9.8.05

sobre-nombres

Ana Rita Pretti Vagliati se cansó de ser Pretti, de ser la hija de Saracho, de ser progenie de Valentín Milton Pretti, del ex director de un centro de detención, del infamemente conocido Coti Martínez, -no Nosiglia; otro siniestro, otro celebre infame-. Se cansó Ana. Y, a los 33 años, inició el proceso legal para poder cambiarse su apellido. Según dijo a DyN: "Soy la hija de un torturador”. Y, valiente, suplicó: “Quiero terminar con este linaje de muertes”, y, además, agregó: “No acepto ser la heredera de todo ese horror: los apellidos son símbolos y el mío es uno muy oscuro, lleno de sangre y de dolor”.

No hace tanto un hijo de desparecidos decidió que no iba a llamarse más como le pusieron sus apropiadores, como él mismo les dice. Se bautizó Juan Cabandié: el apellido de sus verdaderos padres; el nombre que le hubieran puesto. Y contó que, como dijo León Gieco, sus apropiadores no pudieron con él, porque hay un registro en la memoria, “porque todo está guardado en la memoria”. Lo más impactante de su historia es que siempre supo en ese registro que se llamaba así. “Eso está en la sangre. Antes de saber le dije a un amigo ‘yo me quiero llamar Juan’. Y a mi novia le dije ‘si tenemos un hijo le quiero poner Juan’”, contó Juan a Victoria Ginzberg en una entrevista que publicó Página/12 el domingo 28 de marzo de 2004. León Gieco pareciera haberle agradecido que explique su vida desde él y en su nueva producción contó su historia en Yo soy Juan, canción con la que abre Por favor, perdón y gracias, “Yo soy Juan, el último aparecido/ (…) Y aunque salí de un pozo de sepultura y suciedad/ Voy a pregonar en voz alta y la memoria remendar”, dicen algunas de las líneas del flamante tema.

Creo que la historias de vida de Ana y Juan rebaten la teoría de los dos demonios, por vía no judicial.

A ver muchachos si alguna vez entendemos que los crímenes orquestados como terrorismo de estado son considerados por los tribunales internacionales como “de lesa humanidad” y, por tanto, son imprescriptibles. Se puede juzgar la alevosía, el exceso o la violencia injustificada, si se quiere, de un crimen cometido por una organización civil, pero de ninguna manera es lo mismo.

Ana explica qué pasó durante la década del 70 en la Argentina mejor que las decenas de cartas del correo de lectores de La Nación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

siempre una visión personal, crítica, diferente...
yo, la forense, te avalo y me deleito.

seguí posteando pero, por favor, sin tilde.

sigo buceando tu mundo.

caca dijo...

Mientras tanto, en un conocido diario de la oligarquía, publican esto en su espacio Cartas de lectores...

Escrache a Carlotto

Señor Director:

"La semana pasada, Estela Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, fue sorprendida a la salida del Teatro Cervantes por una manifestación, de las denominadas escraches, encabezada por familiares de las víctimas de Cromagnon.

"Carlotto al referirse a dichos acontecimientos que le recriminaban haberse puesto del lado del Gobierno de la Ciudad, en lugar de acompañar a los deudos de la tragedia, dijo del hecho: «Espero que les caiga todo el peso de la ley», «El dolor no los habilita para la violencia» y calificó a los padres de delincuentes, señalando que haría una denuncia formal.

"Es notable que recién ahora la señora Carlotto se dé cuenta de que los escraches son un delito. Este sistema de protesta mezclado con la violencia fue y es el instrumento predilecto de los activistas de izquierda e incluso de grupos que ella ampara.

"Nada dijo Carlotto de los escraches que han sufrido López Murphy, Bernardo Neustadt, Aleman, e incluso en uno de ellos le partieron una madera en la cabeza a Fernando Siro cuando acompañaba a su esposa, Elena Cruz a asumir un cargo público.

"Lo que no tolera Carlotto es que la sociedad lentamente se esté dando cuenta de que estos grupos no defienden los derechos humanos sino que defienden una ideología. Basta recordar las desafortunadas declaraciones de la señora hacia la persona del ingeniero Blumberg, quien sufrió la pérdida de un hijo, al igual que ella.

"Desgraciadamente estos grupos junto con los gobernantes de turno han instaurado una jerarquía de muertos, a los que comulgan con su ideología los recuerdan, indemnizan y homenajean permanentemente.

"Por suerte nuestra sociedad comienza a reaccionar y a descubrir los lobos con piel de cordero."

Karina Mujica
Presidente - Agrupación Civil
Argentinos por la Memoria Completa

memoriacompleta@hotmail.com

Apollonia dijo...

Agrupación Civil Argentinos por la Memoria *Completa*?

Por Diossssss!!

Anónimo dijo...

Me encanta el trabajo de Victoria Ginzberg... de verdad es excelente.