memorable, y despues dentro del bar, escucharlo cantar como un niño del coro Kennedy