No tengo muchos motivos para estar enojado entonces en estos días ando haciendo berrinches por el uso de las palabras almuerzo y cena, a diestra y siniestra. Claro es que entiendo que una se refiere la comida suculenta del mediodía y la otra a la de la noche. Entiendo que es una referencia al tiempo pasado de si lo hice de día o de noche. ¿Qué cosa? Comer. Yo lo que no puedo comprender es la gente que dice “voy –en tiempo presente- a almorzar un sándwich”. O quien confiere al pasar, como quien deja caer un pañuelo en una estación decimonónica del hollywood virginal, “¿qué cenaste?” ¡No cené! Nunca osé cenar, habrase visto. ¿Qué es eso? Bueno estoy comiendo enojado por eso, y me está cayendo el almuerzo como el culo. Cada vez que puedo, saco el tema y empiezo a complejizar con dagas discursivas, como ser “Y si como a las 5 de la tarde, ¿estoy almorzando o merendando una milanesa?” “Y sí, en cambio, tengo hambre cuando vuelvo de alguna parranda y me aso unas cebollas con hígado a las 5 de la mañana, ¿qué es eso? ¿Cenar? ¿Almorzar? ¿Desayunar?" Porque no me dejan comer en mis horarios sin palabrerías de persona de poco vocabulario. Viene a dificultar aún más mis enojos el invento publicitario de
Me indina y me repuna que los alunos canten el hino apoyado en la coluna. Y los que se quejan de la pobreza porque no van y le regalan todo su sueldo a los pobres. Ah, claro, son progresistas de la boca para afuera. Estamos como estamos, porque somos como somos, es así, siempre todo es lo mismo. La historia se da una vez como tragedia y la segunda como comedia, nunca me acuerdo. Aún naciendo mil veces hubiera hecho siempre lo mismo. No hay que arrepentirse de nada, yo sólo me arrepiento de lo que no hice. Porque no es bueno que el hombre esté solo. Nadie es una isla. No hay mejor compañía que un buen libro, ni mejor amigo que el perro. Y claro, donde duermen dos duermen tres, y a la vez dos son compañía y tres son multitud, y no hay dos sin tres. La tercera es la vencida. Estoy cansado de la charlatanería, yo solo hablo cuando tengo algo para decir, sino tengo nada para decir, no digo nada, el silencio es un bien muy valorado en este mundo tan ruidoso. Hay veces que hay que parar la pelota, levantar la cabeza y mirar dónde estamos parados. Porque no es cuestión de hacer por hacer. La venganza es un plato que se come frío. Es así. Yo no soy rencoroso, pero si me hace algo no me olvido más, no me enojo, pero siempre me acuerdo, y cuando puedo meto el dedo en la llaga. No, no es de jodido, lo hago para hacerme valorar. Porque sino te respetás vos, no te respeta nadie. Prefiero pasar por hijo de puta que por pelotudo. Porque yo puedo ser un pelotudo, pero no me gusta que me traten como un pelotudo.
1 comentario:
No jodan con Peron!
Sindicato La Fraternidad
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