4.6.08

Horacio Guarany

na29fo01 - Share on Ovi

Solamente los almaceneros del arte piensan lo que van a hacer arriba del escenario: el artista canta, no piensa qué va a cantar, eso sería para quedar bien, para ganar el aplauso.

Y si no los aplauden recurren a esa aberración del espectáculo: ¡a ver las palmitas!

Yo sé hacer canciones, puedo hacer diez seguidas. Pero no sé cómo salen, si no estudié nada...

Tengo más de mil canciones. Y las hago de un tirón.

El éxito es como las palomas, si las querés agarrar se vuelan.

Un día tenía cien mil pesos en el banco, y me puse a pensar: pero si yo no los tengo, tengo un papelito, lo están usando ellos. Fui, los saqué, me compré un barco y me fui a vivir al barco.

Enseguida me empecé a aburrir en el barco, entonces escribí en cinco meses tres libros.

En Moscú yo era el representante argentino, solo con mi guitarrita. ‘Para qué quiero veleta en la cumbrera del rancho, para el pobre en esta vida todos los vientos son malos...’ Una tipa traducía. ¡Qué mierda, estaban todos chochos! Fue un golazo tan grande, que al otro día me llamaron de Radio Moscú. Canté, ahí nomás me ofrecieron grabar discos, y ya me llamaron para una película.

Para mí es un orgullo que me hayan echado del país.

Yo amo al vino porque el obrero, que no puede ir de vacaciones ni tener una casa como la gente, toma un vino, como hacía mi padre, y se reencuentra con él. Por ese día es feliz.

En los ’70 compré una vieja casa que se vendía al lado de la mía. Un amigo me dio la idea: no la tirés abajo, vamos a arreglarla y a hacer un lugar para juntarnos, como un club. Macanudo. Hicimos una hermosa sala, con parrilla, piano, todo. Le pusimos “El templo del vino”: “No traigan velas, traigan vino”. Ahí cantaron Edmundo Rivero, Chupita Stamponi, los Quilla, los Abalos, Tejada Gómez, venía Graciela Borges, Olga Zubarry... Hicimos una gran inauguración, con la bodega bajo llave. “Che, loco, ¿y el vino? “, me decían todos. Bueno, abran la canilla... No me creían, hasta que alguien abrió una. ¡Se armó un quilombo! ¡Salía vino hasta por el inodoro! Simple: cerré la entrada de agua de la calle, vacié el tanque y le puse vino. Fue por esa noche, pero hasta ahora la gente cree que en casa me sirvo vino de la canilla. ¡No estaría nada mal!

Fragmentos de una nota de Karina Micheletto que escribió para Página/12 el 27 de enero de 2008 y que no sé por qué recordé ahora.
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Horacio Guarany te banco muchísimo, y te quiero (?), aunque seas un golpeador (?).

4 comentarios:

Dardo dijo...

Guarany es un groso mal.
Hace unos meses posteé un artículo del tipo donde decía que hay que legalizar la prostitución.

Está tan gagá que es un genio.

Juan dijo...

"Un día tenía cien mil pesos en el banco, y me puse a pensar: pero si yo no los tengo, tengo un papelito, lo están usando ellos. Fui, los saqué, me compré un barco y me fui a vivir al barco."

Más crimen que robar un banco es fundarlo dijo Brecht, atento "escuchador" de Guarany.

La niña santa dijo...

Me llamó la atención la foto. Hay como toda una zona que es un retrato del edén (del árbol hacia la derecha), la luz es brillante y siento que es una invitación al paraíso, donde el pasto es siempre verde y hay fernet a disposición del alma en cualquier momento.
Pero, si miramos bien, del árbol hacia la izquiera, la imagen ya se torna lúgubre y endemoniada. Está maldita. No se distinguen los colores y parece más una boca de lobo que un apagón de edesur en el edén. Curiosamente, de ese lado está Horacio y un perro policía en blanco y negro, es una clara remisión a que de ese lado se alojan las fuerzas del mal. Hacia allí vamos.

caca dijo...

Yo lo veo como un guardían del infierno, velando por el correcto funcionamiento del edén. Muy buenas observaciones, pero lo importante era lo que tiene para decir Guarany.

Juan, lo mejor es que una vez arriba del Barco, se aburrió y escribió tres (3) libros!

Dardo, sabía que había leído algo de eso, era en tu blog entonces, que decía que el Estado debería pagarle putas a los feos porque los lindos mal que mal la ponen pero un feo, pobre, no coge sino tiene plata, pobre. Ja ja. ¿Era eso?

Guarany les manda un beso a los tres.