21.4.11

estilo para el género

A propósito del conflicto entre Terranova y la corriente antipironeana, recordé un post tempranero sobre el tema, del blog Cocina del Sentido. Ahí se explica, el lunes 7 de marzo, todo lo que iba a suceder.

El hambre y las ganas de comer

Juan Terranova escribe en El Guardián sobre el movimiento "contra el acoso verbal callejero" (requetesic: vease buenosaires.ihollaback.org). Allí se ofrece, solícito, y a modo de cierre, a "romperle el argumento a pijazos" a la responsable en Buenos Aires del proyecto, Inti María Tidball-Binz. En el blog El conejo de la suerte está disponible el escaneado de la nota, más una versión retipeada en la que Terranova opta por la sutil paráfrasis: "romperle el culo a pijazos". Con esta joya de la eficacia argumentativa (el dominio de la palabra "pijazo") Terranova logra instalarse como "tema del momento" entre usuarios de Twitter de Argentina gracias a las respuestas escandalizadas de las seguidoras del movimiento que leyeron en la tosca y hueca provocación una "amenaza de violación" (requetesic, otra vez) y que piden no sólo censura de la nota sino el despido de Terranova.

Vamos por partes.

1). El artículo de Terranova es una pieza argumentativa endeble y caprichosa. Pretende ocuparse de los contornos de "Arte y provocación", para lo cual destina un par de párrafos a hacer gárgaras con citas de autoridad, pero pasa rápidamente a lo que parece ser el centro de su diatriba: ensañarse contra algo así como la "corrección política". El comentario despectivo a las declaraciones de Tidball-Binz se base en la cita de autoridad: "Una amiga me dice por chat: “Se sabe. No es lindo que te digan algo, pero si no te lo dicen te sentís fea.” (¡Liiindo exemplum!). Pasa después a pontificar cuáles son los temas relevantes para la militancia de género ("la pelea por el aborto libre y gratuito, la asistencia psicológica y judicial a mujeres golpeadas, la lucha contra la trata de personas") y a apostrofar sobre los medios por los cuales tales luchas deben ser llevadas a cabo ("luchar contra el acoso callejero por medio de blogs suena tan eficiente como intentar frenar un colectivo mandando un mail o a protegerse de la lluvia vía twitter."). ¡Un polemista ambicioso! En un tiro por elevación trata de emparentar este tema con la denuncia ante el INADI registrada hace unos días por el uso de la palabra "negritos" en la plataforma electoral del candidato del PRO a la gobernación de Santa Fé, Miguel del Sel. Lamentablemente, dos errores no hacen un acierto, cuando la conclusión es que se trata de "mecanismos de control paranoico de la lengua [que] nos empobrecen". Parece un tanto fuera de escala pretender encontrar "poesía potencial" en el uso demagógico de "negritos" o en el "piropo" escatológico como el de la boutade efectista a la que recurre como todo epílogo.

2) Como te digo una co', te digo la o'. No hay más remedio que incomodarse ante cierta expresiones de movimientos legítima o bastardamente herederos de los llamados "Estudios de género". Más allá de sus intenciones (dicen que dicen que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones), el movimiento Hollaback! hace más bien poco por la igualdad de género. Semejante reacción a la pirotecnia de Terranova es una cabal demostración de un pensamiento unidimensional, premetafórico y falto de sentido del humor. Y esto de ninguna manera porque lo de Terranova fuera un "chiste", como se dice ahora por ahí. (Flaco favor le hacen al autor, que podría dejarle ese humor al peor Gioia). Más bien porque tomarse en serio ese artículo es darle una entidad que no tiene ni merece, es regalarle la oportunidad de identificarse con el "ingenio", cuando se puede desmontar su argumentación con una dosis mínima de ironía. Tristemente, se elige el camino de la literalidad más salvaje, leyendo una "amenaza de violación" en un happening de gallito de riña. Pero para peor, en lugar de la denuncia, la descalificación o la simple desestimación de semejantes argumentos de pacotilla via un sano ejercicio retórico, deciden salir a pedir la cabeza de Terranova cual Robespierre con pollerita.


Ahora en lugar de discutir el machismo de la bravuconada de Terranova, hay que defenderlo como payador perseguido, paladín de la libertad de expresión. ¡Gracias, chicas, eh! Un gran aporte a la causa femenina.

A ver si para dar la batalla por el género, empezamos a cuidar un poco más el estilo.

1 comentario:

Andreika dijo...

Mire, si a usted le hubieran dicho, como a mí hace unos años, "decime quien te c... que le chupo la p...", también sentiría cierta simpatía por el movimiento contra el acoso verbal callejero. No obstante, le concedo que las luchas feministas pasan por otras cuestiones. En cuanto a Juan Terranova, es, fue y será un auténtico pelotudo, con pretensiones de literato.Qué placentero es confirmar lo que uno suponía hace largo tiempo. Se lo agradezco sobremanera.