Hay dos expresiones que se usan diariamente en el análisis político que probablemente no encuentren un correlato en la vida diaria de la gente de a pie. Lo que tiene que ver con la “crispación”, que está latente aún, y eso otro que fue zanjado, el tema del “relato”.
“El relato” fue El Tema que puso en duda la actual administración nacional. No se quedó en el amague de la impostura si no que lo llevó al único tribunal oral y público que admite la democracia argentina que es un debate en el Congreso. El único espacio al que el establishment le presta atención.
Si Usted quiere saber si existe un debate interesante en la sociedad con posibilidad de resolución con un tiro (por elevación) para el lado de la Justicia, ese debate se trasmite en cadena nacional por los medios privados. Sí, ahí hay cosas en juego.
El debate del campo fue uno que se perdió; el debate de la ley de medios se ganó incluso si no se hubiera ganado. Esos son los dos grandes temas de la Presidencia actual.
Los recursos y el relato.
El recurso sin relato se perdió; el relato se ganó, con recursos.
Los recursos, del relato que se ganó, tuvieron que ver con con los heridos que el enemigo -poderosísimo (aún convaleciente)- dejó en su carrera hacia el monopolio: un tendal de despojados que se cobraron venganza.
Qué me perdonen mis minorías queridas, nadie podría estar en contra de que los jubilados se jubilen mejor ni que los putos se casen. Tan inofensivas son esas luchas que sólo hacía falta decisión política. Lo que no es poco, agradezcamos alguna vez algo. Pero una vez tomadas esas decisiones, la picota pública inclinará la balanza hacia el oficialismo, ese campo fértil del progresismo sencillo. Sencillo para un gobierno popular con pelotas, no para un progresismo que tiene un solo senador de 72 (¡hola Giustiniani, cómo anda!).
Los medios de comunicación aún antes de la discusión abierta estaban cooptados por el progresismo (¡por eso piden plebiscitos!). Cualquier tachero te explica con palabras de este mundo la teoría de los dos demonios, sin miedo, por suerte, y los únicos periodistas que se animaban a esa barbaridad eran arrojados de la centralidad de la línea editorial. Y ahora que los necesitan, son viudas.
Nuevas viudas de una lógica expansiva.
Voy a hacer dos nombres que quedarán en la historia, si la historia es justa, en la lista de los innobrables: Mario Mactas y Adrián Ventura.
Dos novias que son noviazgos de asilo de ancianos.
¿Por qué es esto? Porque los grupos económicos están compuestos de personas, de laburantes, que llegaron por buenos y se quedaron por el cachet. Dice Homero: vine por el precio y me quedé por el servicio. No soy simposólogo pero es más o menos así la frase. Los que llegan, llegan por buenos; los que se acomodan son porque son funcionales.
Bueno, el laburante tiene fallas.
El servicio es bueno pero algunas cosas no te van a bancar. La genial dinámica del kirchnerismo para los que resistimos ese funcionamiento de los medios es llevar las discusiones a lugares donde nadie nunca imaginó que iban a llegar. Complicidad civil, con todo lo que incluye, para mal y para bien.
Con los medios ganados por el progresismo desde siempre, de ideología prístina en la voz, convocamos a la derecha comunicacional amiga y dejamos en posición adelantada a cualquier laburante del grupo Clarín. Que son la verdadera derecha.
Se pone de acuerdo la línea de 4 de C5N y deja en orsai a Nelson Castro… a ver si me explico. Santo Biassati no sabe qué hacer con su capital simbólico. La chica que tiene al lado, que debe hacer pasos de comedia con el desfile de modelos de turno por contrato, está más desubicada que Leo Rodríguez con la 10 en 1992 (?).
"Todo" "eso" es "Relato".
El relato es que toda esta discusión es posible. Si además es por ley, mejor. Discusión, 678, gente en la calle. Encima, sin preverlo, Víctor Hugo Morales: ese señor que tiene la foto al lado de la definición de la palabra valores.
Llegué después de tantas vueltas: la que impuso relato y crispación fue la Presidenta.
Fue Cristina.
La recuerdo en mil simposios, charlas, efemérides, convenciendo de la importancia del relato. Pero en democracia, nada de imposiciones, la sacamos por ley nacional.
Y yo soy periodista, y sin ella hoy no sería periodista, porque no podría desempeñarme afín a lo que pienso que debe ser un periodista.
Silvio Rodríguez dice: "Si alguien roba comida y después da la vida, ¿qué hacer? ¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?".
Hoy el relato es multipolar -otra palabrita de ella-. Pero el relato es importante por la responsabilidad de ese relato, la muerte del periodismo cipayo, el prestigio herido de muerte del enunciante. Una sociedad civil atenta a todo esto es un paradigma nuevo del periodismo.
Mérito de Cristina Elizabet Fernández Wilhelm de Kirchner, Presidenta.
Ayer nació Evita, María Eva Duarte de Perón, de todas las personas que no conocí es la que más cariño me despierta. Cariño a todo nivel (¡Evita te amo!).
Cristina, culmino, no sólo inventó el relato, como palabra, también inventarió sus hacedores. Y además fue emisora de la hegemonización del uso de la voz “crispación”.
Allá por un 26 de julio de 2007, a unos meses de ser la primera mujer argentina elegida por votación popular dio una entrevista al diario español El País, cuando no daba notas a los medios locales. Algo del relato, más o menos, ya manejaba La Señora.
Para La Nación fue: En España, escenario que eligió para estrenar su flamante candidatura en el terreno internacional, Cristina Fernández de Kirchner rompió con una costumbre que en la Argentina parece sagrada: no dar entrevistas.
Dijo aquella vez: "Con la Eva con que me siento identificada es la del puño crispado frente al micrófono".
Vaya síntesis.
3 comentarios:
Cro Emo,
da gusto leerte en este tipo de relatos. Tenés una descripción perfecta, a veces un poco enroscada, vale decir, pero que apunta a un núcleo desde donde nacen buena parte de los análisis más o menos superficiales que leemos a diario.
La certeza de que atravesamos un momento histórico, de cambios, quiero decir. Una etapa que parecía olvidada, pero que había echado raíces y que hoy comienza a mostrar nuevamente sus frutos.
Uno puede sentir que está pasando algo importante en la Argentina, es como una energía que hay en todos lados.
Tengo lindas fotos de anoche, fue un buen momento. Entre mañana y pasado estarán disponibles en mi bloc.
Saludos
Muy buen relato sobre la crispasión en la que vivimos dados los debates y su relación o no con la sociedad en su conjunto. Una pequeña acotación, Leo Rodríguez tenía la 10 antes del Mundial 94, y no en 1998. Jajaj
Un saludo, excelente nota.
Ikal
Muy bueno, Natanael. Yo también me identifico con esa Evita de la que habla Cristina y yo también la amo a nuestra presidente. Cris pasión!
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