Indultos Bicentenario
Señor director:
A mediados del siglo pasado, el macartismo aterrorizó a los estadounidenses que no se atrevían a hablar por temor de ser tildados de comunistas. En la vereda contraria, parecida es la situación actual en Chile, en que no nos atrevemos a enfrentar a los fariseos que acosan a los militares que nos salvaron de los extremistas que pretendían transformar el país en otra Cuba, por temor a que nos cataloguen como violadores de los DD.HH.
La Iglesia Católica está pidiendo un indulto para los presos condenados por distintos delitos. Inmediatamente surgen los catones de la inmoralidad marxista, sosteniendo que los ex uniformados condenados no pueden entrar en la categoría de los indultables. Alegan que éstos han cometido crímenes de lesa humanidad y que, para ello, se habrían asociado ilícitamente lo que impide el perdón.
En efecto, puede haber algunos o varios militares que abusaron en forma cruel e indebida, sin asociación ilícita alguna, pero eso no significa que se les pueda meter a todos en el mismo saco. Los pocos culpables ya están pagando y asumiendo su relativa responsabilidad.
Terminemos con la prácticas de McCarthy, que tanto sufrimiento causaron en su patria, y decidámonos a aplicar la Ley de Amnistía o, en su defecto, otorgar el indulto a quienes no serán un peligro para la sociedad. La mínima equidad así lo aconseja.
Patricio Mackenna Salas
1 comentario:
Día a día, en los diversos países, el amor del Señor se manifiesta en y a través de la Iglesia: ayer en nuestro país, con tan noble postura ante la cuestión del matrimonio igualitario; hoy en Chile, solicitando perdón para sus amigos pecadores.
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