15.9.06

román

Tres personas se comunicaron conmigo por distintos medios para dialogar sobre Román. Ayer por la mañana, viniendo pal trabajo, miré de refilón un kiosco de diarios y lo vi a Riquelme en la tapa del Olé y pensé –no había mirado los noticiosos- “qué habrá pasado ahora”. Después seguí, medio como que me olvidé, y vi que, además, Román estaba en la tapa de Crónica. Ahí me asusté, dije, “epa, qué habrá pasado ahora”.

Llegué y lo primero que miré online fue el Olé. Y bueno, lo demás, noticia conocida, y la reconfirmación de lo que ya se sabe, es el mejor adentro y afuera de la cancha.

Hay pelotudos en la tele que hablan mal de él diciendo que es “un cobarde” en no decir los verdaderos motivos que lo llevaron a alejarse y por escudarse en su madre. Pero qué son estos tipos, adivinadores, jodidos o simplemente hijos de puta.

Román se mueve en la vida como en la cancha, se puede decir “vive a otra cosa” en vez del remanido “juega a otra cosa”. El tipo en el medio de la vida pará la pelota, sopesa su realidad, busca sus compañeros y decide que como no están bien parados en la cancha lo mejor es tocar para atrás. Eso hizo Román el otro día, el escenario era adverso, en su cabeza no había una buena jugada para hacer: tocó para atrás, y volvemos a salir.

No me quedan dudas de que si hace en estos años buenas temporadas en España le van a terminar pidiendo “perdón” y “volvé Román, nos equivocamos”. Y bueno, él, con los pies bien parados en la vida, como nadie en ese ámbito -en ese ámbito superficial y hueco, que es el de los futbolistas-, dirá si, sólo si el escenario le permite poner un pase entre los zagueros a 100 metros y sin mirar, o dirá no, y volverá a tocar para atrás.

Ya está, se acabó, ahora los que lo amamos vamos a seguir viéndolo como antes del mundial por ESPN y vamos a quedarnos con la boca abierta. Y los que no gustan de como juega, no tendrán el “privilegio” de insultarlo, o sí, pero a quién le importa.

Cito a Federico –que como no se mueve por blogs no tienen nick- que me mandó un mail con estas líneas: “Imaginate en el lugar de la madre, todo el día escuchando pelotudeces sobre el hijo. Que es pecho frío, que no tiene temperamento, que no le da para ser el conductor nacional y ella lo vio a los tres años jugando en la villa entre 21 monos que no querían mejor trofeo que el tobillo del pequeño Román. Es decir, si el tipo se bancó a los monitos que le molían los huesos en la villa, ¿se va a achicar después?”

Ayer en el festejo de los 4.000 bosteros en el Morumbí bajó el “Riquelmeriquelme”. Román es uno de los mayores ídolos del club más importante del mundo, que importa lo demás.

Ah, y no me dio pena, me dio alegría por él, a mi no me interesa más la selección, yo soy hincha de Riquelme, no quiero compartir nada con una masa informe de personas con gustos dudosos que critican a las personas por lo que hacen afuera de la cancha.

2 comentarios:

Martín Zariello dijo...

Es indudable la mala leche que hay en los medios para hablar de Riquelme. Hoy un compañero de la facultad me dijo que en Olé lo trataban de cobarde. Justo ellos que son el diario de Boca y por consecuencia de la consagración de riquelme. Martín Souto da verguenza diciendo que para él Riquelme miente. Personalmente creía que se merecía otra oportunidad, a pesar de no haberme gustado para nada como jugo en el mundial. Riquelme es un tipo simple, el boludo de Santo Biasatti buscaba profundizar y Roman se reía: parece alejado de la realidad en algunas ocasiones pero consciente que en el fútbol el público nunca se conforma. Saludos.

reinita neurótica dijo...

Yo sé que lo que voy a decir te va a caer mal y vas a pensar q soy una tarada pero no soporto la fealdad de Riquelme asociada al gesto de dolor y sufrimiento que tiene. Igual con lo hizo estos días se puede decir de todo menos q es un cobarde.