hablemos el mismo idioma

Qué país hermoso es el Brasil.

Brasil como heterodoxia, país de negros blancos y blancos blancos, que hablan un idioma maravilloso, juegan bien a la pelota y tienen líos irresolubles de pobreza y marginalidad.

Brasil es más grande que nada, se debería acuñar la frase, es más grande que Brasil. Además Brasil es un lindo nombre de país, me llamo Brasil. Latinoamérica tiene muchos problemas pero tiene grandes nombres de países, Brasil, como dije, pero son todos lindos, Colombia, Uruguay, Argentina, Perú, Chile, Bolivia, Venezuela, Paraguay, Ecuador. Lindos nombres, cómo no vamos a poder hacer un bloque continental si nos llamamos tan lindo.

Cidade maravilhosa, Brasil, mundo.

Y no sé si me gusta tanto Brasil, es como quiera mirarlo, o mirarla, es un país imposible, atípico, atemporal, único.

Tetracampeón, musicalmente superior, cinematográficamente apto, políticamente atendible.

Pero como toda cosa inconmensurable, inviable, qué hacemos con esas gentes que sobran, con ese esclavismo actual, con el narcotráfico como poder de la democracia, cuarto, o segundo.

La cultura progresista existe y es valiosa, interesante y original, pero los brasileños no tiene acceso a ella. Lula es peronista. Nunca tuvieron un revolución. El mato grosso qué significa. El Amazonas y el Orinoco. El Santos, el Cruzeiro, el Corinthians.

País continente aislado en un región que le habla en otro idioma, sola razón de que la Argentina sea heraldo radar de los países pares, compatibilidad, pertenencia.